Crítica: «DreamWorks All-Star Kart Racing», conduce como un ogro
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Bien
Otro clon de Mario Kart, que cumple y es divertrido. Buena mezcla de personajes.
Mario Kart creó todo un género. Docenas y docenas de clones han ido apareciendo a lo largo de los años intentando, sin conseguirlo casi nunca, emular su jugabilidad y diversión. En los últimos meses incluso se han multiplicado los juegos de este estilo, poniendo como protagonistas a personajes salidos de franquicias infantiles/juveniles en la mayoría de los casos. Los hemos visto protagonizados por Sonic y sus amigos de SEGA, por Crash Bandicoot y compañía, por personajes Disney, por Gardfield… la lista sería interminable.
Uno de los que apareció hace años fue el que ponía a conducir a los personajes de películas animadas de Dreamworks, con Shrek a la cabeza. Pero eso fue hace mucho, allá por 2011. Desde entonces hemos tenido nuevas películas y se han incorporado nuevos personajes al universo animado de la productora, así que había que actualizar la fórmula.
De eso se encarga este DreamWorks All-Star Kart Racing, que ha llegado para todas las consolas gracias a Bamtang games, su desarrolladora, y al buen hacer en la distribución de Meridiem Games, que han tenido la deferencia de facilitarnos una copia para Xbox SerieS/X y que así podamos contaros todo lo que ofrece el juego. Que es, ya lo adelantamos, mucha diversión.
A conducir, a divertirse y a fastidiar a los rivales
Como suele suceder en estos casos, el juego se presenta con una divertida cinemática donde se nos muestran algunos de los personajes jugables, sus vehículos, circuitos, mecánicas… Lo que nos invita e incita a jugar lo antes posible. Gracias a la velocidad de las actuales consolas el tiempo de carga es casi inexistente y tardaremos más en escoger personaje y vehículo que en empezar a competir.
Lo primero que vemos en el menú principal, pensado como todo en este juego para ser fácil de usar, son los distintos modos de juego. Para un solo jugador, un competitivo en línea hasta 4 jugadores y el modo online. Para todos ellos podemos optar bien por participar en una carrera rápida o por correr un campeonato, que se compone de cuatro carreras en las que vamos sumando puntos dependiendo de la posición en la que acabemos. Cada campeonato se desarrolla en cuatro escenarios diferentes sacados directamente de las películas Dreamworks, entre los que encontramos el zoo de Madagascar, la charca donde vive Shrek o las oficinas donde trabaja el Bebé Jefazo… por poner solo tres ejemplos.
Aprovechamos aquí para puntualizar que todos los circuitos están recreados con solidez, llenos de colores y con caminos alternativos y atajos, algunos invisibles a priori. Recorrerlos es divertido a la vez que un reto y un ejercicio de memoria, porque revisitamos lugares vistos antes en películas. Por desgracia no todo es bueno, ya que hay zonas en las que el camino a seguir no se ve con claridad y nos salimos del circuito de forma injusta y frustrante. Pero pasa pocas veces.
Más modos de juego y más personajes
Volviendo a los modos de juego, es destacable el añadido de los retos, que nos invitan a participar en carreras en las que debemos cumplir con ciertos objetivos, no solo ganarlas. Bien acertar a tres rivales con determinado disparo, bien conseguir un objeto concreto que está dispuesto a lo largo del circuito, bien acabar en un tiempo marcado… y así infinidad de variables que le dan un interesante punto de reto, de desafio.
Una vez elegimos en que modo queremos jugar tendremos que seleccionar conductor. Bueno, en los desafíos el conductor viene pre-seleccionado, pero en el resto de Modos de juego nos dejan elegir. Tenemos una docena de personajes desbloqueados desde el inicio… y otros tantos ocultos que iremos descubriendo conforme juguemos. Entre los personajes que podemos elegir está, por supuesto Shrek, Fiona, Álex (el león de Madagascar), Po, Kitty zarpas suaves… y también algunos sacados de sus últimos éxitos, entre los que destacamos el de la captura de abajo, el temible Lobo de El Gato con Botas.
Pero hay muchos más que vale la pena vayáis descubriendo.
Y después de elegir personaje… a correr
Una vez hemos decidido con quien competir… seguimos seleccionando. Ahora toca el vehículo, hay varios y diferentes que, además, podemos tunear cambiando las ruedas, el color, el alerón… y obtendremos nuevos complementos conforme vayamos jugando. Vamos, que se han preocupado de que se note nuestro toque personal en cada carrera.
Y ahora vamos a lo fundamental en un juego de conducción, aunque sea conducción arcade y fantástica: Su jugabilidad. Aquí el título va sobre seguro y no arriesga. Tenemos exactamente los mismos controles y «trucos» que en todos los títulos similares que eisten en el mercado. Es decir: si hacemos una pirueta en el aire, al caer aceleramos. Si derrapamos durante un tiempo, aceleramos. Si pisamos los potenciadores del suelo, aceleramos.
Una nueva mecánica se incorpora en este All-Star Racing: la ayuda de los Trolls. Sí, esos simpáticos personajes de colores, cantarines, que hace poco estrenaron su tercera película. A lo largo de los circuitos podemos recoger notas musicales y, cuando tengamos las suficientes, podremos invocar la ayuda de estos seres tan graciosos. Otro aliciente y añadido que aumenta el aspecto táctico de cada carrera.
No faltan tampoco las cajas con armas, defensas, potenciadores… todo para fastidiar a los rivales y/o jugar sucio. Aquí el juego tampoco anda fino, porque no vemos con claridad que potenciador/ayuda cogemos y que es lo que hace. Además, si lo que tenemos son elementos destructivos debemos de que tener cuidado porque, si no andamos finos, nos afectará a nosotros. Por ejemplo, si lanzamos un proyectil cualquiera y rebota en una pared puede volverse contra nosotros.
También echamos de menos algún potenciador definitivo que nos permita remontar la carrera, porque en este juego como algún rival se distancie del grupo va a ser difícil alcanzarlo.
IA limitada sin límite de velocidad
Tampoco va muy fina la IA. En los niveles más fáciles es un paseo y dejas a los rivales atrás, muy atrás, perdiendo toda emoción… mientras en los niveles más altos la velocidad de los contrincantes se potencia de tal manera que los ves pasar como flechas. Nuestra velocidad también aumenta, pero todo se vuelve más complicado de dominar por semejante aceleración.
Lo que sí está conseguido es la sensación de velocidad y cada carrera es una verdadera fiesta. Además, ver como compites contra el maestro de Kung Fu de Po, o Asno, o Hipo (de Como entrenar a tu dragón), o cualquier personaje de estas divertidas y conocidas películas, es una auténtica delicia.
Las animaciones de los personajes son también divertidas aunque limitadas, están bien recreados pero no llegan a los altos niveles actuales de las últimas consolas. Es un juego pensado para poder correr en Switch, PS4 pero también en SerieS/X o PS5, así que estas últimas no se aprovechan, al menos gráficamente, como nos gustaría.
Las voces de los personajes se mantienen en inglés, pero nada de qué preocuparse porque está perfectamente localizado en castellano gracias a los subtítulos.
Concluyendo la carrera
Las conclusiones son positivas en general. El juego cumple con lo que promete y ofrece mucha diversión y la posibilidad de reencontrarse con personajes animados no muy habituales en este tipo de juegos. Técnicamente aprueba con lo que se le puede exigir y tiene una cantidad más que aceptable en modos de juego. Su posibilidad de compartir la diversión en partidas tanto locales como online es un plus que, aunque se da por supuesto, no todos lo juegos incluyen.
Tantos personajes y la posibilidad de tunear los vehículos con lo que vamos encontrando y ganando en las carreras incentiva todavía más.
Es un juego para todas las edades, pero sin duda es ideal para los más jóvenes. Y sí, es un clon de Mario kart, como tantos otros. También los hay mejores. Todo eso es cierto, pero también lo es que solo aquí tienes a Shrek, a Asno, al Gato con Botas, Megamind o a Po. El universo Dreamworks casi entero, al volante.