Crítica: “Gotham City, Año Uno”. Gotham Noir.

Ya nos hemos referido a los encantamientos narrativos de Tom King a la hora de reinventar conceptos clásicos de la editorial. Mr. Milagro, Superman o Adam Strange son ejemplos traídos a esta humilde casa. Un cajón difícil de abrir es el escenario fundamental de Batman. Son tantos años de publicación y tantas series que parece que no, pero ciertamente Gotham tiene más presencias que Batman. Es un pilar de DC y forma tan parte de nosotros en cuanto a lectores que como la New York marvelita.

King la pone en el foco. Es la estrella de la producción. Y ya es tan perro viejo en esto que exprime la atmósfera y tono de Frank Miller para transitarla en una apoteósica historia noir con todos los ingredientes del género: detective noble pero fallido, femme fatale (dos, a priori), millonarios ambiguos y oscuros, policías corruptos e inocente en peligro. Y Gotham como tablero de varias partidas de ajedrez.

Como la continuidad es algo que da vidilla a cualquier homenaje al fondo superheroico de toda la vida y si algo no se le escapa a King es destacar esta circunstancia como algo fundamental en sus historias, coloca como principal jugador al gran Slam Bradley, sí, el de toda la vida, el que Brubaker y Darwin Cooke rescataron del olvido en unos tebeos gloriosos con Catwoman. Y los Wayne, como pilares morales de la ciudad o como sus demonios más perversos. Con los Wayne cuidado, que según las generaciones, bien podrían servir para una moneda de Dos Caras.

El arranque es demoledor, con los abuelos paternos de Bruce Wayne mezclados en una conspiración terrible con su hija pequeña como victima propiciatoria de un plan más grande que la suma de los jugadores en un secuestro extraño y rocambolesco.

Como cualquier pista del argumento, sería un destripe en sí mismo, paso palabra, pero sí destacar que King está más tranquilo que lo habitual en sus inventos creativos. A ver, que las historias noir desde su principio ocultan más embites de lo que se muestra en principio y que “giro” es uno de sus pilares fundacionales y fundamentales. Pero no son las rimbombancias narrativas de Milagro, Strange o Roorscharch. Y se agradece, teniendo en cuenta el género y el Año Uno de Frank Miller.

Las referencias son muy altas, tanto de la propia ciudad como origen de mitos, como del propio Batman aunque sea una historia sin él. Porque es una historia de Gotham y la mansión Wayne, es imposible desvincular a Batman del marco. La Mansión Wayne, mira que Morrison le limpió el polvo y la puso en la pole position de los grandes escenarios de la familia. Pues King no es menos y la estruja bien. Le saca todo el jugo señalando la cantidad de grandes ideas que permite.

Al dibujo, volvemos con Phil Hester. Veinte años después que su Green Arrow y recientemente reseñada. Narrativamente, sigue claro como el agua; en estilo, oscuro como el noir. Aún así no se reinventa, aunque quizá se mazzuchelliza un poco para respetar el no-canon Batman Año Uno y hace más realistas las anatomías. Su tremenda clase y profesionalidad se mantiene a lo largo de los episodios con independencia de lo complejo de la acción y lo emocional de las interacciones personales. Es una obra muy coral donde cada encuentro suma para resolver el caso, por lo que la cantidad de diálogos y choque de egos merecen vivirse más que verse. Y ahí, Hester es un grande.

Además, agarra muy bien la iluminación, tan oscura, pero donde una minúscula línea de luz arroja verdad al asunto. Es muy del género y Hester se mimetiza a la perfección con la atmósfera y tensiones características de estos mundillos de ficción. Se combina a la perfección con la paleta de colores de Jordie Bellaire, muy fría y opaca y con pocos elementos, en ocasiones parece coloreado en bitono. Pero es perfecta para la producción, tanto por lo opresivo de ambientes y entornos, como por la coherencia con el estilo del dibujante.

Una obra perfecta para el que le guste el universo Batman y el noir.

Gotham City: Year One 1-6, DC Comics. Gotham City: Año Uno, ECC Ediciones. 192 páginas. Color. Cartoné. Pvp: 26 €.