Crítica: “Divergente”: La fórmula errónea de Hollywood
Resumen de la Crítica
Valoración
Divergente no es una una mala adaptación sino un proyecto carente de pasión.
Las sagas literarias, en especial las juveniles, se han convertido en el negocio perfecto para Hollywood, y es que no solo ya tienen una base sólida de fanáticos sino que son fácilmente adaptables para gustarle tanto a chicos como a grandes. Arriesgadamente, Divergente aparece en un periodo dominado por Los juegos del hambre y no le queda más que luchar contra las equívocas comparaciones. La temática futurista y las protagonistas femeninas es lo único que une a estas sagas en el rubro de la literatura. Pero es en el cine donde Hollywood crea una confusión, y es que su molde para películas juveniles taquilleras hace que sus proyectos tengan los mismos errores y casi los mismos aciertos.
Beatrice “Tris” Prior ha crecido en una cercada ciudad de Chicago acabada por las guerras, donde para evitar errores del pasado la sociedad se ha divido en 5 facciones: los osados, los abnegados, los cordiales, los inteligentes y los que dicen la verdad. A los 16 años, cada persona tendrá que tomar una prueba para conocer a qué lugar de la sociedad pertenecen, pero las pruebas de Tris resultan no concluyentes, lo que la convierte en una amenaza para el sistema llamada divergente.
Empecemos con los aciertos, y es que la grandiosa actriz Shailene Woodley (Los descendientes) encabeza un elenco juvenil distinto junto a Theo James (Underworld), Zoe Kravitz (X men: primera generación) y Miles Teller (Proyecto X) entre otros, acompañados de veteranos como Kate Winslet y Ashley Judd. La elección de actores no basándose firmemente en el libro se convierte en una arriesgada pero funcional decisión. Shailene hace su trabajo y lo que muchos catalogan como falta de carisma, a mí me parece la total y fiel representación de su personaje, una joven que no sabe quién es y que apenas se está conociendo a sí misma. Zoe Kravitz destaca entre estos jóvenes con una encantadora participación, mientras que Kate Winslet deja claro el nivel de actriz que es. Dentro de su contenido, la elección de momentos que realizan es la adecuada, regalando una ágil y entretenida primera parte pero decayendo en el medio, tropiezo que pudo haberse evitado si hubieran continuado la narración de la protagonista, y es que este detalle se pierde después de los primeros 15 minutos y lamentablemente, no regresa.
Y es aquí donde llegamos al punto inevitable de la comparación y les puedo decir que Los juegos del hambre y Divergente comparten un error en el plano cinematográfico, que por lo menos para mí, anula todo lo demás. Al realizar una adaptación se tiene la libertad de agregar, eliminar o cambiar lo que uno piense que es necesario para hacer funcionar una película, pero lo que nunca hay que hacer es tocar de más la esencia de los personajes. Hollywood mantiene su fórmula de aligerar las sagas juveniles. Entibia la naturaleza humana y prefiere manejar personajes solo buenos y malos, más no reales. Una de las grandes cualidades del contenido de Divergente es la exploración de diferentes sentimientos hacia los demás en la lucha de encontrar un lugar en la sociedad. Inclusive las escenas violentas del libro tienen un porque, y es que nuestra protagonistas se va formando a golpes, se va fortaleciendo al ser atacada tanto física como mentalmente, y el suprimir o simplemente aminorar estas escenas dentro de la película, hacen poco creíble el cambio de nuestra protagonista. Ya sea en Divergente o en Los juegos del hambre, los productores prefieren guardarse la sangre y la intensidad para dar cabida a que todo público tenga acceso al cine, digo al final del día esto es un negocio.
Divergente se presenta como un buen inicio de la saga. Explicativa y que cumple los requisitos del entretenimiento, no más no menos. Aunque la verdad no supero el cambio de final (al ver la película, los que leyeron el libro sabrán de lo que hablo) pero me acuerdo de que es Hollywood y lo dejo pasar, no por gusto sino por resignación. De la película rescato esa recreación de los escenarios, en especial de la Ciudad de Chicago y a su elenco que hace bien su trabajo con lo que se les ha dado. Pero es claro que me quedo con las páginas donde Tris no se reconoce al verse al espejo de tantos golpes. Me quedo con una Cristina que es amiga pero ante la supervivencia siente envidia. Me quedo con esa pasión que se va descubriendo entre nuestros protagonistas. Me quedo con el libro y las palabras de la escritora Veronica Roth, y es que el film Divergente no es una una mala adaptación sino un proyecto carente de pasión.