Crítica de Shadow of the Ninja Reborn, para Nintendo Switch.
Valoración
GRÁFICOS
SONIDO
JUGABILIDAD
DURACIÓN
Un remake a la altura.
Shadow of the Ninja Reborn toma la esencia del título de los 90 para rehacer todo desde cero y mantener ese toque y mecánicas, con el fin de ofrecernos un producto fresco, pero con todo lo que aquella época conseguía darnos.
En los años 90 llegaba a Nintendo NES, de la mano de Natsume, Blue Shadow, que recibió el nombre de Shadow of the Ninja en Estados Unidos.
En una época en la cual fueron lanzados muchos títulos de este estilo, quedaba en la memoria de la mayoría de usuarios el mítico Ninja Gaiden, pero Shadow of the Ninja consiguió abrirse un hueco en la industria por su buen hacer a nivel global.
Un buen clásico renovado.
El título nos sumergía en un juego de plataformas con scroll lateral, donde a lo largo de 5 niveles, divididos en catorce sub niveles en total, nos enfrentábamos a multitud de enemigos, llegando al final de cada nivel con el enfrentamiento contra un jefe final, e incluso con algún mini jefe inesperado y alguna que otra trampa que podía pillarnos por sorpresa.
Como todo arcade de la época que se preciara, nuestro cometido no iba a ser sencillo, ya que la dificultad nos iba a hacer morder el polvo en numerosas ocasiones, hasta dar con la fórmula para seguir avanzando. Además, disponíamos de la posibilidad de poder jugar cooperativamente dos jugadores simultáneamente.
Y bien, hoy os traemos el resurgir de este clásico, con todo un lavado de cara que nos acerca de nuevo Shadow of the Ninja, pero como si lo jugásemos hoy en día con una consola de 16 bits. Y eso no es todo, ya que los responsables de traernos este remake han sido ni más ni menos que algunos de los desarrolladores que dieron vida al título original de los 90, formando parte de Tengo Project, lo cual nos sitúa ante un juego que contiene toda la esencia de antaño, y eso se nota desde que nos ponemos a los mandos.
Difícil pero adictivo.
Comenzando a jugar podremos elegir entre Hayate y Kaede, ninjas masculino y femenino con multitud de habilidades para hacer frente al Emperador Garuda, el cual ha tomado el control de los Estados Unidos, haciendo que hordas de seres malignos campen a sus anchas sembrando el mal.
Jugando solos o con otro jugador, podremos movernos, saltar, atacar con la espada o bien lanzar una cadena para alcanzar a los enemigos. Por otro lado, nuestro personaje se podrá encaramar a plataformas, colgando o subiendo a las mismas para acceder a otra zona del nivel y seguir así avanzando en nuestro periplo.
Encontraremos cajas que nos proporcionarán potenciadores para nuestra espada, energía consumible y diferentes tipos de armas adicionales como un trabuco, espadones o estrellas ninja, entre otras, con las cuales poder defendernos ante las diferentes amenazas que encontraremos a lo largo de cada nivel.
Lo que más destaca en este título es el hecho de que la dificultad va en aumento conforme avanzamos, ya que los primeros compases son bastante amables, pero pronto todo se irá complicando con enemigos más puñeteros que nos aparecerán de repente, haciendo que debamos memorizar cada nivel para intentar superarlo a base de prueba y error.
Artesanía gráfica.
Sí, es un juego a la antigua usanza, de aquellos en los que la dificultad llegaba a desesperarnos, haciéndonos repetir una y otra vez cada nivel con el fin de aprender cada mecánica, cada salto en el momento justo y cada golpe para no terminar eliminado, pues únicamente dispondremos de una barra de energía, la cual hace que se termine la partida si se queda a cero, debiendo continuar desde el principio del nivel e intentar superarlo.
El pico de dificultad puede resultar molesto para muchos jugadores, pero a nivel personal, consigue engancharnos y volver a intentar superar cada reto, con la recompensa de ir avanzando cuando conseguimos pillar el punto clave y derrotar a un enemigo concreto, o bien realizar el salto justo en el momento adecuado para que no nos golpeen y caigamos irremediablemente, por ejemplo.
Un nivel más.
El añadido que tiene este remake reside en el hecho de contar con un nivel más que su predecesor, así como clasificaciones mundiales, tanto a nivel de puntuación como a contrarreloj, desbloqueando el desafío de terminar cada uno de los 6 niveles en el menor tiempo posible conforme consigamos superarlos en nuestra partida, con el fin de poder competir contra otros jugadores alrededor del mundo para ser los más rápidos.
Si somos buenísimos con el control del juego y nos parece poco desafiante (lo dudo), dispondremos también de un modo difícil, para sufrir un poquito más si cabe…
Dentro de las opciones, contaremos con un manual, en el cual se nos explicarán los diferentes botones para realizar cada una de las acciones en el juego, desde seleccionar un ítem en nuestro inventario a realizar ataques especiales, así como los dos protagonistas que podemos elegir y sus características.
Gráficos.
A nivel gráfico, el juego se nota que tiene ese toque retro, con una exquisitez brutal, ofreciéndonos unos diseños de niveles coloridos y renovados, así como cada uno de los protagonistas del juego y los enemigos que llegaremos a encontrarnos a lo largo de nuestra aventura.
Todo recuerda a los 16 bits, llegando en ocasiones a rozar los 32 bits, con una fluidez y unas animaciones geniales de principio a fin. Es como si hubiésemos desempolvado nuestra Super NES y estrenásemos un nuevo cartucho puntero de la época, sintiendo esa esencia y esa magia que muchos títulos actuales han intentado plasmar sin llegar a conseguirlo al 100%.
Sonido.
Si pasamos al apartado sonoro, disfrutaremos de melodías también remakeadas, con sonidos un poco más actuales, pero pudiendo reconocer en todo momento esas músicas míticas del título original, las cuales son una autentica gozada, dotando al juego de una genial banda sonora.
Por otro lado, los efectos de sonido, con disparos, explosiones, gritos, etc., consiguen ambientar el conjunto, dando como resultado un producto bien acabado.
Conclusión.
Estamos ante un título que demuestra el mimo y la artesanía en su producción, tomando la esencia del juego original y rediseñando todo de nuevo, para luego darnos varios añadidos, pero sin perder en ningún momento el toque de su germen.
Para todo amante de los juegos arcade, este Shadow of the Ninja Reborn es todo un regalo, tanto a nivel visual como jugable, con acción y dificultad endiablada, pero consiguiendo engancharnos desde el principio. Y lo más importante, bastante rejugable tras finalizarlo, por sus diferentes propuestas y ese toque que sólo consiguen algunos títulos de antaño.
Por todo ello, si estáis buscando un buen pique, no dudéis en haceros con Shadow of the Ninja Reborn. ¿Os atrevéis a intentarlo?