Crítica de The Last Oricru, para Xbox Series S
Valoración
GRÁFICOS
SONIDO
JUGABILIDAD
Un buen RPG con algún pero.
The Last Oricru puede haber pecado de ambicioso, pero ha arriesgado consiguiendo traernos lo mejor de los Souls, unido a lo mejor de los RPG, aunque sin conseguir la robustez deseada, pero dejándonos con buen sabor de boca.
Plaion nos presenta un título desarrollado por GoldKnights, un estudio domiciliado en Praga que nos trae The last Oricru como su carta de presentación.
Una gran aventura nos aguarda.
El juego está disponible para PS5, Xbox Series X|S y PC (Steam), trayendo a los jugadores un RPG que por un lado se basa en las decisiones que vayamos tomando a lo largo de la historia, y por otro en combates al más puro estilo Souls. Y ante esto, podríamos preguntarnos: ¿Funciona la combinación? Pues en las siguientes líneas os daremos respuesta.
La historia del juego comienza cuando aparecemos dentro de una especie de cápsula. Desde allí veremos que unos seres mutantes están abriendo cada una de las cápsulas allí presentes, lanceando a sus habitantes, hasta que nos llega el turno y se nos hace lo propio…
A partir de aquí apareceremos en un palacio medieval, con toques fantásticos, donde se nos informará de que somos inmortales, y que debemos comenzar nuestro entrenamiento. Poco sabremos al principio sobre nuestro papel en Wardenia, el mundo donde nos encontramos, pero pronto veremos que existe un conflicto entre los Naboru y los Rátidos.
Decisiones sin vuelta atrás.
Descubriremos que en el palacio en el cual nos encontramos, los Naboru tratan a los Rátidos como esclavos, y ya aquí se nos presentará nuestra primera decisión, pues uno de esos Rátidos realiza las labores de armero, pidiéndonos ayuda.
No os voy a desvelar más datos de la historia, pues vale la pena dejarse sorprender por los posibles giros que iremos encontrando en la trama, y de los cuales seremos participes al decidir ayudar a uno u otro bando, o bien realizar una u otra acción en un momento determinado. Todo afectará en la historia, y esta es una de las bazas más interesantes del título a priori.
Un protagonista altanero.
Tomaremos el control de Silver, un humano que no recuerda nada de su pasado, pero que se encuentra en aquel lugar con otros de su especie, entrenando con un fin que no conoceremos hasta ir avanzando.
En este punto descubriremos las mecánicas de combate, muy similares a los Souls, aunque un poco menos profundas, ya que podremos atacar, bloquear y rodar por el suelo para esquivar, pero los enemigos serán un poco más predecibles que en los títulos de From Software. Aún así, nos basaremos en vencer y ganar experiencia en combate, o bien morir y volver a aparecer de nuevo (somos inmortales) para intentar vencer, pudiendo recuperar nuestro halo de experiencia perdida al morir.
Así disfrutaremos de esta mezcla de mecánicas. Por un lado, dispondremos de conversaciones con diferentes personajes, los cuales nos podrán proponer misiones principales y secundarias. Nuestras respuestas serán tomadas en consideración, afectando totalmente al desenlace de nuestra historia. Por ejemplo, si un personaje nos pide algo y decidimos no ayudarle, es posible que se convierta en un enemigo, pudiendo encontrarnos con sus compañeros en tono amenazante, o bien atacándonos directamente si hemos hecho algo que les ha molestado en gran medida.
Sólo o con amigos…
Aparte de disfrutar de la aventura en solitario, podremos «invocar» a un amigo en modo cooperativo, apareciendo como un espectro y disfrutando de su compañía a la hora de seguir avanzando. Lo único es que nuestro compañero no adquirirá ningún tipo de experiencia o bonificación, pero es entretenido poder jugar en compañía.
The Last Oricru puede ser terminado en unas 15-20 horas, pero consigue darnos algunas horas más si decidimos probar que hubiera pasado si hubiésemos tomado alguna otra elección, ya que como hemos comentado en anteriores líneas, la estructuración de la toma de decisiones y sus consecuencias reales ha sido muy bien ejecutado por el equipo de desarrollo del juego.
Combates interesantes, pero sin llegar a ser top.
Si se hubiese conseguido una mejor ejecución de las mecánicas de combate, el título hubiera ganado muchos mas puntos a su favor, pero aquí, pese a ponerle mucho empeño en su desarrollo, no consigue llegar a las cotas de un gran Soulslike, ya que existe falta de precisión en colisiones, IA enemiga y animaciones de movimientos. Aún así, el título nos permite disfrutar de una grata experiencia a nivel general, lo cual es de agradecer en su conjunto.
Los escenarios están bien diseñados, con zonas interconectadas y cambios de ambientación que consiguen meternos en el juego e invitarnos a explorar por las diferentes localizaciones, interactuando con diferentes objetos y personajes a lo largo de nuestra aventura.
Gráficos.
A nivel gráfico, el título cuenta con claroscuros. Por un lado, disfrutaremos de unos escenarios bellos en su conjunto, llenos de profundidad y colorido, pero que pecan en las distancias cortas, por texturas poco realistas en ocasiones.
Por otro lado, el diseño de personajes, así como sus animaciones, consiguen hacernos disfrutar de una buena experiencia, pero cuando pasamos a las expresiones faciales, estas quedan bastante artificiales, transportándonos por momentos a títulos e épocas pasadas.
Aún así, The Last Oricru tiene un toque en su esencia que consigue engancharnos. Una magia especial que nos lleva de la mano a través de la aventura, haciendo que nos olvidemos por momentos de su apartado artístico, envueltos en la fantasía de la esencia de su historia.
Sonido.
Pasando al aspecto sonoro, The Last Oricru tiene una banda sonora resultona, sin más. Por otro lado, los efectos generales de sonido cumplen bien sus objetivos, con golpes, explosiones, cortes y demás, consiguiendo crear una atmósfera propicia en todo momento.
Las voces están bien interpretadas en inglés (subtítulos en castellano), aunque la actuación que ha recaído sobre nuestro protagonista lo convierte en un personaje un tanto fantasma por momentos, por su altanería y su forma de tomarlo todo a chiste, con el afán de hacerse el gracioso. Tal vez hubiera dado un poco más de sí un protagonista más comedido, con más garra en los momentos álgidos y menos fanfarronería.
Conclusión.
Es curioso ver que un juego tiene carencias y a su vez consigue convencernos en su conjunto. Aquí creo que está la clave del título, ofrecernos un juego entretenido, arriesgado en su concepto y que podría haber brillado mucho más, pero que, teniendo en cuenta la poca experiencia del equipo de desarrollo, sumado a sus ganas por traernos un buen RPG, creemos que han cumplido su objetivo, pues no es para nada un mal título.
A nivel personal, el título me ha convencido, pese a no ser un top, pero logrando que se disfrute de principio a fin con toda la esencia de lo que un buen RPG puede aportar a cualquier jugador amante de este tipo de juegos.
Y aquí ya queda en vuestras manos haceros con The Last Oricru. Sólo puedo comentaros que si os gustan los RPG, tenéis en este título una propuesta muy interesante y divertida. No vais a encontrar la panacea en lo que respecta a este tipo de juegos, pero la mezcla de aventura narrativa, con toma de decisiones y un poco de Souls, no tiene ningún desperdicio.
¿Queréis descubrir que está pasando en Wardenia? Venid a buscar respuestas…