Crítica: «El Hijo del Diablo», las pesadillas de Hino

Hideshi Hino, uno de los maestros del manga de terror, está siendo editado por La Cúpula en nuestro país y raro es el mes que no lanzan una de sus numerosas obras… casi todas ya consideradas de culto y clásico inmediato. Una de ellas es esta que nos ocupa, El Hijo del Diablo, cuya segunda edición acaba de salir a la venta y donde lo mejor de Hino queda representado en una historia que bebe de fuentes clásicas occidentales tanto como de puro folklore japonés. Una curiosa mezcla que, pasada por los habituales filtros macabros del autor, da como resultado un relato absorbente, a ratos tierno y a ratos cruel… pero siempre sorprendente.

El Doctor Emma es una eminencia médica. Uno de los mejores especialistas a nivel mundial, la élite en lo suyo, vamos. Personaje un tanto… «particular», que vive en un paraje no menos curioso: el castillo Inferno. Allí, junto a su mujer y su hijo, viven plácidamente entre lujos y placeres mundanos. Pero todo va a cambiar el día que sufren un accidente de coche y el pequeño Daio muere. Aquí ya empezamos a asimilar lo cruel que va a ser el relato y, durante el sepelio del niño, llega la primera influencia cultural cuando una anciana se acerca a la familia asegurando que ella puede resucitar a Daio… a cambio de algo.

Dichas referencias van en aumento cuando Daio vuelve a la vida y podemos encontrar trazas de Frankenstein, el Hombre Lobo, Cementerio Viviente, los zombis… entre otras. La dualidad moral de los personajes y los actos que se ven obligados a cometer son otro componente importante que genera nuevas tramas y da paso a nuevos personajes. Porque si otra cosa determinante y característica tienen los mangas de Hideshi Hino es que siempre van hacia adelante, evolucionan y cambian y todos los protagonistas sufren alteraciones. No se trata de una fórmula que se repite, sabedora de su eficacia… ni tampoco de un ritmo lento y reflexivo, tan habitual en las historias que llegan de allí. Que va. Lo que Hino cuenta está siempre en constante movimiento y evolución y nunca sabes a donde van a llevarles las acciones que comenten, siendo cada personaje esclavo de su destino.

Hemos dejado al joven Daio como un revivido, una extraña mezcla de zombi maldito. Hasta aquí las referencias occidentales que antes mencionaba, porque el argumento, en ese constante flujo de acontecimientos, nos va a reconducir hacia las leyendas orientales, concretamente nos meterá en el mundo de los yokais… y el pequeño, ese Hijo del Diablo, encontrará su hueco. Como un moderno yokai.

La narrativa de Hino es ágil y divertida, se nota que sus referencias occidentales no se limitan al terreno argumental y se puede apreciar cierta influencia occidental también en su manera de componer y contar la historia. Ya hemos dicho que el ritmo es más ligero y llevadero que en otros mangas, pero también apreciamos como los diálogos o las situaciones que se generan se cuentan de manera particular. Con su estilo de dibujo sencillo y efectivo, propio de otro siglo y heredero de los grandes maestros del manga, nos relata unos hechos escalofriantes a través de personajes casi caricaturescos, de complexiones exageradas o desgarbados que se mueven siempre por entornos sombríos, húmedos y amenazantes.

Por supuesto, otra de las señas de identidad del autor como es el gore y lo escatológico, están presentes y bien patentes. Desde esa manía de cercenar cabezas, da igual de mujeres, ancianos o infantes, hasta la génesis del niño tras «abandonar» el hogar familiar. Suma la crudeza de las imágenes a su estilo tosco y directo, y tienes un manga de terror único, como su autor. Y como gran autor que es, tiene tiempo y talento de sobra para que durante el transcurso de la vida de Daio podamos asistir a momentos más sentimentales o delicados, que nos acercan un poco al torturado protagonista. Porque nosotros lo conocemos desde el inicio, cuando era un pequeño que solo pensaba en jugar y comer helado… y vemos a donde llega y como. Esto nos hace compartir su sufrimiento y entenderlo, aunque solo sea un poquito.

Una vez más Hideshi Hino lo vuelve a hacer. Mezcla culturas y referencia, juega con la ambigüedad moral y pone a los protagonistas al límite, entre sangre y horror. Entre violencia y sentimientos. Una mezcla imposible que solo un autor como él es capaz de hacer que funcione.

• El Hijo del Diablo. Hideshi Hino. Ediciones La Cúpula
• rústica con solapas. 258 pp. B/N. 13,90 €