Crítica: «Grendel vol.2. El Legado», la herencia del Diablo
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Recomendable.
Continuación de la saga Grendel, donde Matt Wagner moldea su obra con distintos resultados.
Continuación directa del primer tomo de Grendel, lejos de haber significado un punto final, ni siquiera un punto y aparte, se perpetúa la figura de Grendel como una sombra maldita que cubre con su influjo a determinados individuos. La entidad conocida como Grendel se manifiesta en este segundo tomo como algo inconcreto y etéreo, pero con la fuerza y la mano suficiente como para atrapar a «sus elegidos». Efectivamente, Hunter Rose falleció en aquel primer tomo, siendo su épica historia el eje sobre el que giraba todo. Es su hijastra Stacy la que recoge el testigo y será manchada por la influencia de Grendel. Y como este segundo tomo, titulado El Legado, se divide en partes muy diferentes, vamos a comentarlas una a una, porque hacer un análisis global resultaría en una crítica incompleta.
La primera parte del volumen, Hija del Diablo, nos cuenta qué pasa con Stacy tras la muerte de Grendel y la desaparición de Argent. Aunque el resultado es un tanto insulso, asistimos a la vida recluida de la protagonista y a los abusos de todo quito a los que queda sometida, aplastada por el peso que supuso su traumática infancia. Conocemos un personaje que pasará a ser crucial en la siguiente parte del volumen: su hija, Christine Spar. Pero sin duda, lo impactante de esta parte inicial es comprobar como Grendel extiende su poder más allá de Hunter Rose y como ese poder condena la vida de quien toca. El dibujo está a cargo de Tim Sale, que juega con las tintas y crea unos entornos sombríos y taciturnos, de marcado carácter deprimente y desequilibrado, coronando un relato claustrofóbico y triste.
El grueso del volumen lo ocupa la segunda historia, El Legado del Diablo, con sus más de 200 páginas. La protagonista absoluta es Chris, la nieta de Hunter Rose e hija de Stacy. Cuando su hijo desaparece, el odio y la rabia despiertan en ella el fantasma de Grendel, en quien llega a convertirse tras robar sus ropas y gadgets. Comienza así la persecución de un asesino en serie que oculta un horrible poder y que derivará en enfrentamientos apoteósicos, poniendo a la policía en alerta al descubrir que Grendel ha vuelto. Personajes conocidos que regresan por sorpresa se unen a otros nuevos y fascinantes, como el kabuki Tujiro o el empresario teatral Brian Li Sung. Los dibujantes Arnold y Jacob Padner firman estos episodios en los que el arte gráfico recuerda demasiado a los voluptuosos años ’90 en el mercado americano, con viñetas grandes y personajes descompensados y anatómicamente maltratados. Solo algunas composiciones de página el la recta final logran salvar este aspecto que es, sin ninguna duda, lo peor que tiene este segundo volumen.
El Diablo en el Interior nos cuenta como Li Sung queda abatido tras lo sucedido en el arco anterior y como Grendel, una vez más, impone su influjo sobre él. Wiggins, el policía que tuvo ya gran protagonismo en la anterior historia, supone el núcleo sobre el que orbita la obsesión de Li Sung. Bernie Mireault es el artista gráfico que impone su estilo ahora, marcando esta parte como un cómic underground e imprimiéndole esa personalidad que faltaba en el dibujo de la parte anterior. No es, por este motivo, una parte fácil de leer, ya que el dibujo no entra por sus colores o sus dimensiones, rodeado además, por anotaciones del protagonista, colocadas aquí y allá como un diario elaborado a vuela pluma. Destila caos y desorden, muestra el estado anímico y la desorientación de Li Sung y casi no haría falta leer los geniales guiones para entender que el alma del protagonista se ha derrumbado completamente... lo que es aprovechado por la omnipresente influencia de Grendel.
Wiggins toma el relevo en la última parte del tomo, Historias del Diablo. Ya anciano, este agente de policía disfruta de un merecido retiro en el que entretiene sus horas de asueto recordando y escribiendo antiguas historias relacionadas con Grendel por las que, además, obtiene grandes beneficios económicos al publicarlas como novelas. Matt Wagner se encarga aquí del guión y el dibujo, jugando con el cómic y mostrando dos estilos narrativos distintos, dependiendo si vemos al anciano Wiggins en su retiro o si contemplamos la historia que nos cuenta este. Volvemos a avisar que esta parte tampoco es fácil de seguir, debido a la secuencia de viñetas usada por el autor que, huyendo de todo convencionalismo, recurre a inteligentes composiciones realmente particulares.
Todas y cada una de las historias están escritas por Matt Wagner. Desarrolla una mitología muy medida y nunca ha permitido que nadie participe en la parte creativa, siendo esta por tanto su obra más personal e importante, por longitud y ambición. Los diversos protagonistas que van tomando el testigo no son sino marionetas en manos de Grendel, que despierta lo más oculto que hay en cada uno de ellos… aunque esto no siempre es negativo como vemos en el caso de Chris. Grendel no solo cuenta historias de venganza o de crímenes, el amor y la obsesión tienen una considerable importancia. La personalidad que Wagner vuelca en esta obra le lleva a conseguir guiones sólidos e inteligentes, pero también puede volverse críptico en ocasiones e inaccesible para el lector poco avezado. Es Grendel un cómic único y particular, que necesita ser leído sin las prisas ni impaciencias habituales, que se degusta como un producto íntimo. Una obra de culto.
Grendel es el Diablo, pero no ese diablo cristiano o arquetípico de cola y cuernos. Matt Wagner y sus colaboradores nos lo explican en esta obra genial.
- Grendel. Vol.2: El Legado. Planeta Cómic.
- Edición original.Devil Child # 1-2, Devil’s Legacy# 1-12, Devil Inside # 1-3, Grendel Classics # 1-2
- cartoné. color. 550 pp. 45 €