Crítica: «Ghosts‘n Goblins Resurrection», bienvenido de nuevo, Sir Arthur
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Muy Recomendable
Una revitalización genial, maravillosa y respetuosa.
Hace mucho tiempo… en una tierra lejana de una belleza sin par, el caballero Arthur y la princesa del día querían disfrutar… cuando algo se torció y las llamas el pueblo cubrieron, y unas nubes tenebrosas el palacio envolvieron. La sombra hasta el Árbol de orbes siguió avanzando… y perdió su color, pues el mal sus fuerzas fue mermando. Sembrado el caos, el Señor de los Demonios ejecutó su plan. Mientras Arthur estaba distraído, la princesa cayó en garras de su clan. A toda prisa, Arthur se puso la armadura para rescatar a su doncella y hacia el reino demoníaco partió y comenzó así su epopeya.
¡Ghost ‘n Goblins resucita!
Muchos de vosotros ni siquiera habíais nacido. Era una época en la que si querías jugar tenías que irte a un bar o a un salón recreativo y, si ningún quinqui te quitaba las monedas y pillabas una máquina libre, podías desfogarte con tu juego favorito. Uno de los que más demanda tenía era el Ghost ‘n Goblins: ese ahora mítico plataformas que nos invitaba a convertirnos en Sir Arthur y lanzarnos a la suicida misión de rescatar a la princesa de turno. El problema era que la secuestraba el malvado demonio Astaroth, el Señor de los Demonios, y la llevaba al corazón de su reino. Allí nos tocaba viajar, enfrentándonos a todo tipo de criaturas a golpe de cuchillo, lanza, antorcha… ¡Y que difícil que era! Ríete tú de la saga Souls, porque Sir Arthur solo contaba con tres vidas y una armadura desmontable. Nuestros reflejos y la suerte hacían el resto. ¡La de monedas de 25 pesetas que llegaron de nuestros bolsillos a las arcas de Capcom!
Ghost ‘n Goblins ha tenido revisiones a lo largo de los años. Ya no solo secuelas como la que se incluye en esta revisión (Gouls ‘n Ghost) y adaptaciones a las consolas de todas las épocas, sino que sus personajes y su mundo han permanecido de una manera u otra siempre presentes. Porque era un juego de 10 que mezclaba una ambientación de terror con un mundo medieval y con una jugabilidad altamente adictiva pese a su dificultad. Su aspecto visual, a medias caricatura y a medias clásico, terminaba por ganar a cualquiera. La guinda era que entre tanto frenesí, salto, zombi y tensión, se permitía algún que otro guiño de humor… como los calzoncillos de corazones que aparecían una vez perdíamos la armadura.
Una mejora en todos los aspectos y sin perder el respeto
35 años después Capcom relanza el juego. Ghost ‘n Goblins Resurrection llega a Nintendo Switch, PlayStation4, las consolas Xbox One y a PC a través de Steam… y lo hace de una manera maravillosa. Primero, respetando el aspecto y la esencia originales y, segundo, añadiendo ciertos elementos novedosos que no contaminan su sabor original y, al mismo tiempo, potencian el juego como experiencia y diversión. El juego es básicamente el mismo, pero con estas aportaciones…
Empecemos con su apartado artístico. Los gráficos pixelados ochenteros dejan sitio a un nuevo aspecto más «artesanal», como dibujado y coloreado a mano. Potenciando con este nuevo diseño la sensación de «cuento» que envuelve la escasa historia del título. Arthur luce mejor que nunca y todos los enemigos se mueven con fluidez y naturalidad, con un mágico cell shading en 2D colorido y embriagador. Lo mismo pasa con los escenarios que, siendo en gran parte los mismo que en el juego original, lucen un nuevo y hermoso aspecto. Insisto, todo el juego parece dibujado y coloreado a mano. Visualmente es una maravilla y para los que aun tenemos las pantallas arcade en la retina, esta experiencia es altamente satisfactoria en cuanto a lo visual se refiere.
Una dificultad del demonio
Lo que no ha cambiado es la dificultad. Menuda pesadilla. Sí, de acuerdo que ahora tenemos varios niveles de dificultad para elegir y, si morimos repetidamente, se nos da la oportunidad de regresar bajando dicho nivel. Pero es que ni aun así el juego es un paseo. Preparaos a morir una y otra y otra y otra vez. A desesperaros por ese zombi que sale del suelo o esa planta que lanza una bola o ese maldito vampiro que surge de la nada y nos convierte en rana. Es un juego frenético que exige nervios de acero y milimétrica precisión… pero también hay ventajas. Se nos permite regresar en unos puntos de guardado (banderines) que hay repartidos por los escenarios… y eso alivia mucho. Cada escenario y fase requiere práctica y empeño para superarlas, pero os aseguramos que es posible. Paciencia, es la clave. Lo mismo pasa con los jefes finales, que tienen sus patrones de ataque y sus rutinas y, aunque a veces hay que afinar mucho para superarlos, se termina logrando… y es cuando la satisfacción por haberlo superado nos embarga.
Por primera vez vamos a poder jugar en cooperativo local. Uno de los mejores añadidos de esta revisión. Mientras que un jugador controla a Arthur, otro puede manejar a Barry (que crea barreras protectoras), a Kerry (capaz de transportar a Arthur) o a Archie (que crea puentes por los que evitar caídas y peligros). El segundo jugador puede en cualquier momento alternar el control de uno de esos tres personajes, según conveniencia. Se torna así una experiencia de juego cooperativa y nueva. Pero que también se puede jugar al estilo clásico, en modo solitario, no os preocupéis.
Para esta ocasión se ha creado un árbol de hechizos que Arthur puede ir aprendiendo y que obtenemos al canjear hadas que encontraremos por el juego. De esta manera, además de disparar nuestra arma básica, podemos conjurar hechizos tales como convertir a los enemigos en piedra, en ranas, lanzar un rayo, etc. Y con solo un botón cambiamos el hechizo seleccionado. Lo mismo pasa con las armas, porque podemos llevar más de una al mismo tiempo y elegir la que nos convenga: las lanzas para atacar en línea recta, las bolas de metal que rulan y arrasan a su paso, el martillo que golpea a corta distancia pero es más contundente… ¡Contamos con 8 armas distintas!
En definitiva, Ghost’n Goblins Resurrection es una actualización respetuosa de Ghost ‘n Goblins y Gouls ‘n Ghost, remezclados y filtrados con un aspecto visual de cuento. Su dificultad es tan imparable como adictiva y nos llevará a repetir sus múltiples mapas, una y otra vez, hasta llegar a sus jefes finales con los que combatiremos una y otra vez. Una experiencia sensacional que sabe homenajear a un clásico, modernizándolo lo justo para que no pierda su esencia y se revitalice.
Maravilloso trabajo el de Capcom. ¡Queremos más así!