Crítica: «Gyo. vol.2», de Junji Ito.

Este segundo volumen cierra la historia que se iniciara en el anterior, cuya reseña podéis encontrar en Gyo. Vol.1, El terror que vino del mar. Ambos, publicados por ECC en su linea manga.

Nos encontramos con la continuación directa de aquel primer tomo… Tadashi se encuentra perdido y moribundo en un Tokio invadido por esas criaturas que salieron del mar. Kaori, su novia, quedó infectada y está dada por muerta. El misterioso tío de nuestro protagonista ya nos desveló el origen de esta singular invasión, pero no todo fue revelado. La fétida bacteria resulta fuertemente contagiosa y los peces no son los únicos seres vivos que pueden caer presa de esa letal enfermedad y de los extraños mecanismos que las transportan.

En este hecho tenemos el elemento más aterrador de toda la obra: Ver como los cuerpos humanos se transforman, se hinchan y se descomponen. Como quedan ha merced de una extraña inteligencia aleatoria cuyo fin queda sumido en el misterio. La historia se ha desbordado y nos encontramos inmersos en un apocalipsis psicodélico, surrealista… elementos que solapan el terror, y lo diluyen. Conforme avanzamos en los dramáticos sucesos y estos adquieren dimensiones catastróficas, ese terror visceral deja de trasmitirse y queda camuflado por unas escenas más propias de un relato onírico e irreal. Quiero decir con esto que la aventura de Tadashi deja de estremecernos conforme se acerca al final, pues una vez que el misterio parece haberse desvelado, ya solo queda buscar nuevos golpes de efecto, nuevas apariciones espeluznantes de cuerpos invadidos por las malévolas bacterias. En eso no falla el autor, que es capaz de representar en dibujos sórdidos y terribles las más horribles pesadillas en forma de seres humanos (y animales) grotescamente deformados. El recuerdo de su pasada humanidad, ahora a merced de una inteligencia sutil, es el factor mas contundente, pues las amenzas son, al mismo tiempo, las víctimas.

Se hecha en falta también un grupo mayor de personajes o un desarrollo más definido en los existentes. El tío de Tadashi, que tiene más posibilidades como personaje, al fin y al cabo, cambia de la manera a la que Junji Ito ya nos tiene acostumbrados, por lo que un lector veterano y seguidor del autor no se llevará excesivas sorpresas. La resolución de la historia, además, queda inconclusa: Se abren algunos interrogantes sobre el origen de la bacteria y su posible inteligencia colectiva, interrogantes que no son respondidos. Tampoco sabemos que depara el destino al protagonista, a la enfermera Yoshiyama y al grupo de supervivientes que conoce al final. Nos quedamos esperando algo más. Falta una conclusión convincente.

Este volumen se complementa con dos historias cortas en las que Ito se muestra excelente, turbador y genuino. Un ejemplo de como contar historias de terror en muy poco espacio (una de las historias ocupa apenas tres páginas!). Curiosamente el ejemplo contrario a lo que supone este segundo volumen de Gyo, donde se alarga la historia de forma exagerada para, al final, no terminarla ni contentar al lector con una culminación aceptable. Es, pues, recomendable a los aficionados al manga de horror y los admiradores del autor, que no quedaran del todo defraudados.

Inquietante, sórdido… pero también frustrado en su resolución.