Crítica: «Flash: el hombre más rápido del mundo», la precuela de la película

El Hombre Más Rápido del Mundo, según DC, ya tiene por fin película propia. Ha tardado décadas en llegar e incluso, ya confirmada y casi terminada, los sucesivos problemas que han rodeado su producción han retrasado todavía más su estreno. Pero eso es otro cantar y queda atrás. Lo importante es que el estreno ya ha llegado y podemos ver, por primera vez, la película de Flash.

Dicho evento no podía pasar en silencio por su medio de origen: el cómic. Por eso DC preparó una serie limitada de tres números en la que podíamos seguir las aventuras previas a la peli de este Flash, el cinematográfico. De hecho, en las páginas de este cómic vemos a un Barry Allen moreno, como el actor Ezra Miller, e incluso al Batman de Affleck.

Son tres historias autoconclusivas que preparan al personaje para la película (enseñándole a pelear pues, recordemos de cuando apareció en la película de la JLA, solo empujaba a sus rivales, no les golpeaba), además de ahondar un poco en sus orígenes, en su familia y en su ámbito laboral. Cosas estas que se pasaron por alto en sus anteriores intervenciones en la gran pantalla.

En cada una de estas tres aventuras se nos presenta un rival distinto, alguno de ellos clásico en el universo del Flash «comiquero», como Chatarra. Pero se les da un enfoque adecuado para que encajen en este lugar, a medias entre el cómic y el cine. Este Flash inexperto se irá transformando en el héroe que todos conocemos (más o menos) y esa transformación se produce a lo largo de estas tres aventuras.

La lectura de todas ellas es bastante satisfactoria y desde luego muy entretenida. Sabedores del público al que va dirigido, los autores se preocupan de darle un tono sencillo y fácil de digerir, con buen ritmo y repleto de escenas de acción. Además, esos villanos que antes mencionábamos le dan un toque distinto, cercano a lo sobrenatural, que sazona muy bien la historia.

Los lectores más veteranos puede ser que encuentren demasiado triviales e intrascendentes estas historias, cuyo recorrido no va más allá, pero hemos de volver a recordar su objetivo: acercarse a un público más «casual» y reforzar la maltratada (y mal contada) historia del Barry Allen cinematográfico.

Tres dibujantes distintos se turnan en cada una de las historias, dándole todos ellos un aspecto juvenil, rozando el manga/shonen, que a veces peca de simplista. Volviendo a los lectores veteranos, este puede ser el mayor escollo con el que se encuentren. Una aspecto visual demasiado al servicio de la acción y de excesiva linealidad. La segunda de las historias, ilustrada por Juan Ferreyra, es sin duda la mejor y en la que el autor incluso experimenta visualmente con el «efecto velocidad» de Flash.

Para terminar, destacar la edición que se ha marcado ECC Ediciones, recopilando en un estupendo tomo cartoné esta precuela de tres números. Pelada de extras, eso sí, pero que permite una lectura continuada que, al ser acción y aventura constante, se devora con rapidez.

Un cómic muy entretenido pero con ciertas limitaciones artísticas. Cumple su cometido, eso sí, y nos acerca más a un Flash poco explorado, el cinematográfico. Y según los derroteros que está tomando el Universo DC en el cine, posiblemente sea la última vez que lo veamos en acción.

• Flash: el hombre más rápido del mundo. ECC Ediciones
• edición original. The Flash: The fastest man alive 1-3 USA DC Comics
• cartoné. 128 pp. color. 17,95 €