Crítica: «Flash 13», veloz hacia el final.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Entretenimiento
Sigue el ritmo trepidante y la acción característica, esta vez encaminada hacia el final de la serie.
No deja de sorprenderme el inmenso parecido argumental que guarda esta serie con la versión televisiva de Flash, compartiendo cosas como su relación con Irish, la aparición y aspecto de Wally West, el acoso de Zoom y la investigación sobre el asesinato de su madre y la encarcelación de su padre. Las distancias aparecen para darle ventaja al cómic, por ejemplo en la espectacularidad de los combates y en la aparición de otros personajes que no se ven limitados por presupuestos ni complejidades en los FX.
Precisamente en este tomo, el número 13 de los publicados por ECC del Flash post-Flashpoint, asistimos al combate final entre Flash y Zoom, cerrando una larguísima trama y encaminando la serie hacia su final en el siguiente volumen. Como no puede ser de otra forma, el final se produce por todo lo alto, con un combate mortal entre los velocistas y múltiples problemas añadidos para el héroe. Por ejemplo, la reunión por parte de Zoom de un grupo de personajes con poderes variados, pero todos basados en la Fuerza de la Velocidad y que, engañados por el villano, atacarán sin tregua a Flash. La originalidad está presente en todos ellos y tenemos a Roscoe Dillon, que aprovecha y utiliza el poder de la fuerza centrífuga. Magalí, que manipula y cambia a su antojo la edad de las cosas y los seres. Bloque puede ralentizar o detener el movimiento de los átomos y crear barreras infranqueables. El Hombre Plegado colapsa el tiempo y el espacio para crear portales entre lugares distantes. Alexander Selkirk es un erudito en la Fuerza de la Velocidad. Todos ellos serán manipulados por Zoom, el verdadero villano de la historia, para que realicen sus planes y le sirvan, además, como alimento y curación ante los problemas de salud que le acosan.
A todo esto y más se enfrenta Flash, aparte de convencer a la opinión pública y las fuerzas del orden de que él está en el lado bueno. Está narrado con habilidad por Robert Venditti y Van Jensen, los guionistas que escriben con habilidad y soltura todos los números, sin excesivos adornos ni momentos recordables, pero suficientes para mantenernos interesados y pegados a las páginas.
Veo más problema en el dibujo, más concretamente en el diseño de las páginas, como ya pasaba en los anteriores tomos. Volvemos a presenciar un pequeño caos en la organización y posición de las viñetas que puede tornar algo confusa la lectura. Está bien que la disposición inclinada y aleatoria de las viñetas ayuda (o pretende hacerlo) a crear sensación de vertiginosa velocidad, pero la confusión a la que se presta puede llevar precisamente al efecto contrario… sobre todo si la escena es solo un diálogo entre personajes sin ningún tipo de acción. Quiero decir que el efecto puede ser positivo y original… si se utiliza en el momento justo y se contrapone con otras composiciones más clásicas cuando sean convenientes. Quitando esto, el dibujo es más que correcto, lleno de grandes figuras de llamativos colores y de espectacular plasticidad.
Una lástima que los personajes secundarios que aparecen solo como telón de fondo no hayan sido aprovechados, pues tienen mucho potencial, y queden como meros comparsas y fino hilo de unión de Flash con su lado Barry Allen. Cuando un cómic de superhéroes se descompensa tanto y descuida una de las dos caras del héroe (la civil o la superheróica) la parte que se lleva el protagonismo gana y enriquece el producto, pero deja en evidencia los problemas que genera esa inclinación de balanza. Posiblemente sea algo que se subsane en el próximo tomo, como digo, el último antes de Renacer.
Lo leeremos con la misma pasión que hemos devorado este, esperando cerrar la historia de manera redonda como se merece uno de los más carismáticos personajes de la casa.
- Flash 13. ECC Ediciones.
- edición original. The Flash núms. 44 a 47 USA. DC Comics.
- rústica. color. 96 pp. 8’95 €