Crítica: «Gente normal» de Sally Rooney

Gente normal, segunda novela de Sally Rooney publicada por Faber & Faber en versión original y por Literatura Random House en español, fue un éxito de crítica y de ventas en Estados Unidos y en Reino Unido el año de su publicación, 2018, y en 2020 experimentó un nuevo crecimiento gracias a su adaptación televisiva. Ante tal popularidad cabe preguntarse: ¿qué hace tan especial a esta novela?

El argumento puede parecer, a primera vista, algo simple y manido. Connell y Marianne son dos jóvenes de Carricklea, un pequeño pueblo irlandés ficticio situado en el condado de Sligo. Ella procede de una familia rica, pero con una historia traumática, y en el instituto es una marginada social. Él, por el contrario, es muy popular, pero vive humildemente con su madre, Lorraine, que trabaja como limpiadora en casa de Marianne. Ese punto de conexión entre ambos les lleva a desarrollar una fuerte atracción mutua que desemboca en una relación bastante complicada, en ocasiones ciertamente tóxica, por las inseguridades de los protagonistas y la losa social que les rodea. A partir de entonces, sus vidas se separan y se cruzan como imanes que se buscan y repelen según las circunstancias. La novela acompaña a los protagonistas en su etapa escolar y universitaria, en la que ambos tienen que luchar con sus problemas psicológicos y sociales al mismo tiempo que se enfrentan a la edad adulta, siempre apoyándose el uno en el otro.

La novela está dividida en capítulos que hacen referencia a una fecha concreta siguiendo el orden cronológico de la historia hasta cierto punto en el que el pasado, el presente y el futuro se entrelazan, dejando “huecos” en la trama que se van resolviendo según avanza la lectura. Esto produce un efecto muy interesante en los lectores, ya que te lleva a hacer una interpretación de los hechos que la mayor parte de las veces se ve alterada posteriormente, cuando se desvela el origen de los mismos. Dado que el narrador o narradora se focaliza en la mente de uno de los dos personajes de forma alterna, esta estrategia también permite ir cambiando la opinión sobre la personalidad de cada uno de ellos, entrando a veces en el estado de confusión de los protagonistas, que frecuentemente no llegan a entender el comportamiento del otro ni de sí mismos.

Cada capítulo se construye básicamente a partir de las conversaciones entre ambos personajes y de sus pensamientos, por lo que es muy fácil y rápida de leer. Además, el principio es tremendamente adictivo, como la relación entre Connell y Marianne. Esa fiebre inicial, se va apagando poco a poco según avanza la novela, pero sigues queriendo saber qué pasa después, cómo va a acabar, y no paras de hacerte preguntas. Este es uno de los puntos fuertes de la novela, que llega a contagiarte el estado emocional de los protagonistas.

Por todo ello, a pesar de su aparente simplicidad, es un experimento en toda regla, una puesta a prueba de las técnicas literarias que esta escritora, graduada en Inglés y Literatura Norteamericana por el Trinity College de Dublín habrá analizado hasta la saciedad. Es una historia que a primera vista parece que no aporta nada, pero que esconde una técnica narrativa y un dominio del lenguaje envidiables. Además, la novela es “muy irlandesa” en cuanto a que introduce temas como la familia, las diferencias de clase, el alcoholismo, la falta de comunicación o la búsqueda de la identidad, además de otros poco visibilizados como la ansiedad, la depresión, la autoestima o la violencia sexual.

No obstante, la novela también tiene sus aspectos negativos. En ocasiones, puede llevar a interpretaciones erróneas como, por ejemplo, la generalización de que muestra cómo es una relación amorosa en tiempos modernos, como afirman algunas críticas, o la impresión de que los problemas de salud mental solo afectan a los jóvenes en situaciones traumáticas. Además, es fácil que, en la actualidad, muchos de los personajes generen cierta incomodidad porque no son precisamente un buen ejemplo a seguir. Este es el caso de Marianne, que a veces no encaja con el ideal feminista actual. Sin embargo, esto es parte de la naturaleza imperfecta de los personajes y de la intención de la autora que, según una entrevista concedida a El País, aclaró que no quería “crear modelos” “ni ser ejemplo de nada”.

Después de devorar Gente normal, no os podéis perder su adaptación que, con 12 capítulos de media hora, es tan adictiva como la novela. Disponible en Starzplay, es bastante fiel al libro y está protagonizada por los actores Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal, poco conocidos, pero con una carrera prometedora. Un complemento perfecto para esta interesante lectura.

Con su primera novela, Conversaciones entre amigos, la joven escritora irlandesa Sally Rooney fue nombrada Escritora Joven del Año por el diario británico The Sunday Times. Por Gente normal, recibió los premios Novela del Año en los Irish Book Awards y mejor novela en el Costa Book Awards, entre otros reconocimientos. En septiembre de 2021 está prevista la publicación de su tercera novela, Beautiful World, Where Are You.