Crítica: «Flash 12», llega el Profesor Zoom.

La normalidad ha regresado a Central City… Por fin volvemos a encontrar a Barry Allen realizando su tarea rutinaria como forense de la policía y a los secundarios habituales en sus respectivos lugares. El inicio del tomo nos relata con voz en off esta vuelta a la cotidianidad. Pero la sorpresa estalla cuando, a las pocas páginas, descubrimos que esa voz en off pertenece a uno de los más letales enemigos de Flash: el Profesor Zoom. La amenaza de Zoom se ve incrementada al conocer que no ha llegado solo, pues esta vez se ha traído de vete tú a saber donde, un auténtico grupo de supervillanos.

El comienzo de este tomo 12 de Flash publicado por ECC, que recopila los números originales del 41 al 43, se promete emocionante y tenso desde su inicio… pero Robert Venditti y Van Jensen optan por dilatar la historia y el inevitable enfrentamiento que, desde el primer instante, vienen anunciando. Acabamos el tomo y no llegamos a presenciarlo, solo algunos encuentros fugaces y climáticos entre Flash y Zoom. En vez de esto, los tres números se centran en la fuga de prisión del padre de Barry (junto algunos secuaces) y la investigación y «captura» de los mismos. No acaba uno de entender a donde quieren llegar con este camino en círculos, con esta manera de prolongar la historia.

Lo que si vemos con claridad durante estos tres números, inicio de un arco argumental que preveo extenso, es el acercamiento del cómic con su versión en pantalla de TV. Recuperamos al Barry forense, a su padre encarcelado, el misterio del asesinato de su madre, a la guapa periodista Irish West y su sobrino Wally… Ni de lejos llega a ser lo mismo, pero mantiene suficientes nexos en común para que los seguidores de la serie no se sientan perdidos si deciden probar con el papel. Una buena técnica/táctica que aplaudo y que ojalá atraiga nuevos lectores.

El dibujo de Brett Booth es muy estilizado y detallista, aunque excesivamente convencional. La costumbre adquirida de desordenar las viñetas, excelente para darle sensación de velocidad a las escenas de acción, es innecesaria cuando lo que se presenta en la página se trata de una escena conversacional o reflexiva. En estos casos irrita y despista ver viñetas inclinadas y de lados irregulares, que solo se asumen por ser santo y seña del artista y su manera de mostrar el mundo de Flash. En este aspecto realiza un trabajo encomiable, rediseñando a muchos personajes y presentando un sensacional traje del héroe, con toques metalizados, de aspecto muy moderno y llamativo.

En definitiva, es un cómic divertido muy recomendable para los amantes del personaje (entre los que me incluyo) en el que pueden reconocer secundarios de todas las épocas, recuperando el rico universo del personaje y manipulándolo para crear nuevas situaciones. La presentación del Profesor Zoom y su equipo es un arma de doble filo, pues su intervención es meramente circunstancial, por lo que nos deja un regusto de insatisfacción (el Profesor Zoom aparece imponente en la portada… para casi no intervenir en el interior!). Al menos crea un clima interesante para el próximo tomo en el que, por cierto, Flash va a tener que hilar muy fino para sobrevivir al ataque recibido en el final de este número 12.

Lo mejor está por venir.

• Flash núm. 12. 
• Edición Original: The Flash núm. 41-43 USA
• Rústica. 80 pp. 7’50 €