Crítica: El Extraño Talento de Luther Strode

Luther Strode es un tipo más, un chico del montón con padres divorciados, que ha decidido tomar las riendas de su vida dejando atrás los abusos que recibe en el instituto por parte de los matones, y logrando que las chicas más populares se fijen en él. Un buen día, leyendo uno de sus cómics favoritos descubre un anuncio “El Método Hércules”, una serie de ejercicios y pautas de entrenamiento por correo que prometen grandes resultados en muy poco tiempo. Curiosamente el método funciona, hasta tal punto que dota a nuestro protagonista de una fuerza y unas habilidades sobrehumanas, que lo convierten en una máquina de matar sin precedentes, que dejaría a la altura del betún al mismísimo Lobezno. Este nuevo talento adquirido desatará una serie de catastróficos acontecimientos, llamando la atención de unos tipos muy peligrosos. Todo esto aderezado por una “necesaria” historia de amor o amistad para servir de excusa como presentación del villano, un misterioso hombre que parece poseer el mismo talento que Luther.

Esta serie ha sido comparada con innumerables obras del cómic como Kick-Ass de Mark Millar y John Romita Jr. aunque más violento si cabe, y el origen del personaje nos podría recordar algo al Spiderman de Stan Lee y Steve Ditko. Justin Jordan, uno de los escritores jóvenes de Image Comics más prometedores, es el encargado de los guiones de la serie, mientras que Tradd Moore (el cual va a llevar la nueva serie del Motorista Fantasma) con unos dibujos súper dinámicos y agresivos, es el responsable del apartado gráfico.

El diseño del personaje es cuanto menos llamativo, con su máscara creada con vendas, los ojos que se tornan de color negro y rojo (al más puro estilo Gambito) cuando entra en furia asesina. Nos daremos cuenta de lo delgada que es la línea entre un superhéroe violento y el asesino en serie, y veremos acciones tan espectaculares como devolver balas con sus pectorales, desmembramientos inverosímiles, y sangre, mucha sangre.

El Extraño Talento de Luther Strode es una historia repleta de violencia gratuita, gore y casquería. Podríamos decir que se trata de un cómic sin profundidad y desde luego poca repercusión, pero lo cierto es que estamos ante una obra que está destinada simple y llanamente a algo muy importante, entretener, y que ha supuesto un gran salto para sus autores. De hecho, como ya hemos comentado antes, el dibujante Tradd Moore ya ha sido fichado por la todopoderosa Marvel, o como diría McFarlane “la plantación”.

La mayor pega de este cómic es que, al igual que pasa con la crítica de hoy, se hace demasiado corto. Aunque tengo buenas noticias, ya hay secuela.