Crítica: «Gotham Central 2. Payasos y lunáticos», sufridos polis de Gotham.

El segundo volumen recopilatorio de Gotham Central publicado por ECC recoge los números 11 a 22 de la serie original, manteniendo la aplastante calidad que ya pudimos disfrutar en el tomo anterior.

Ed Brubaker y Greg Rucka escriben a cuatro manos la serie policíaca más realista e impactante creada para un cómic... si a estas calidades le sumas un dibujo sobresaliente de Michael Lark (y otros), le sumas también su entorno, desarrollado en la ya mítica ciudad de Gotham, tenemos listo el explosivo cóctel que es sin duda Gotham Central.

Estamos muy acostumbrados a ver las tropelías, masacres, atracos y demás que el pintoresco grupo de villanos habitantes de Gotham suele realizar. Los héroes como Batman se baten y parten la cara con ellos noche sí y noche también… Pero, ¿que pasa con esos agentes de la ley que también les combaten, que no dejan de ser personas normales y corrientes, funcionarios que trabajan por vocación pero también para llevar un sueldo digno a casa? Esto es justo lo que vemos en Gotham Central… Y ya en este segundo tomo comenzamos a familiarizarnos con la vida cotidiana en la comisaría, en el cuerpo de crímenes mayores y en cada agente y detective, a los que ponemos nombre y cara. Ya los conocemos y sabemos como son y como piensan… para nuestra desgracia: El nivel de realismo de la serie es otro de sus puntos fuertes y… si combinas realismo con policías y con enemigos tarados made in Gotham, tienes un alto índice de mortandad.

Un breve repaso argumental a las historias que forman este tomo segundo, llamado Payasos y lunáticos…

Para empezar tenemos una historia corta donde nos presentan a Stacy, la recepcionista/administrativa que trabaja en la comisaría de Gotham Central, concretamente en la Unidad de Crímenes Mayores. Stacy es el único personal civil que allí trabaja y sobre ella recae la tarea de encender la Batseñal. Por qué debe ser ella la encargada de avisar a Batman es algo que dejaré que descubráis por vosotros mismos, al igual que descubriréis como afecta este trabajo a una persona normal y corriente que ya no es que sea enmascarada/superhéroina… es que ni siquiera pertenece al cuerpo policial. Deliciosa historia llena de subtramas, humor y guiños. Una pequeña joya para abrir el tomo.

Le siguen cuatro episodios que engloban el ataque navideño del Joker, orquestando una serie de magnicidios que obligan a nuestros protagonistas a emplearse a fondo tanto en el aspecto investigador como en la más frenética acción. Todos conocemos al Joker y podemos imaginar que un enfrentamiento con él dejará, probablemente, una serie de cadáveres detrás… Una historia tensa y con «cuenta atrás» que combina todos los elementos posibles de la serie.

El tercer arco argumental, también de cuatro partes, es una pura historia de detectives y, a juicio del que esto escribe, de lo mejor que he leído en la serie. Y eso es mucho. Tenemos una explosión que acabó, hace varios años, con casi todos los miembros de un prometedor equipo de baseball. Un suceso fortuito volverá a reabrir el caso y, los detectives encargados de ellos, se verán arrastrados cada vez más hacia una enrevesada venganza que implica también a uno de los más dementes y ridículos (y letales)enemigos de Batman. Pero no quiero llevaros a error… aquí no aparece Batman en absoluto y, ese enemigo, toma parte en la investigación de forma semi-pasiva. Recuerdo que Gotham Central no es un cómic de superhéroes, aunque tome como escenario, fondo y leyenda, la ciudad icono de los bajos fondos DC.

Casi trescientas páginas de cómic policíaco del bueno, aderezado con reflejos del universo DC que comparte, genera esta original mezcla: una de las mejores publicaciones de su género. Esta edición que presenta ECC está a la altura de su contenido, pues el tomo es lujoso y vistoso y, además, viene acompañado de extras coherentes, nada de relleno innecesario (ya sabéis a qué y quien me refiero). En Esta ocasión dos interesantes artículos, uno al comienzo del tomo y otro al final, escrito por Jorge García, en el que me gustaría detenerme pues se trata de un ameno repaso al papel de la policía, como entidad y como «secundario», en el Universo DC a lo largo de su historia.

Me muero de ganas por sumergirme con el tercer tomo y volver a visitar los bajos fondos de Gotham. Con esta serie parece que lo hagas en realidad, y acompañando a personajes que pelean a cara descubierta y jugándose la vida. A nosotros nos queda disfrutar con la experiencia.