Crítica: Hanzo, el Camino del Asesino vol 3. Nuevos actores.

Tras los acontecimientos capitales en la vida de Ieyasu que presenciamos en el segundo volumen, nos encontramos en una fase transitoria en el destino ya conocido para la historia pero desconocido para nuestros protagonistas. Sentadas las nuevas bases de poder es el momento de recapitular, mantener lo obtener e idear nuevas estrategias. La obra en este punto abandona el campo de batalla exterior para profundizar en otro más cercano, el doméstico. ¿Aliarme con A o con B? Esas serán las dudas de un Ieyasu crecido y consolidado en su reducido espacio de poder que apunta a incrementarse exponencialmente. Es una fase crítica, puesto que el más mínimo error en la toma de decisiones puede echar a perder lo ganado con sangre, sudor y lágrimas. Contemplándose como padre de familia dudará si escuchar a su corazón o a su cabeza, si la posibilidad de salvar a su familia merece el riesgo de perder a la otra, la militar y todo lo logrado hasta ese momento. En un status como el que nos ocupa es una decisión terrible aunque para los demás (los lectores) esté meridianamente claro. Pero cuenta con el secreto mejor guardado de Japón, Hanzo. Su arma más fiable y herramienta más práctica para salvar su problema interno y conseguirlo todo. Este volumen nos aleja del conflicto externo del combate físico para mostrarnos el interior de las intrigas y los secretos. Nos toca por tanto la cara oculta del enfrentamiento documentado, el de las conspiraciones y las alianzas imposibles.

Aquí no veremos grandes batallas y escenas de acción sino conversaciones domésticas, diálogos políticos y leguaje ambiguo donde se dice una cosa pero se pretende otra a fin de confundir tanto al enemigo como al aliado. Aún así, igualmente adictivo e interesante.

Aparecerán nuevos personajes, más fascinantes si caben aún, como la reaparición de un ninja veterano e imparable que conocimos en el primer volumen (increíble este Kato, el Milano) junto con otro de misma quinta pero de mente privilegiada y lengua viperina (grande Dokisai Kansuke) y encima suegro de Hanzo, cuya interacción mutua nos regalará los mejores momentos del arco. Auténticas lecciones militares y familiares salen de los labios de este señor. Y el enfrentamiento entre los dos vejetes soberbio, no sabes si destacar el aspecto físico del mismo o el aspecto dialéctico. Como si el destino de ambos fuera el resultado de lo que está por venir para el país entero. Los combates en la sombra, los que no aparecen en los libros de historia realmente son lo que pueden inclinar la balanza de un lado a otro, y estos dos encarnan precisamente eso.

Hanzo será el auténtico protagonista del tomo, por encargo de Ieyasu le veremos tomar decisiones no vistas y esperadas hasta el momento, dando muestras incluso de ciertas debilidades en su pericia que en un primer momento pensamos imposibles por lo apreciado anteriormente. Y es que al final la edad será la que nos saque del error. Al fin y al cabo es un crio. Una máquina de matar y de pensar, pero un chaval al fin y al cabo.

Otro punto a destacar es el desarrollo de la esposa de Ieyasu, Tsukiyama. Con un impresionante instinto de supervivencia personal y paterno filial, contemplaremos una serie de actuaciones crueles pero a su vez comprensibles, con un conocimiento absoluto de las debilidades del  hombre a las que sacará partido a costa de su dignidad para salvarse ella y a su prole en una situación a priori imposible de superar. El precio será un enfrentamiento involuntario con Hanzo que nos regalará grandes momentos de suspense en la trama y dando la oportunidad a una serie de personajes visualmente impactantes. Si en anteriores entregas atisbábamos que era un personaje a tener en cuenta y que sus apariciones aunque breves eran sumamente interesantes y capitales para el crecimiento de Ieyasu, aquí contemplamos a una mujer alejada de los cánones clásicos de las mujeres de esta época, para ver a una persona totalmente autosuficiente con una cantidad de recursos que sorprenderá a más de uno. Una auténtica mujer fatal pero con gran sensibilidad y generosidad para con los suyos, En momentos la odias pero en otros la amas totalmente. El tratamiento de los autores con este personaje me parece brillante. Provoca al lector muchas reacciones, siendo uno de los personajes menos maniqueos que he visto en mucho tiempo.  En el momento en que empezó a  respeta a Ieyasu  parecía que no se podía desarrollar debidamente, pero resulta que no ha hecho más que empezar su carrera en la saga. Está claro que los acontecimientos aquí narrados serán clave en este personaje y marcará su posterior evolución. Y como el daño colateral es Hanzo, se atisba tormenta en su relación con Ieyasu. El triángulo no amoroso aquí construido va a dar forma a una línea argumental entiendo de capital importancia en el futuro de la propuesta literaria.

En general, la obra sigue dando buenísimo momentos, no pierde fuelle, y no se hace monótona, aún al contrario, habida cuenta sobre todo porque el plan narrativo es totalmente distinto al anterior como ya he explicado.

Respecto al aspecto gráfico, si en la entrada del volumen segundo ponía alguna pega en el acabado en los escenarios con muchos personajes a la vez, aún sin perder el dinamismo y la absoluta lección de las líneas cinéticas que han convertido a Kojima en el dibujante tan recordado que es, puesto que eso a estas alturas y conociendo más obras del autor no es nuevo, en este caso, si me veo obligado a destacar el impresionante y movido realismo de las relaciones personales que son el pilar de la historia de este tomo. La expresividad en los gestos, en las miradas, en el lenguaje corporal  es impecable.

Lo dicho, en todos los aspectos posibles que un comic (o manga) puede ofrecer, pedazo de obra está resultando ser Hanzo, El Camino del Asesino.

Hanzo, El Camino del Asesino vol 3. ECC Ediciones. 422 pags. 14,95 €. Salida: Febrero 2015.