Crítica de «Steelheart», de Brandon Sanderson
Resumen de la Crítica
Originalidad
Suspense
Ritmo narrativo
Sense of wonder
¡Fantabulosa!
Sanderson lo ha vuelto a hacer
Ediciones B ha encontrado un filón en la figura de Brandon Sanderson. Desde su debut con Elantris, su primera novela autoconclusiva, el autor nos ha ido acostumbrando a esperar lo mejor de él. Inconformista desde que era un estudiante, se propuso romper con todas las reglas preconcebidas de lo que él mismo llamó «síndrome de Campbell», afección que predominaba dentro del género fantástico desde los inicios del mismo. Así, en sus obras huye de los esquemas campbellianos que suelen incluir un viaje iniciático en el que el héroe de turno resulta ser el elegido para emprender una misión aterradora, acabando por conocer a una serie de personajes que lo prepararán para hacer frente al desafío final. Tampoco adolecen sus obras del marcado maniqueísmo que vemos en otras del mismo género; los personajes de Sanderson pocas veces son lo que parecen, y a medida que avanzamos en la narración descubrimos que todo depende del punto de vista desde que se contemple.
Con estas interesantes premisas, que ya hemos podido encontrar en joyas como la trilogía de los Nacidos de la Bruma, Elantris o El camino de los Reyes, un nuevo lanzamiento de Sanderson siempre nos lleva a la misma pregunta: ¿lo habrá vuelto a lograr esta vez? Este en particular, Steelheart, ya marca ciertas diferencias con los anteriores desde el texto de la contracubierta: es una historia de superhéroes.
La acción se sitúa en un mundo gobernado de forma implacable y despiadada por seres superpoderosos, llamados Épicos, que adquirieron sus poderes con el paso de un cometa llamado Calamity. Así, los Estados Unidos pasaron a llamarse los Estados Fracturados y su superficie fue repartida entre los más poderosos de los Épicos para dictar su propia ley.
La novela, que es el primer volumen de una trilogía, transcurre en Chicago Nova, la ciudad que un Épico llamado Steelheart ha convertido literalmente en acero con sus poderes. Con la ayuda de su séquito, un verdadero régimen dicatorial basado en el terror, juega con las vidas de sus habitantes humanos a su antojo. Solo los Reckoners, un grupo de resistencia clandestino, osarán oponerse a los Épicos, organizando ataques por sorpresa al más puro estilo terrorista, llegando a matar a algunos de los menos poderosos. El protagonista es un chico de dieciocho años que, tras ver a su padre morir a manos de Steelheart, ha jurado dedicar su vida a vengarlo, y para ello se ha dedicado durante años a recopilar todo tipo de información relativa a los Épicos. Y, cómo no, su mayor anhelo será llegar a unirse a los Reckoners…
Como es habitual en las novelas de este autor, toda la magia (o, en este caso, superpoderes) tienen una
coherencia brutal en sus reglas básicas, lo que convierte la lectura en una experiencia única. Resulta sencillo, una vez comprendidas las reglas básicas, seguir las escenas de acción y, si se usa la lógica, incluso anticipar cosas que podrían suceder. A falta de una imagen mejor, diríamos que es la versión fantástica de una clásica novela de Ágatha Christie: si te quedas con los detalles y le das vueltas en tu cabeza, puede que averigües quién es el asesino antes del final. Y no solo participa de este rasgo en común con el género policíaco; además, Sanderson maneja como nadie el suspense, acabando cada capítulo en un gancho que hace difícil dejar la lectura a medias. En realidad, esta y otras de sus novelas son puzles de los que nos va ofreciendo pequeñas piezas a modo de pistas durante toda la narración. Es en la recta final cuando éstas comienzan a encajar para mostrarnos la imagen global con claridad, si bien es cierto que en Steelheart un lector avispado seguramente sabrá identificarlas a tiempo para hacerse su propia idea de cómo va a acabar la historia… ¡y es entonces cuando Sanderson da una de sus vueltas de tuerca y nos demuestra que, en realidad, no somos tan sagaces como creíamos!
Otro aspecto a destacar son los personajes. Al estar la historia contada desde el punto de vista del joven David, al que llaman Knees, todo lo que se nos muestra es subjetivo. Si bien al principio nos da la impresión de ser una novela puramente juvenil, mayormente debido a la naturaleza de sus pensamientos cada vez que interactúa con una joven de los Reckoners de la que se enamora nada más verla. Sin embargo, se trata de un personaje extremadamente astuto, como suele mostrarnos Sanderson, y esto le da una gran riqueza a la narración.
¿Se trata, entonces de literatura juvenil? En cualquier caso, no es más juvenil que obras como Los juegos del hambre, de Suzanne Collins. Son novelas que pueden ser disfrutadas por lectores de todas las edades. Los adultos probablemente obtendrán una lectura algo distinta que los más bisoños, pero todos la encontrarán, cuanto menos, estimulante. Ahora falta esperar a que las dos partes que continúan la saga estén a la altura de ésta, algo que Sanderson ya demostró con la trilogía de los Nacidos de la Bruma. Si hemos de guiarnos por esa referencia, el autor destrozará el puzle que había compuesto y nos ofrecerá uno nuevo, con premisas y situaciones completamente distintas, derivadas de los cambios acontecidos al final del primer libro. No en vano, ya tiene vendidos los derechos de Steelheart para su adaptación a la gran pantalla, con sus dos secuelas.
Los que hayan disfrutado de otras obras del mismo autor y no se decidan con esta, tal vez en parte porque trata de superhéroes, pueden estar tranquilos. Steelheart estaría mucho más próxima a Watchmen, por poner un ejemplo del mundo del cómic, que a Los Vengadores. Y contando con la ya habitual traducción de nuestro Rafael Marín, uno no puede sino recordar su Mundo de dioses, también editada inicialmente por Ediciones B en su colección Nova hace ya unos cuantos años, y que ahora se puede adquirir en una nueva edición de Alamut-Bibliópolis. Seguramente, a él también le habrá traído recuerdos al traducirla…