Crítica: «El corredor del laberinto»: No es otra película de adolescentes
Resumen de la Crítica
Valoración
Una arriesgada adaptación alejada de las paginas pero cercana a una excelente reinvención.
Los riesgos de ser una película basada en una novela juvenil son infinitos. Ser en imagen algo que ya todos conocen es complicado, y los pros que pueden llevar a una adaptación al éxito son los mismos que pueden acabar con esta. El corredor del laberinto llega entre una cumplidora pero gris Divergente y una esperada tercera entrega de la bien lograda adaptación de Los Juegos de Hambre. Pero todos tienen su momento y ahora es tiempo de alejarnos de lo conocido y acercarnos al misterio, es tiempo de un poco de ciencia ficción.
Thomas (Dylan O’brien) despierta sin memoria y atrapado en un laberinto habitado por un grupo de jóvenes en su misma situación. Entre sueños y su búsqueda por respuestas, Thomas unirá las piezas para encontrar el porqué de su llegada al área. El best seller de James Dashner, se presenta en una arriesgada adaptación, alejada de las paginas pero cercana a una excelente reinvención. El corredor del laberinto se muestra entretenida, cautivante y te mantiene cuestionando todo lo que ocurre de principio a fin. Los escritores encargados del guion dejaron algo muy claro al modificar la historia desde el primer minuto, su apuesta fue por a una adaptación de 360 grados, donde modifican aspectos tanto importantes como insignificantes logrando llegar al mismo punto pero desde una diferente versión.
Es inevitable no reconocer que esta película sufre un poco del mal de las adaptaciones juveniles: la falta de intensidad en sus personajes, pero es tan bajo a comparación de otros films, que junto con su gran despliegue visual y su historia, hacen que lo pases por alto. El novato director Wes Ball entrega un gran primer largometraje acompañado de buenas actuaciones juveniles que proceden de un elenco un tanto ecléctico, al ver de dónde proviene cada uno, pero al verlos en acción, encajan inmediatamente en sus nuevos roles que los da a conocer en el mundo de las franquicias cinematográficas. Dylan O´Brien actor de la serie televisiva Teen Wolf, es el protagonista de esta historia y el actor más conocido del elenco; pero son los actores secundarios los que merecen esta oportunidad de sobresalir, y es que la enigmática Kaya Scodelario, protagonista de la aclamada serie Skins, realiza un papel fuera de su terrero en todos los aspectos, abriéndose las puertas de Hollywood como algunos de sus compañeros de serie. Y como no nombrar a Will Poulter, el nombrado estrella naciente en los premios Bafta, un joven que brilló en el film Somos los Miller en un género sumamente diferente como la comedia.
Olvidémonos que el corredor del laberinto tiene un pasado literario y gocemos de lo que esta película tiene para nosotros. Por un momento olvidemos de que es Hollywood y que tal vez, si tal vez, han hecho algo interesante y digno de que hablemos de él. Por un momento valoremos de que hay moldes que se pueden quebrar un poco y que hay proyectos que pueden salirse de la línea. El corredor del laberinto puede ser un experimento o un destello de suerte pero solo disfrutemos. Hay suficientes malas películas para que no nos demos cuenta de que hay que apreciar a las que intentan ser diferentes.