Crítica: «Guerra por Tierra 3», Amanda Waller se desata

El Escuadrón Suicida sigue de moda, sin duda gracias a la última película de James Gunn y a la serie de HBO Max, El Pacificador. Eso se reflejó en sus cómics, con algunas etapas memorables, así como en su mayor participación activa en los eventos de la casa. Algunos, de hecho, creados ex profeso para ellos.

Es el caso de la miniserie Guerra por Tierra 3, que se desarrolla a lo largo de dos números en su propia miniserie y tiene ramificaciones en Teen Titans Academy, Flash y, por supuesto, Escuadrón Suicida. La historia completa ha sido recopilada y publicada por ECC Ediciones en un tomo único de 160 páginas que tiene un comienzo arrollador e interesante… pero que se va desinflando.

La premisa no es mala. Al contrario. Amanda Waller, la reclutadora y tiránica líder en la sombra de El Escuadrón Suicida, ha maquinado un plan muy ambicioso: trasladarse a Tierra 3, cuna del Sindicato del Crimen (esa Liga de la Justicia retorcida y malévola, compuesta por versiones corrompidas de la Liga original) y allí atacar al grupo con un nuevo Escuadrón Suicida, formado por supertipos reclutados por todo el multiverso. Su objetivo: controlar Tierra 3 a través del Sindicato del Crimen.

Hacerse con el control del Sindicato del Crimen y de ese oscuro y perturbado Superman (aquí se llama Ultraman) sería un golpe maestro y la convertiría en alguien muy poderoso e influyente a nivel multiversal. Sin embargo, Rick Flag no está dispuesto a que eso suceda y va tras la codiciosa Amanda, con su propio equipo. Pero las cosas se van a complicar sobremanera.

Lo que comienza siendo una historia interesante y bien planteada, salpicada de escenas de acción contundentes y de prometedora evolución… se va transformando ante nuestros ojos en algo predecible y estereotipado. Tampoco ayuda que la aventura se cuente dando saltos entre colecciones, pues la participación de muchos y distintos autores hace desequilibrar el producto final. Puede ser un evento impuesto por la editorial, que cada autor intentó capear de la mejor manera posible, pero que no dejaba de ser un añadido artificial a su serie y a la línea argumental que cada uno estuviera siguiendo en ella.

De las tres colecciones participantes (Academia Titanes, Flash y Escuadrón Suicida) es la del Escuadrón la que mejor encaja, sin duda porque el evento estaba pensado para ellos. Así que encontramos una historia que avanza a trompicones y en la que es fácil perderse, con personajes que desaparecen sin explicación o que pierden presencia pese a ser parte importante de la misma historia.

Podemos salvar el evento gracias a la interacción que ofrece entre tan dispares personajes. Estamos habituados a ver luchar al Sindicato del Crimen contra la Liga de la Justicia, y aquí disfrutamos con la participación de los siempre divertidos y resultones Harley Quinn, Pacificador… o incluso otros y otras menos habituales y por ello curiosos de leer.

Artísticamente es un cómic que no destaca en el género. Los dibujantes se limitan a cumplir con solvencia en cada número, pero no sorprende nunca ni deja un especial recuerdo en lo visual. El cóctel de distintos estilos (10 dibujantes, nada menos) no ayuda a la cohesión del producto, pero no es tampoco mayor problema. Ese sería, insistimos, en la cantidad de guionistas que participan. Cuatro escritores con una implicación irregular y un resultado en consonancia.

En definitiva, un evento que tiene cierta repercusión en este universo de superhéroes, sobre todo para el Escuadrón Suicida… pero que no sabe aprovecharse como merecería. Aun así, los seguidores del grupo y de la acción pueden quedar satisfechos, pues se ha ideado para ellos.