Crítica: «En Camino», campo de estrellas

José Ángel Ares y Paco Hernández son dos autores con una sensibilidad especial. Lo han demostrado por separado pero con su Rosa y Javier supieron llegarnos, con una historia tan tierna y real como cruda y sincera. Han pasado ocho años desde se publicación y estábamos deseando ver su nuevo trabajo juntos, porque sabíamos que no nos iba a decepcionar. En esta ocasión vuelven a recurrir a una historia de relaciones y sentimientos, de viaje (tanto interior como exterior, viaje de manera literal) y de autoconocimiento en el que todos nos podemos ver reflejados en algunos (o en muchos) momentos.

Emma es la adorable protagonista. Una autora de cómics, treinteañera, que está pasando por una crisis de pareja y decide pasar sus vacaciones alejándose de todo y de todos. En un arrebato opta por hacer el Camino de Santiago desde uno de sus puntos de origen, Roncesvalles. Allí, en su primer día, conocerá a Abby, una apasionada del Camino que le hará de guía (y de paso, a nosotros también) y se convertirá en una amiga. A partir de aquí vamos a realizar el peregrinaje junto a Emma, jornada a jornada, asistiendo a sus vivencias e incidencias durante las largas caminatas. Conoceremos junto a ella a los animados y amables compañeros de viaje, la mayor parte de las veces ocasionales, pero que cada uno a su manera dejan una pequeña huella.

La relación con Abby será especial y habrá momentos para todo y, entre una cosa y otra, los autores nos van a involucrar en esta experiencia vital, enriquecedora y definitiva, que es el Camino de Santiago. Se nota que son conocedores del mismo y que la documentación ha sido intensiva y cuidadosa, porque no queda nada a la inventiva o la improvisación. Se nos cuentan leyendas locales o relacionadas con el Camino, se nos muestran pueblos, aldeas y ciudades (y caminos y valles y montañas) reales e identificables. Se recubre la obra con esta minuciosa puesta en escena y se logra con ello construir una historia sólida y creíble. Pero eso son los «decorados».

Los personajes que puebla las páginas de En Camino también se sienten reales y profundos, cada uno con una historia detrás que conoceremos… si él o ella quiere, y con los que empatizaremos de inmediato. A parte de las dos protagonistas hay un nutrido grupo de peregrinos que veremos de manera intermitente y con los que terminaremos familiarizándonos. Pero la excelencia se consigue con la pareja protagonista, con la relación de profunda amistad que nace entre ellas y con cada experiencia compartida. Emma, al ser el personaje principal, gozará de una serie de flashbacks donde se nos mostrará su pasado reciente y el motivo de su decisión. Con ello comprendemos que son personas reales, vulnerables, en busca de un sentido a su vida, a su momento.

Los personajes en este cómic se sienten vivos, y no hablamos exclusivamente de Emma. Paco Hernández los ha escrito con cariño y con intención, de que calen y de que se sientan cercanos. Posiblemente se haya inspirado en personas reales (algún día se lo preguntaremos) porque la riqueza que hay en cada uno de ellos y en todos en conjunto es difícil de conseguir partiendo de seres inventados. Insistimos que esa maravilla está combinada con el Camino en sí, creando una mezcla perfecta, sólida.

Aquí entra el trabajo monumental de José Ángel Ares como artista. Desde la impresionante panorámica de la Catedral de Santiago a los caminos y pueblos varios que van apareciendo ante nuestros ojos en un despliegue sensacional. Y aun llamando la atención el esmero que se ha puesto en recrear de manera real el Camino, se nota que todavía se ha puesto más empeño en destacar a los personajes. Porque en cada viñeta y en cada página sus figuras destacan de los paisajes y entornos. Por muy vistosos que sean, por mucho que nos llamen la atención, siempre son las personas (los personajes) quienes protagonizan esas viñetas. Emma, Eva y su hermano Juan, Françóis… incluso la «aparición estelar» de algún personaje histórico.

Porque esa es la guinda de la obra: En Camino es, prácticamente, una guía del Camino de Santiago. No sé si han tenido algún tipo de intención didáctica, pero los autores logran que sepamos donde hay que pedir la credencial como peregrino, donde se sella, como hay que afrontar cada jornada, qué debemos llevar de equipaje… incluso se nos ilustra en el significado de algunos elementos que encontramos en el Camino, con detalles históricos o elementos culturales. Se nos narra cada etapa, se nos menciona cada localidad…

Son muchas las capas que tiene este cómic, ya veis. ¡Vamos, que funciona incluso como acicate para iniciar el peregrinaje! Pero nosotros vamos a quedarnos, y a insistir, en el profundo carácter humano de su historia. Porque el viaje de Emma es también el nuestro, y a lo largo de tantos kilómetros y tantas páginas vamos a realizar otro tipo de transición. Esta vez a través de sentimientos y emociones, porque esta obra tiene la virtud de conmover, pero también de hacernos reír, de reflexionar…

En sus más de 170 páginas tenemos el Camino de Santiago recorrido al completo, además de un viaje interno cuyas paradas y estaciones son el amplio abanico de experiencias y sensaciones que nos transmite. Una novela gráfica maravillosa que nos llega muy adentro y que, si además has hecho el Camino de Santiago, te trasladará directamente allí y te hará recordar, seguro, cosas muy similares. Una novela gráfica para recomendar.

• En Camino. Ediciones La Cúpula
• rústica con solapas. 172 pp. color. 18,90 €