Crítica de «Soldado de Fortuna», de Alexis Brito
Resumen de la Crítica
Valoración
Cruda y lacerante
Excelentes hazañas bélicas de época
Las guerras napoleónicas han demostrado ser una inagotable fuente de inspiración para multitud de escritores a lo largo de los años. Quién no ha leído, o escuchado hablar sobre el famoso personaje de Bernard Cornwell, Sharpe, siempre metiendo las narices de forma más o menos accidental en las batallas más recordadas de la historia. No en vano fue una de las contiendas más sangrientas que se recuerdan, regando Europa con cientos de miles de cadáveres. La obra de Alexis Brito, presentada por Dlorean Ediciones, retrata distintos y muy variados episodios de este periodo histórico desde los ojos de un personaje peculiar: un mercenario sajón con un particular sentido del honor.
Alejado de los valores justicieros de nuestro precedente más conocido en el imaginario popular, Curro Jiménez, este soldado de fortuna recorre el continente año tras año, tratando de procurarse la supervivencia y el sustento de la única manera que sabe: alquilando su brazo al mejor postor. Así pues, Konrad Stark luchará contra los ejércitos republicanos de Napoleón Bonaparte desde el frente ruso, inglés, holandés o cualquier otro que le ofrezca lo que busca: comida con la que llenar su panza y una soldada para gastársela en bebida y mujeres.
Es esa característica de su personalidad, el egoísmo acompañado de un marcado instinto de supervivencia, lo que lo llevarán a adoptar distintos roles a lo largo de los años que dura el conflicto. Comenzando como grumete en un barco de guerra, irá pasando por distintas etapas de su vida, siempre marcada por la muerte y el sufrimiento (generalmente, ajeno). Así, veremos a un Konrad Stark marinero, soldado de infantería, pirata, salteador de caminos, vividor mantenido por mujeres casadas aburridas, y hasta jugador profesional. Stark rechaza las normas de la caballerosidad y el decoro que nos han llegado principalmente a través de los edulcorados filmes de la época dorada de Hollywood, siendo en todo momento fiel a su credo: lo más importante es siempre él mismo.
El libro recoge una serie de relatos del mismo personaje, en orden cronológico, que nos ofrecen una visión del conflicto a ras de suelo, alejándose del romanticismo y, frecuentemente, burlándose de él. Así pues, la obra tiene dos lecturas posibles: por un lado, somos testigos del imparable avance de las tropas napoleónicas y su posterior caída. El trabajo de documentación ha sido exhaustivo y el autor lo presenta de forma natural, sin grandes alardes magistrales, en favor de una narración épica y cruda. Cabe destacar la excelente caracterización de la atmósfera de determinadas escenas, como las que tienen lugar en alta mar. Las batallas navales de Alexis Brito huelen a pólvora, brea, salitre y sudor. Sin duda, harán las delicias de los seguidores de Patrick O´Brien y su Master and commander. Cuando Stark se arrastra por una zanja húmeda, también llegamos a sentir el escozor de sus heridas, el olor a inmundicias y su sed de sangre, que lo lleva a protagonizar más de un acto temerario para cobrarse alguna justa venganza.
Pero son los hechos cotidianos los que dotan de relieve al personaje, haciéndolo más humano después de todo, aunque no precisamente una
buena persona. Así, se convertirá en ciente VIP de los mejores burdeles europeos y será perseguido por maridos ultrajados, cuyas anhelantes esposas suspirarán por los favores del sajón.
Soldado de Fortuna no es una novela en sí, sino una colección de relatos, pero puede ser leída como tal. Aunque algunas de las historias independientes terminan de forma abrupta, sin que se nos ofrezca una visión de la batalla de turno que está a punto de estallar, conforman un todo indisoluble. Es entonces cuando nos damos cuenta de que la historia no trata sobre tal o cual batalla, sino que el marco conceptual meramente cumple la función de mostrarnos un momento puntual de la vida del personaje (una venganza, un breve romance, una incursión previa a la gran batalla…).
Sin duda, se trata de narraciones muy bien logradas y que, sin duda, no defraudarán a los amantes de las hazañas bélicas y al estilo pulp en general, no en vano aparece dentro de la colección Savage de Dlorean. Esta línea editorial está destinada a historias protagonizadas por intrépidos aventureros al más puro estilo Indiana Jones o Doc Savage, con un estilo colorido y crudo a la vez. ¿Merece la pena darle una oportunidad? Ahora es cuando me voy a permitir hacer una reflexión, con la que se puede estar en mayor o menor desacuerdo. El lector español de fantasía, ciencia ficción y otros géneros afines, por regla general, huye de todo lo que huela a clase de Historia como gato escaldado del agua fría. Así pues, la portada con soldados de caballería elegantemente vestidos y con peluca empolvada puede hacer torcer el gesto a más de uno. Esta evitación selectiva (muy respetable, pero siempre hay que ser consciente de que no es otra cosa que un prejuicio) suele ser una traba a la hora de descubrir algo nuevo que pueda llegarnos a gustar. Por otra parte, los lectores habituales de narrativa histórica no suelen buscar lecturas potenciales en editoriales especializadas en fantástico. Estas dos circunstancias pueden desembocar en la tremenda injusticia de que este libro no reciba la atención que merece, tanto por su calidad narrativa como por lo divertido que resulta. Desde Hello Friki me gustaría animar a quienes lean estas líneas con la mente abierta a dar una oportunidad a Soldado de fortuna. No solamente pasarán muy buenos ratos con las más variadas aventuras de un personaje que bien pudo haber sido el mismísimo Lobezno en el pasado, sino que, tal vez, aprendan algo de Historia en el proceso. ¡Yo ya lo he hecho!