Crítica: «Green Valley». Más allá de la leyenda de los héroes.

De vez en cuando, tanto en los podcast como en estas reseñas, nos quejamos de lo difícil que resulta hablar de una obra sin desvelar demasiado o, aunque sea poco, suficiente como para arruinar la sorpresa del posible lector. El miedo a caer en los spoilers, vamos. En ese aspecto concreto, Green Valley es todo un paradigma. Contar de más puede resultar fatal ya que la obra tiene una fina línea que, si se traspasa antes de su lectura, dará al traste con el factor sorpresa que guarda la historia, una de sus bazas más fuertes.

En relación a esto pido encarecidamente a quien esté interesado en su lectura que no se le ocurra bajo ningún concepto buscar imágenes o referencias en internet y que no se le pase por la cabeza ojear el tomo antes de leerlo. En este sentido, me sorprendió que Planeta Cómic lo editase «plastificado», ya sabéis, con ese envoltorio que impide acceder a su interior si no lo compras… algo que la editorial no suele hacer, pero que en este caso es una medida 100% acertada. Y una vez establecidas estas líneas rojas y aclarado este punto continuemos con la reseña, que está libre de todo spoiler.

Los Caballeros de Kelodia son cuatro invencibles guerreros, leyendas vivientes, intrépidos aventureros que guardan su tierra de todo mal e invasión. Capaces de enfrentarse ellos solos a hordas bárbaras sin despeinarse y sin perder el brillo de sus armaduras. Su leyenda a llegado a todas partes y, un día, llega a Kelodia un joven solicitando la ayuda de los cuatro héroes. En su tierra natal, Green Valley, apareció un malvado hechicero con sus dragones que está sometiendo y esclavizando a toda la región, cuyas gentes vivían antes plácidamente. Pero… ¿cómo es posible? La magia no existe, los hechiceros y las brujas son seres inventados para asustar a los niños y, los dragones, solo aparecen en grabados y leyendas. Entonces, ¿qué hay en Green Valley?

Bertwald, Indrid, Gulliver y Ralphus, los Caballeros de Kelodia, están a punto de enfrentarse a una amenaza que quizá les supere.

En esta serie de 9 números que Planeta Cómic recopila en un tomo único de lujo nada es lo que parece… pero eso lo tendréis que descubrir vosotros. Esta aventura medieval con toques fantásticos está escrita por Max Landis y dibujada por Giuseppe Camuncoli, que nos trasladan a una tierras luminosas y optimistas donde la justicia y las leyes de la caballería se confunden con la fantasía y la leyenda.

El estilo de escritura de Landis parece algo incoherente con el momento histórico en el que se desarrolla Green Valley, con personajes quizá demasiado elocuentes y parlanchines, costando diferenciar a unos de otros por sus personalidades similares, solo diferenciados por bruscos aspectos en ellos que los estereotipan. Son un poco artificiales, es cierto, pero Max Landis posee la virtud de la escritura y consigue con gran pulso narrativo que esto quede en segundo plano. La dosificación de la información, las sorpresas que guarda la historia y lo dinámico de su desarrollo, solapa todas las deficiencias antes mencionadas. La lectura te atrapa y te motiva, te involucra y te lleva de la mano hasta el épico y emotivo final. Porque la historia cierra de manera perfecta y solo al acabarla comprendemos la magnitud y lo fabuloso de la serie. Estamos hablando de un guionista ganador del Eisner, responsable de cómics tan buenos como Superman: American Alien y de películas como Chronicle!

Giuseppe Camuncoli no desmerece en absoluto con su dibujo. Sabe sacar partido de la época que está reflejando y no excede ni fuerza sus viñetas ni sus páginas, ahorrando cualquier pirueta visual y artística para cuando es necesario… un combate, un gran paisaje. Su estilo no es espectacular ni rompedor, pero es limpio y luminoso y consigue trasladarnos a la época evocada. Es difícil encontrar una crítica negativa en el aspecto visual, ya que se muestra eficiente sin acaparar protagonismo, poniéndose siempre al servicio del guión y ayudando a que la historia fluya, entre sorpresas y momentos intensos, sabiendo estar y aportando en cada ocasión lo que visualmente necesita la historia. Equilibrio entre guión y dibujo es quizá la conclusión más acertada.

Sin ser una obra de referencia, Green Valley es una lectura muy recomendable por lo entretenida, diferente y sorprendente que resulta. Una obra que mezcla géneros antagónicos, pocas veces asociados, y que lo hace de manera progresiva. Controlándose y llevándonos, con los ojos como platos, hasta ese estupendo final. Max Landis es, de momento, uno de esos guionistas que aun no me ha decepcionado, sea cual sea el género que toque. Esperemos que siga así.

• Green Valley. Planeta Cómic
• edición original. Green Valley 1-9 USA. Image.
• cartoné. 224 pp. color. 24 €