Crítica de Morbid: The Lords of Ire, para Nintendo Switch.
Valoración
GRÁFICOS
SONIDO
JUGABILIDAD
DURACIÓN
Un souls interesante.
Morbid: The Lords of Ire es un título bastante interesante, el cual nos proporciona una aventura con elementos Souls, pero con menor dificultad, más humilde, pero muy divertido.
En diciembre de 2020 y de la mano de Still Running Games, nos llegaba Morbid: The Seven Acolytes, un videojuego con una vista cenital y unos gráficos 2D desarrollados en pixel art.
El título tenía ingredientes RPG con una exigencia que nos recordaba bastante a los Soulslike, tal y como podéis comprobar en la crítica que hicimos, aprovechando su lanzamiento en formato físico por parte de Tesura Games:
Un retorno con grandes novedades.
Pues bien, 4 años después nos llega Morbid: The Lords of Ire, la continuación de aquel gran título, pero de una forma totalmente diferente, ya que todo lo que antes era pixel art ha sido sustituido por un motor 3D con una vista en tercera persona, al más puro estilo Souls y consiguiendo sorprender por su accesibilidad.
El título se encuentra disponible en formato físico para PS5 y Nintendo Switch gracias a Tesura Games, pudiendo contar con el mismo también para PS4, Xbox One, PC(Steam), Xbox Series X|S y por supuesto PS5 y Nintendo Switch en digital.
Una vez más controlaremos a Striver, dentro de un mundo repleto de criaturas, donde deberemos combatir de nuevo a los Gahars y sus seguidores, líderes corruptos de las cinco facciones de Aya.
Los Señores de la Ira.
Si en el anterior título debíamos acabar con los siete acólitos, aquí deberemos encargarnos de los señores de la Ira, debiendo abrirnos paso por cinco territorios, cada uno de los cuales se encuentran gobernados por una facción única y temible.
Tal y como hemos comentado anteriormente, Morbid: The Lords of Ire se nos presenta al más puro estilo Souls 3D, permitiéndonos explorar el mundo a nuestro gusto, con algunas limitaciones, pero consiguiendo dar una buena sensación de libertad a nivel general.
En nuestro camino nos iremos topando con diferentes enemigos, contando en un principio con una espada para defendernos, pero pudiendo ir consiguiendo nuevo equipo conforme avancemos en la aventura.
Descansar y seguir.
Al igual que sucede en los juegos de este tipo, nos encontraremos con estatuas, las cuales hacen la función de las famosas hogueras de otros títulos. En ellas podremos viajar de un punto a otro del mapa, establecer bendiciones, o bien mejorarlas, entre otras cosas.
Uno de los aspectos interesantes del título se basa en el hecho de que cuando morimos, no tendremos que ir al punto donde hemos caído a recoger nuestra alma, ya que nuestra experiencia no viene tan medida por niveles, si no por las cartas de bendiciones, con las cuales podremos ir mejorando energía y otros aspectos a base de puntos de habilidad que vayamos ganando en combates. Tampoco perderemos equipo al morir, sólo tendremos que volver a recorrer el camino desde la última estatua en la cual hemos estado.
Pasando a las armas, las mismas las podremos ir mejorando con runas que encontraremos en nuestra exploración. Estas runas, al igual que pasaba en Morbid: The Seven Acolytes, se pueden ir engarzando a las armas para potenciar algunos valores, así como disminuir otros. Consiguiendo un equilibrio disfrutaremos de un arma más potente, renunciando por otro lado a algún que otro beneficio.
Contando con aliados.
En algunos puntos del juego podremos acceder al Templo de la Redención, un lugar donde encontraremos diferentes personajes que nos ayudarán a mejorar y conseguir nuevas bendiciones, así como armas y recursos para continuar con nuestra aventura.
Dispondremos también, aparte de un inventario donde ir acumulando espadas, e incluso pistolas, de ranuras de acceso rápido, con el fin de poder utilizar pociones curativas, otras de invisibilidad o darle algún poder a nuestra arma, entre otras.
Nuestra protagonista podrá atacar, bloquear, rodar para esquivar, hacer parry y contraataques que nos proporcionarán escenas gore repletas de sangre y vísceras. Así mismo, podremos contar con un arma principal y otra secundaria, permitiéndonos intercambiar entre una y otra en todo momento.
Esencia Souls.
Podremos atacar con golpes normales o golpes críticos, debiendo estar al tanto de las dos barras que poseen los enemigos, ya que una indicará su energía y otra su postura. Al atacar iremos disminuyendo ambas barras, consiguiendo que el enemigo quede a nuestra merced para un ataque brutal si pierde la barra de postura, pero si la conserva demasiado tiempo, puede entrar en furia, lo cual nos puede generar problemas si no le asestamos un golpe crítico a tiempo.
Si atacamos a diestro y siniestro podremos quedar sin resistencia, debiendo controlar nuestros ataques para que su efectividad sea la correcta y no recibamos un mamporro inesperado que haga que perdamos la partida.
Un aspecto interesante en este título es el hecho de que en ocasiones podremos acercarnos sigilosamente a nuestros enemigos, asestando una estocada mortal sin ser detectados.
No hay que volverse locos.
Y como no, al igual que en su predecesor, en esta nueva entrega también tendremos la barra de cordura, la cual puede ser beneficiosa para cuando queremos hacer ataques potentes, pero podemos perder nuestra estabilidad mental, llegando a la locura, con sus partes positivas y negativas en todo momento.
Los jefes finales de cada nivel no son excesivamente complejos, haciendo de este título un Souls muy accesible, pues no nos deja nunca con esa sensación de imposibilidad para avanzar, ya que a medida que repetimos algunas zonas, vamos pillando el punto para avanzar, encontrando como acabar con cada enemigo y avanzando cada vez un poco más.
Gráficos.
A nivel gráfico, el título nos ofrece unos gráficos bastante buenos, sin ser un portento visual pero haciéndonos disfrutar de unos entornos coloridos, con una atmósfera que consigue sumergirnos en la historia y disfrutar de una experiencia bastante fluida y divertida de principio a fin.
Cabe decir que en Nintendo Switch hay algunas zonas que quedan bastante deslucidas, con sombras y diseños un tanto desdibujados, sacrificando texturas por rendimiento, las cuales brillan más en PC o consolas más potentes.
El diseño de niveles está bien ejecutado, y aunque la variedad de enemigos a veces se hace un tanto repetitiva, el resultado final queda bastante decente a nivel global.
Sonido.
A nivel sonoro, contamos con una buena banda sonora, de la mano de Simo Talasranta, la cual se adapta de forma dinámica a cada acción, haciéndonos disfrutar de una experiencia muy disfrutable en todo momento.
Los efectos y las voces en algunas conversaciones, con un doblaje en inglés, consiguen dar el toque final a un producto bastante interesante en todos sus aspectos.
Conclusión.
Hay que decir que estamos ante un título bastante humilde, pues viene de un estudio pequeño e independiente, formado por 14 miembros. Es por ello que no vais a toparos con un Souls que pueda hacer sombra a otros títulos como Lies of Pi o Lords of The Fallen, entre otros. Este título tiene los elementos de este tipo de juegos, con una jugabilidad bastante agradable y una duración comedida de unas 12 horas.
A nivel personal, he disfrutado mucho de este juego, pues su propuesta es muy interesante, y aunque no se puede comparar a los titulazos que nos casca el señor Miyazaki, estoy seguro de que os va a suponer una experiencia de lo más divertida en todo momento.
Y hay que tener en cuenta también el hecho de que podamos disfrutar de un título de estas características en Nintendo Switch, lo cual es otro punto a tener en cuenta.
Aparte, Morbid: The Lords of Ire es un título bastante económico, por lo que si este verano tenéis ganas de un título que no os exija en gran medida, pero que tenga los elementos de un Souls, no puedo más que aconsejaros que le deis una oportunidad a este juego.