Crítica: “Desolación Jones”. Género negro desolado.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Ellos, igual que yo, ya solo pueden ir hacia arriba”
Gracias a sus personajes, entorno y a la participación indisoluble del dibujo, nos encontramos con un divertimento estimulante, respetable y defendible.
Warren Ellis demuestra con “Desolación Jones” su polivalencia en el medio. Aquí se aproxima al género noir sin renunciar a la inquietudes que más éxito y mejores criticas le ha deparado, la ciencia ficción. En este contenedor es donde el escritor ha introducido el resto de derivaciones a través de un marco de acción con personalidad propia. Y en esta nueva ocasión es donde deambula Michael Jones, un antiguo agente del MI6 superviviente de la prueba Desolación, un invento de la seguridad británica que concedió a sus pacientes habilidades metahumanas y tragedias personales.
En una sola pincelada, Ellis llena su escritorio de instrumentos cienciaficcioneros creando un extraño ejemplo de distopía y cyberpunk retros que da trasfondo y significado a su protagonista. Disfruta con los momentos y giros que las particularidades de su personaje central provoca para enfocar realmente el planteamiento historietístico de la obra en el puro género negro. Porque todo lo demás es influenciado por todo lo que el género ha dado desde su creación como categoría divisoria. Jones no deja de ser un híbrido salido del infierno de Philip Marlowe (El Sueño Eterno)y Parker (A Quemarropa). Es más, tanto el encargo como los encuentros femeninos dimanantes de este son un claro homenaje a la obra de Raymond Chandler citada en primer lugar. Y del mismo modo, los métodos contundentes, breves, expeditivos y la mirada desengañada de la vida es muy Parker. Sobre todo teniendo en cuenta el quebranto moral y espiritual padecido como consecuencia de los experimentos.
A partir de estos presupuestos, Ellis construye una obra que respeta los elementos del noir en planteamiento y nudo para retorcerlos en el desenlace. Más cerca del villano que del antihéroe, la desgarradora experiencia de Jones y su aséptica conexión con los demás sólo es redimida cuando sus demonios internos pueden vengarse de los planes secretos y contrarios con los derechos humanos que los textos conspiranoicos han producido sobre las agencias gubernamentales.
“Hecho en Inglaterra” demuestra que la originalidad de la carrera de Ellis no radica en las tramas, sino en los matices que esconden los guiños a diferentes géneros, la construcción de sus personajes, las ficciones complejas con una pizca de acreditación científica, los giros preclaros y los ingeniosos diálogos. Sin ser “Desolación Jones” una de sus cimas artísticas, sí nos encontramos con una obra notable y muy estimulante gracias sobre todo a su envoltorio.
J.H. Williams III consagrado ya en ese momento gracias a la portentosa Promethea (Alan Moore) se arroga de nuevo como un artista original, diferente y narrativamente tan sugerente que mueve su lápiz al unísono que una steadycam. Y los mismo con las unidades de cámara, por ejemplo en las escenas de acción (clara influencia en autores de actualidad como Andrea Sorrentino). En ellas otorga mucho significado a pequeños detalles dentro de la secuencia para resaltar lo importante, que, aparte de dar mucho empaque visual a la obra, lo diferencia de lo comúnmente establecido por regalar varias lecturas en una misma unidad de acción.
Su estilo polifacético se vuelve a demostrar en las visiones alucinógenas que los experimentos han producido en el protagonista. Ángeles divinos que contradicen el pozo hondo y oscuro que es su alma con un estilo gráfico distinto que sirve para diferenciar lo intangible de lo tangible y donde la colaboración en el color de José Villarrubia forman un gran todo pictórico y digital. El resultado es un contraste espectacular en la página con el único hándicap de que narrativamente no tiene más peso que enseñar los efectos secundarios del criminal experimento.
No obstante, esto no ocurre con los flashbacks, puestos como representaciones oníricas del protagonista para narrar gráficamente su historia personal y lo que sufrió. Aquí lo mismo, difiere el estilo haciéndolo más ondulado y alargado sin más ayuda que su lápiz, enfatizándolo en claroscuros de gris puro que sirven para diferenciar la fantasía de la realidad.
En suma, siendo un entretenimiento puntual en la obra de Ellis, el cómic da como resultado un divertimento estimulante, respetable y defendible gracias a sus personajes, a su entorno y a la participación indisoluble del dibujo. Sin dejar de lado que no es ni más ni menos que una ligereza del escritor, pero superior a la media.
Desolation Jones 1-8, Vertigo/DC Comics/Wildstorm. Desolación Jones, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 208 pags. Pvp: 20,50 €.