Críticas de literatura

Crítica: «Érase un verso (poemas de hadas revisitados)»

Érase un verso

Valoración

Un tesoro poético ilustrado

En este libro encontraréis una selección de poemas e ilustraciones que reinterpretan los cuentos clásicos con una mirada moderna y reivindicativa.

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En un cielo negro sin estrellas, una blanca media luna ilumina la escena. Una escena familiar, y a la vez distinta. La legendaria criatura, tan grande como el castillo que custodia, protagoniza la imagen. Escamas de color verde cubren su piel, su larga cola y dos poderosas alas que se adivinan tras la fortaleza. De su gran boca, asoman pequeños dientes afilados y, de su cuello, pende una llave misteriosa. Nada nuevo hasta aquí. Sin embargo, si desviamos la vista hacia sus ojos de iris de serpiente veremos que vigilan, amenazantes, a un caballero que parece… ¿cansado? ¿aburrido? Su espada desenvainada reposa sobre la pared del castillo que, ahora que nos fijamos mejor, parece de juguete, con una puertecita donde apenas cabe un príncipe de estatura media. Como colofón, por la ventana de la más alta torre asoma una princesa que mira directamente al lector con tedio, harta de representar siempre el mismo papel.

Así interpreta el ilustrador Iban Barrentxea el poema de Neil Gaiman “Los chicos y las chicas juntos”, con el que arranca Érase un verso (poemas de hadas revisitados), editado por Nórdica Libros, que recientemente ha cumplido 15 años. El objetivo de esta obra preciosamente editada, como es costumbre del sello, es recoger poemas de autores anglosajones contemporáneos centrados en darle la vuelta a los cuentos clásicos y/o a los estereotipos derivados de ellos. Por si fuera poco, cada una de estas obras está acompañada por las ilustraciones de grandes artistas españoles que han trabajado con Nórdica a lo largo de estos años.  La primera edición del libro se publicó en octubre de 2021, después de años de trabajo en el proyecto, y se presentó en la bonita librería madrileña Panta Rhei, de visita obligada para bibliófilos, con algunos de los artistas.

Rumpelstiltskin, Caperucita Roja, Cenicienta, Bella y Bestia, son algunos de los personajes que reconoceréis en estos poemas. En las composiciones, algunas más cortas y líricas, otras más narrativas, pero todas profundamente experimentales, los arquetipos de príncipe encantador, bruja malvada, lobo feroz, hermanastra fea o dulce doncella, rompen el molde y alzan la voz empleando su tono más reivindicativo y feminista, demandando una caracterización más compleja y real en los cuentos clásicos. Entre los autores, seleccionados y traducidos por el escritor estadounidense Lawrence Schimel, encontramos nombres tan famosos como Neil Gaiman, Sylvia Plath, Leonard Cohen o la genial Anne Sexton. Sin embargo, también hay brillantes aportaciones de poetas menos conocidos como Sally Rosen Kindred, Matt Bell o Denise Duhamel.

La ilustración, como en todos los libros de Nórdica, es fundamental en este libro, ya que no solo los versos invitan a la reflexión acerca del significado del poema, sino que las imágenes también son otro interlocutor, en algunos casos verdaderos misterios cargados de significados. El libro presenta la mirada de ilustradores como Antonio Santos, Sara Morante, Ana Juan o Alberto Gamón, entre muchos otros, cada uno con su propia técnica y visión personal. Para la presentación del libro Diego Moreno, editor de Nórdica, contó con la compañía de Emilio Urberuaga, ilustrador del poema de Leonard Cohen; MO Gutiérrez, que da vida a los versos de Lisel Mueller y Fernando Vicente, cuya aportación a la obra es una impresionante Caperucita para el poema de Theodora Goss. El encuentro, además de familiar y acogedor, fue muy interesante por tratarse temas como el proceso creativo de ilustrar un texto, la importancia de un oficio que todavía carece del reconocimiento que merece y la combinación de artistas que, a pesar de ser muy distintos, encajan a la perfección en el libro.

Como aspecto negativo señalaría que, en ocasiones, las traducciones no están muy logradas, pero Nórdica acostumbra a añadir las versiones originales lo que solventa ese inconveniente para los lectores familiarizados con el inglés. Quitando ese detalle, Érase un verso es un pequeño tesoro visual y poético, para disfrutar y reflexionar.  

Marta Fernández Lara

Bióloga y Filóloga Inglesa en proceso. Aspirante a escritora. Me encanta la literatura, especialmente las historias ambientadas en otro tiempo y/o con brujas de por medio.

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