Crítica: «Fate/Samurai Remnant», el notable regreso de la saga Fate
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Muy Recomendable
Un juego que mezcla géneros de manera sublime. Entretenido, vibrante... pero con una importante pega: el idioma.
Pese a tener unos 20 años de historia y un gran número de juegos, la saga Fate no es una de las más conocidas en el mundo de los videojuegos. Cuenta con una buena legión de incondicionales pero, a diferencia de otros JRPG, no ha logrado traspasar esa barrera y salpicar al gran público. Al menos no lo ha hecho como se merece.
Es posible que eso haya sido causa de su concepto, pues nacido como novela visual en 2004 no parece que fuera un medio y una época propicia para que el «gran público» occidental la asimilase. Y aun así, su éxito dentro de Japón y ese mencionado nicho de seguidores fuera del país, ha conseguido mantener constante una producción de títulos que se extiende hasta el día de hoy.
De hecho, el 29 de septiembre se lanzó Fate/Samurai Remnant, el último en llegar (de momento) y del que os vamos a dar cuenta en las siguientes líneas. Lo tenéis disponible en PS4, PS5 y Switch y os aseguramos que merece, y mucho, darle una oportunidad.
Una historia aparte, accesible para todos
Hay que empezar dejando bien claro que, aunque la saga lleva mucho ya publicado, esta nueva entrega funciona como una historia aparte. No es necesario conocer nada de lo previo y el juego tiene la virtud de hacernos entrar en una aventura nueva e independiente.
Nos trasladamos al periodo Edo, al cuarto año de la Era Kaian en el que la población disfruta de un extrañamente largo periodo de paz. De hecho, vamos a poder pasear por las calles de unas cuantas ciudades, encarnando nada menos que al heredero del mítico Miyamoto Musahi, llamado Iori.
Iori es un aprendiz de espadachin que sueña con dominar la técnica ancestral de su padre y maestro, por eso ha optado por no servir a ningún señor y dedicar su vida al entrenamiento. Pero todo va a cambiar, pues seremos víctimas de un ataque que nos va a revelar nuestro inevitable destino…
Nuestro destino está sellado
Formamos parte de una de las siete parejas formadas por Maestro y Sirviente. Estos últimos (los Sirvientes) son guerreros míticos que, digamos, ya no están entre nosotros, y nos acompañan, ayudan, protegen, enseñan y un largo etcétera. Son poderosos y tienen espectaculares dotes de combate. Y como una de esas siete parejas, estamos destinados a luchar en la épica Guerra del Santo Grial, obligados a participar en un violento ritual llamado De la Luna Creciente, todo para obtener un objeto que permite a quien lo encuentra hacer realidad sus deseos. Por eso debemos enfrentarnos y vencer al resto de parejas, algunas de ellas compuestas por verdaderos villanos, temibles y tremendamente poderosos.
La historia se va a ir complicando y las sorpresas y giros están asegurados. Pero nosotros comenzaremos desde cero, descubriendo que tenemos una extraña marca en la mano (pensamos al principio que es solo un moratón) y sufriendo ese ataque sorpresa que antes mencionábamos, un ataque nocturno y mortal al que sobreviviremos de milagro, ayudados por Saber, nuestra nueva compañera. Esto servirá como punto de arranque a la que es una auténtica maravilla de historia.
Y no puedo seguir sin comentar ya el que es el mayor escollo del juego. Una verdadera lástima que lastra el que puede ser uno de los mejores lanzamientos de la temporada: la traducción. O mejor dicho, la falta de ella. Fate/Samurai Remnant nos llega con perfectas voces en inglés o japones y subtítulos solo en inglés. En un título donde la historia y su narrativa es tan poderosa y determinante esto se convierte en un gran problema.
Mucha narrativa, interesante y en inglés
El cel shading del juego brilla a un nivel sensacional, con unos gráficos «dibujados» de una limpieza y pulcritud muy llamativa, con escenarios repletos de gente y detalles y con unos combates frenéticos y espectaculares llenos de luces, efectos y explosiones. Ese mismo estilo anime se utiliza para las numerosas escenas donde nos narran la historia y que son imprescindibles seguir para «meterse» en el juego.
Los personajes también hablan constantemente, muchas veces en sub-ventanas donde aparecen imágenes de ellos. Esto consigue que el juego sea profundo e intenso en el plano argumental… pero se vuelve durillo (por ser suaves) si no dominas un mínimo el idioma inglés.
Jugarlo sin entender lo que está pasando resta un 90% la diversión del juego porque, en esta ocasión, la historia es fundamental. Sus personajes, el contexto, la época… toda la riqueza que encierra se pierde si no se sigue en condiciones el hilo de lo que sucede.
Pero no seamos tan negativos. Basta tener un nivel medio de inglés para poder seguir la historia y disfrutar del juego. Eso sí, para pillar todos sus detalles, necesitaremos controlar bastante el idioma de Shakespeare.
La diversión de combatir y poder avanzar
Sin duda, el aspecto jugable más importante se lo lleva el combate y los desarrolladores se han esmerado en que lo disfrutemos. Primero por ese apartado visual cercano al anime, con unos enemigos y jefes muy vistosos y de diseño original. Y segundo porque se ha optado por una mezcla de hack and slash y musou con resultados muy satisfactorios. Sacarse de encima docenas de enemigos con nuestros poderosos golpes es algo muy divertido y nunca llega a cansar, pues se alterna con el combate contra grandes jefes… en poder o en tamaño o en ambas cosas.
No solo habrá que vérselas con el resto de parejas con las que competimos, sino que nos enfrentaremos a todo tipo de enemigos… incluso sobrenaturales. Es en esos combates cuando sube algo la dificultad y necesitamos echar mano de los ataques especiales, las magias y el apoyo que nuestro compañero/a de turno nos pueda proporcionar.
En este sentido el juego no es extremadamente exigente y se deja jugar con cierta facilidad. Algo que pensamos es un acierto debido al fuerte carácter narrativo del título ya que atascarnos en un enemigo o combate no haría más que lastrar ese ritmo de la historia que tan bien le sienta.
Un mapa compuesto por ciudades
En nuestra aventura recorremos algunas grandes ciudades del Japón de la época. Ya hemos dicho que están repletas de vida, sonidos, color, personajes… y en ellas encontraremos PNJs con los que hablar y/o negociar. También encontraremos en ellas lugares de descanso e incluso para gestionar nuestros recursos y armas. El problema es que son todas las ciudades prácticamente iguales.
Un poco de variedad en el diseño le hubiera sentado mejor al aspecto final y no daría esa sensación de estar siempre en el mismo lugar, en la misma ciudad. Y no podemos esquivarlas, porque en ellas se desarrollan las aventuras y se producen la mayoría de los combates.
Menos mal que a la gente de Omega Force se les ocurrió una gran idea para reducir esa sensación: las Fuentes Espirituales. Es una especie de Modo Conquista integrado en el juego. En el mapa podemos ver una serie de zonas por las que tendremos que ir pasando, intentando controlar las marcadas como Fuentes Espirituales. El problema es que otros personajes también se moverán e intentarán hacerse con esas zonas. Se crea aquí un interesante juego de estrategia en el que debemos adelantarnos para que no nos arrebaten el territorio. Integradas en esta especie de subjuego se produciran nuevos combates/batallas con las que se decidirá el control de la zona.
Conclusiones
Fate/Samurai Remnant es un juego tremendamente divertido y bien hecho. Como historia fuera de la historia de la saga es ideal para acercarse a ella y conocer esta apasionante obra. Pero esa intención se emborrona al no estar localizado a nuestro idioma. Es un juego que se apoya en una rica narrativa, en un desarrollo argumental fantástico lleno de giros y sorpresas y en unos personajes entrañables, carismáticos y muy bien pensados. Por eso la frustración es mayúscula y sabe a oportunidad perdida.
Es un juego que hay que recomendar, sin duda. Es accesible en su jugabilidad y divertido, además de vistoso. Pero siempre habrá que acompañar esa recomendación con una advertencia por el tema del idioma.
Si para ti no es un lastre o si te atreves a leer largas escenas en inglés (un inglés medio, no nos asustemos), quizá deberías darle una oportuidad. Sabe contar una gran aventura y hacérnosla vivir con intensidad en primera persona. Una de esas historias que se recuerdan y que, muy posiblemente, nos hagan regresar a este pequeño universo que es la saga Fate.