Crítica: «El Bárbaro», un cimmerio a través del tiempo

Javier Marquina ya es un viejo conocido en el cómic patrio, involucrado siempre con el medio ya sea como divulgador o como guionista. Quizá Abraxas sea su obra más conocida (y reconocida), pero nosotros le hemos traído a esta web en otra ocasión: por la publicación junto al artista UVE de Balas de Punta Hueca, en Grafito Editorial.

Javier vuelve a la actualidad editorial con El Bárbaro, una obra publicada por Ediciones Inuit en la que homenajea, versionea y juega con el mito de Conan el bárbaro. Para el experimento cuenta con varios artistas que prestan su estilo, de manera muy bien encajada, a cada una de las historias cortas que componen esta obra. Porque se trata, así a grandes rasgos, de poner en distintas épocas (pasado, presente y futuro) a un Conan tamizado por la mente de Javier y el artista dibujante que toca.

La espada y brujería del maestro Howard se fusionan con una mezcla de ciencia-ficción y aventura gracias a la posibilidad de utilizar al personaje debido a la liberación de sus derechos, al menos en Europa. Volver a contar sus aventuras en la Era Hibórea quizá hubiera sido algo ya manido, debido a la proliferación de cómics que, gracias a la liberación de esos derechos, estamos viendo. Así que esta apuesta por poner al bárbaro en distintos escenarios se nos antoja una muy buena opción.

Original es, desde luego, y en cada una de las historias se trasluce el homenaje y la veneración a la obra original. Desde el primer episodio, La Cripta, el más cercano al Conan que todos conocemos y en el que se respira pulp por todos lados… hasta el episodio que más nos ha gustado, La Torre, con dibujo de Arnau López, en el que nos trasladan a un futuro lejano de naves espaciales y piratas galácticos con reflejos de otra de las grandes historias de Robert E. Howard, con similar título.

En términos generales la obra consigue su objetivo de evocar la obra de Howard, de cambiarla y adaptarla y de contar más de lo que parece a simple vista. No es solo un homenaje al bárbaro y su autor, sino a ese estilo de contar aventuras y a ese género bautizado como pulp. En algunos momentos de acción y de intensidad se aprecia cierta confusión narrativa que resta impacto y que termina diluyendo esa misma intensidad, haciendo que se pierda algo de la brutalidad y violencia del momento entre tanta viñeta y trazo. Y cuando la obra recupera algo de sosiego, en las siguientes historias, cuando se muestra ese fondo mitológico que los seguidores de Howard pueden reconocer… es entonces cuando El Bárbaro se postula como lo que es: homenaje y revisión realizada desde el corazón y la admiración.

Ediciones Inuit, al auspicio de ECC, opta por un tomo en cartoné y blanco y negro, con precio ajustado y realmente asequible visto el panorama editorial actual. La opción del blanco y negro no solo permite que el precio sea razonable sino que evoca las aventuras de Conan en esa Espada Salvaje que los lectores más veteranos admirábamos y disfrutábamos. Porque leíamos las historias escritas por Howard y las visualizábamos en blanco y negro, con las tintas de autores como Buscema o Ernie Chan.

A esas tintas y a ese aspecto evocan las composiciones de Carlo Romero, Rafael Pérez o Daniel Tomás, que recrean el universo cimmerio en todos los aspectos. En definitiva, El Bárbaro es un homenaje del cuerpo y del alma de una obra como es, como fue, Conan el Bárbaro. En sus menos de cien páginas (y a través de combates sangrientos y crueles y de relaciones pasionales) consigue resumir desde la distancia toda la obra de Howard. La guinda es ese vistazo global, en tan solo unas poquitas páginas, que nos regalan con la historia El Museo.

Los seguidores de Howard y del inmortal cimmerio disfrutarán de esta mirada evocadora, respetuosa y llena de talento. Aunque, es posible, queden con ganas de más…

• El Bárbaro. ECC Comics. Ediciones Inuit
• rústica. 96 pp. B/N. 11,95 €