Crítica: «Ghost of a Tale». Cuando el tamaño sí importa.

Ghost of a Tale es uno de esos juegos indies que lamentablemente pasaron desapercibidos para la mayoría de jugadores cuando apareció para PC. Posteriormente dio el salto a las consolas y está disponible en Xbox One, Nintendo Switch y PS4, pero la gran noticia es que Tesura Games presentó hace un par de meses en exclusiva, la Edición Coleccionista de Ghost of a Tale en formato físico y que incluye, además de el juego, un libro de arte, una figura recortable en papel de Tilo, la Banda Sonora del juego en CD, un pin y cartas de los personajes.

Si no has escuchado hablar de él, esta es una magnífica oportunidad para conseguirlo. SeithCG y Plugin Digital son los creadores de esta aventura en mayúsculas, de la que es imposible no enamorarte en cuanto la empiezas. Un mundo totalmente nuevo se abre ante nuestros pequeños ojos de roedor en el que cientos de peligros y misterios por resolver pondrán a prueba nuestro ingenio. Nosotros hemos podido disfrutrarlo en PS4 gracias a un código proporcionado por cortesía de Tesura Games.

Argumento, historia, personajes…

En esta historia nos pondremos en la piel del pequeño ratón Tilo, un bardo que para ganarse la vida canta canciones junto a su mujer Merra. Un dia van a actuar frente a las ratas en la Fortaleza de los Altos Derrunia y ante la negativa de su mujer a cantar una canción en concreto, son apresados y acusados de traición. Durante el arresto Tilo queda inconsciente y cuando despierta, se da cuenta de que está encerrado en una sucia y oscura mazmorra y ha sido separado de su mujer. No sabe dónde está, tampoco sabe si está viva o muerta y no tiene ni idea de cómo va a escapar de allí para ir a buscarla. Inspeccionando un poco descubre una misteriosa nota que además contiene la llave de la celda donde está atrapado. ¿Quién es ese personaje que está tratando de ayudarle?, y lo más importante, ¿Qué ha sido de Merra?. Esas y otras muchas cuestiones tendrán su respuesta a lo largo de esta aventura.

Rápidamente aprendemos es que la Fortaleza está llena de ratas que pertenecen a la Garra Roja. Son ratas soldado, saben luchar, están muy bien armadas y son el doble de grandes que nosotros. En cuanto nos detectan, no lo dudan ni un segundo y tratarán de asestarnos un golpe y acabar con nosotros. Tilo es un simple bardo, no sabe empuñar un arma ni cómo utilizarla así que su mejor baza es actuar con sigilo y usar su astucia.
A lo largo de la aventura conoceremos diversos personajes, los cuales nos ayudarán si realizamos algunos trabajos para ellos, lo que nos obligará recorrer los intrincados pasillos de la Fortaleza y pondrá a prueba nuestro ingenio para completarlos.

Estilo de juego, jugabilidad…

Ghost of a tale es un RPG en el que prima el sigilo y la exploración. Lo primero que nos llama la atención de esta aventura es que la comenzamos sintiéndonos tan perdidos como nuestro propio personaje. Tras un breve tutorial salimos de la celda, pero enseguida nos damos cuenta de que no sabemos dónde ir, no hay un mapa que nos guíe, por lo menos al principio, y cuando finalmente lo conseguimos vemos que es muy rudimentario y no incluye indicaciones, ni los objetos que buscamos están resaltados, no tenemos ninguna ayuda ni pista y solo alcanzaremos nuestro objetivo buscando concienzudamente en los escenarios y utilizando los objetos que tenemos en nuestro entorno. Comenzaremos en las mazmorras pero la Fortaleza es gigantesca y está compuesta por varios niveles. Los enemigos abundan y como no podemos enfrentarnos a ellos, nuestra mejor baza es movernos despacio, ocultarnos e intentar pasar desapercibidos. Si nos descubren podemos escapar corriendo y escondernos en algún barril o alacena, donde también podremos guardar la partida.

Mientras exploramos encontraremos velas, botellas, palos y diversos objetos que nos ayudarán a resolver las tareas. También hay escondidas llaves que permiten abrir cofres y baúles que contienen dinero, partes de trajes de ladrón, pirata, una armadura de soldado…hasta un total de 7, que nos ayudarán en mayor o menor medida a desenvolvernos por el entorno. Cada una de ellas tiene unos defectos y virtudes y nosotros elegiremos cuál utilizar en cada momento. Por ejemplo, el traje de ladrón nos permite ser muy rápidos corriendo y aumenta nuestro sigilo pero no protege apenas ante un golpe de un enemigo. La armadura nos da total libertad para explorar ya que pasamos por uno más de los soldados, pero es tan pesada que nos costará un gran trabajo movernos con ella y será imposible dar saltos grandes y acceder a tejados o lugares más angostos.

Otro tipo de llaves que necesitaremos encontrar son las que que abren puertas que nos dan paso a otros escenarios, o simplemente abren atajos para movernos más rápidamente de un lugar a otro. Conforme vamos completando las misiones iremos subiendo de nivel, lo que nos permitirá aumentar la barra de vida y de energía, muy importante a la hora de correr y que se consume bastante rápido al principio. Al subir de nivel aprenderemos nuevas habilidades como poder llevar más cantidad de objetos, mejorar nuestra armadura o gastar menos energía cuando corremos.
Evitar ser capturado es relativamente sencillo ya que los enemigos tienen unas rutinas de movimientos que en cuando las aprendemos, nos facilita mucho la labor. Se que esto puede no gustar a jugadores más acostumbrados a la acción y lo ven como un defecto, pero para mi no lo es en absoluto. Se le ha añadido algo de acción para darle más emoción pero no es el elemento principal de la aventura, que está diseñada para que no haga falta ser un gran jugador para esquivar a tus rivales y te centres en resolver los acertijos.

Otra parte importante son las conversaciones y dependerá de nuestras respuestas si obtendremos lo que necesitamos o no. Repartidos por el mapa hay diversos libros, mapas y notas que al leerlos y conocer su información nos ayudará a responder correctamente a alguna pregunta. Además, hay conversaciones con ciertos personajes que tienen toques de humor que nos sacarán una sonrisa.
Existe un ciclo de día y noche. Hay personajes que sólo aparecen durante el día y deberemos esperar para hablar con ellos, o ciertos elementos que solo aparecen de noche y a una hora muy exacta, así que es importante que prestemos atención a este dato o nos volveremos locos tratando de encontrar lo que buscamos.
No es un juego excesivamente largo, supuestamente se tardan alrededor de 15 o 20 horas para completarlo pero he de confesar que a mi me costó algo más de tiempo, (¡Maldito Faustus!), para completarlo casi al 100% ya que tiene bastantes objetos coleccionables. Hay que tener en cuenta nuestro tamaño frente a las ratas que deambulan por la fortaleza, porque muchos de esos objetos quedan fuera de nuestro campo de visión y necesitamos subirnos a mesas o estanterías para ganar altura y encontrarlos. También necesitaremos un punto de luz como una vela o un farol, ya que sin esa luz adicional no aparecerán.

Gráficos y banda sonora…

El apartado gráfico y artístico es simplemente espectacular. Lionel “Seith” Gallat es el creador y responsable del 90% del arte, diseño y programación del juego. El diseño de los personajes está cuidadísimo, sobre todo Tilo. Es imposible no enamorarse de él desde el primer momento y dan ganas de achucharlo gracias a sus movimientos y animaciones que parecen dotarlo de vida, pero no solo los personajes están trabajados, los escenarios también son dignos de alabar. Comenzamos en una mazmorra lúgubre y oscura pero cuando salimos al exterior podemos observar la vegetación, diferentes animalitos como mariposas que revolotean a nuestro alrededor. Las texturas de las piedras, como la luz incide en ciertos lugares… hay mucho mimo, cuidado y horas de trabajo tras este juego y parece mentira que este haya sido creado por un equipo de apenas 5 personas, con un presupuesto ínfimo y que salió adelante gracias al crowfunding. Me quito el sombrero ante ustedes.

Una vez dicho esto, hay que reconocer que no es un juego perfecto ya que en un par de ocasiones el juego se bloqueó y tuve que cargar la partida anterior, pero nada serio ni tan grave como para que arruine la experiencia de juego. También comentar que en espacios muy pequeños la cámara tiene problemas para colocarse, pero solo en espacios muy reducidos, aunque los desarrolladores han sacado un parche para solucionarlo.
El aspecto sonoro corre a cargo de Nicolas Titeux, que hace un trabajo excelente. Durante la mayor parte del juego no hay música y solo tenemos el sonido ambiente, pero cuando los enemigos nos descubren suena una fanfarria que nos pone en tensión. También nos acompañan diferentes melodías suaves y armoniosas cuando descubrimos una nueva localización y, como bardos que somos, hay diversas canciones y melodías que tocaremos durante la aventura. La combinación de las imágenes y la banda sonora consiguen que el conjunto quede redondo y termines prendado de este universo ratonil.

Impresiones finales…

Ghost of a Tale es un grandísimo juego. Si bien la historia principal es algo sencilla, el mundo que han creado no lo es en absoluto y lo iremos descubriendo durante nuestras andanzas. Tiene un vocabulario propio, historias, canciones… que dan coherencia y explican el universo en el que nos encontramos, que visualmente es maravilloso. Esos pequeños detalles son los culpables de que te enamores del juego, no por sus partes de acción, si no por la exploración, la aventura, la excitación de descubrir un lugar nuevo por explorar. Hoy en dia los juegos tienen muchos elementos para ayudar a los jugadores, minimapas, objetos que resaltan cuando estamos cerca de ellos, pero aquí vamos completamente a ciegas y la alegría que sientes cuando resuelves un puzzle o encuentras un objeto que buscabas, es mucho mayor que en el resto de juegos. La combinación de todo estos elementos es lo convierte en una historia tan especial.

Lo mejor…

• El mapeado es enrevesado y lleno de recovecos.
• El carisma de los personajes.
• Visualmente es una delicia.
• El mundo, su historia y la ambientación están muy logradas.
• Tiene muchos secretos, misiones secundarias y coleccionables.

Lo peor…

• La cámara en espacios reducidos y algún problema técnico.