Crítica de MOB: La Gran Manzana, un juego de mesa muy mafioso.

Hoy cambiamos un poco de tercio y nos adentramos en el mundo de los juegos de mesa. Gracias a Bumble3ee Interactive, distribuidora y traductora en España de grandes títulos a nivel de videojuegos, y que cuenta además con distribución y traducción de juegos de mesa, hemos podido probar de primera mano su último lanzamiento dentro de esta vertiente.

La Ley Seca.

Os vamos a contar todo lo que nos ofrece MOB: La Gran Manzana, un título ambientado en Nueva York de 1926. Concretamente en medio de la Ley Seca, donde dos familias del crimen se encuentran enzarzadas en una contienda, con el fin de dominar el territorio y poder así extorsionar a los negocios locales, controlando la distribución de bebidas alcohólicas.

El juego está diseñado por Steve Finn, de Doctor Finn’s Games, creador de juegos como Biblios, Alpujarras o Capo Dei Capi, entre otros.

Nos meteremos en el papel de uno de los dos Capodecina de estas familias, debiendo organizar a nuestros matones para recopilar cargamentos de bebida, eliminando por el camino a aquellos que osen interponerse en nuestras metas.

Conseguir el control, nuestra meta.

Así, a base de disparos, desenmascarar infiltrados y chivándonos ante el Fiscal del Distrito sobre los movimientos de nuestro adversario, deberemos hacernos con el poder y controlar así la Gran Manzana.

Con esta premisa arranca la presentación de este juego, ofreciéndonos una caja con unas preciosas ilustraciones que invitan a vislumbrar el contenido de la misma. Y eso es lo que os vamos a mostrar a continuación, todo el proceso de unboxing en formato fotográfico, para luego explicaros la mecánica de las partidas y nuestras impresiones tras disfrutar de las mismas.

Al abrir la caja nos encontramos con el manual del juego, a todo color y muy bien explicado en cuanto a historia, contenido del juego, preparación del mismo y mecánica de cada partida.

Tras sacar el manual, nos encontraremos con el tablero de acciones, el cual explicaremos más adelante.

Luego tendremos el tablero del juego, donde se realiza una parte de las acciones. Al desplegarlo podremos apreciar diferentes barrios emblemáticos de Nueva York, con preciosas ilustraciones que consiguen crear el ambiente de las luchas de mafias. Destacan los nombres de los barrios, rematados en oro, dando un brillo y personalidad propias.

Debajo del tablero, y repartido en dos compartimentos, encontraremos diferentes bolsas con los dados, matones de ambos bandos, fichas de infiltrados y cajas de contrabando.

Como podréis apreciar, todo está fabricado con una calidad bastante buena, destacando un tablero robusto y unas piezas de juego con un aspecto icónico bien diseñado en su conjunto.

A jugar…

Y bien, una vez repasado lo que nos vamos a encontrar en la caja, pasaremos a explicar como es la preparación del juego y su mecánica, con el fin de que valoréis el grado de diversión que puede aportaros una partida entre dos jugadores, con un tiempo medio de juego de 35 a 40 minutos por partida.

Lo primero que debemos hacer es montar el tablero, poniendo en la parte superior el tablero de acciones y preparando las fichas de matones de uno y otro bando, así como las cajas de contrabando, en la parte superior, antes de iniciar la partida. Luego distribuiremos varias cajas por el tablero de localizaciones, debiendo poner en cada una, tantas cajas como marquen los iconos de los dados situados a cada lado de la misma.

Todo bien dispuesto.

Por otro lado, cada jugador dispondrá de 6 fichas de infiltrado, las cuales tienen un número debajo. Cada jugador pondrá una ficha en cada localización sin que se vea el número. Luego explicaremos para que sirve esto.

Cada partida consta de 3 rondas. Se inicia la partida tomando 20 matones de la parte superior, denominada suministro. Cada uno de los dos jugadores elige el color y coloca sus matones en un área frente a él, pudiendo coger matones unitarios, o bien matones grandes, los cuales cuentan como 3.

Comenzando la primera ronda, y alternando turnos entre uno y otro jugador, se deberán ir tirando los dados y colocando los matones, o bien en los coches que hay en los laterales de cada localización, con el fin de conducir hasta la misma, o bien en el tablero de acciones. Estos dos pasos se irán realizando en cada turno hasta que ambos jugadores se queden sin matones en el almacén.

A merced de los dados.

Dispondremos de dos dados, uno blanco y uno negro. Para subir a un coche y conducir hacia una localización, deberemos hacer coincidir un dado con el color de la localización a la que queramos acceder. El siguiente dado indicará el número de matones que podemos subir al coche, teniendo en cuenta que sólo podemos colocar a tres como máximo.

Este paso de subir a los coches, podremos saltárnoslo si creemos conveniente y pasar directamente a realizar acciones de matón en el tablero superior. Aquí no utilizamos dados, sino que deberemos colocar en cada casilla de acción, el número de matones que se nos indique en la misma, con el fin de realizarla.

La importancia de las acciones.

Existen dos tipos de acciones, primarias y secundarias. Las primarias nos permiten mover uno o más matones de un coche a otro, conducir hasta la localización (centro del tablero), cambiar de coche y conducir hasta la localización, desplegar infiltrado (pasar una ficha de infiltrado de una localización a otra (no hay límite de infiltrados en una localización)), mover cajas de una localización a otra, o bien influir en el F.D.

Si optamos por influir en el F.D. haremos que la ficha del Fiscal del Distrito avance una casilla hacia nuestro oponente. En cada una de las casillas por las que avance, hay iconos de acciones, las cuales realizará el jugador más alejado del F.D. Estas acciones van desde descubrir infiltrado a robar una caja de cualquier localización, o bien añadir una caja de suministros a cualquier localización.

Acciones secundarias.

Pasando a las acciones secundarias, estas nos permiten añadir una caja de suministros a cualquier localización, descubrir al infiltrado, lo cual se basa en dar la vuelta a una ficha del jugador contrario y poner en esa localización el número de matones del suministro del oponente que en ella aparece. Luego retiraremos la ficha de infiltrado del juego. Después disponemos de la acción de disparar, eligiendo el dado blanco o negro y si coincide el número que saquemos con una localización en la cual, nuestro oponente tiene matones en un coche, los retiraremos al suministro, dejando vacía la zona.

Una vez, ambos jugadores ya no tengan ningún matón con el que realizar acciones, termina la ronda, momento en el cual se realizan cuatro acciones:

1. Conducir los coches a sus localizaciones.
2. Resolver el recuadro del F.D.
3. Tiroteo.
4. Preparar la siguiente ronda, o finalizar el juego si estamos en la tercera.

Primero, cada jugador desplazará a sus matones, de los coches al centro de la localización. Seguidamente, el jugador más alejado del F.D. realiza la acción donde esté situado el mismo. Después, comienza el tiroteo. Si hay dos grupos de matones en la misma localización, iremos quitando de dos en dos a uno y otro jugador los mismos, hasta que no queden parejas que eliminar. Los que queden en esa localización, permanecerán hasta la siguiente ronda.

Y vuelta a empezar.

Finalmente prepararemos la siguiente ronda, debiendo devolver al suministro todos los matones que haya en el tablero de acciones, luego se volverán a repartir 20 matones para cada jugador y comenzarán la segunda ronda.

Esta dinámica se irá repitiendo hasta finalizar la tercera ronda, momento en el cual se debe determinar la puntuación final, con el fin de saber quien es el ganador. En este punto, cada jugador revelará sus fichas de infiltrado en cada localización, sumando el número de matones que revele a los que ya tengamos en la misma. El jugador que más matones tenga en una localización, se lleva todas las cajas de la misma. En el caso de empate, nadie recibe las cajas.

Ganará la partida el jugador que más cajas de contrabando haya conseguido al final. Si se empata, ganará el que no tenga el F.D. en su lado del tablero.

Un juego muy divertido.

Las sensaciones que dejan cada partida son bastantes satisfactorias. El hecho de ir ocupando las casillas de acciones en cada ronda, llegando un punto en que puede ser más complicado acceder a una de ellas, va dando emoción y dinámica, debiendo saber elegir que hacer en cada momento, a la vez que vamos distribuyendo nuestros matones por el tablero.

Sin duda alguna, estamos ante un juego que puede hacernos pasar buenos momentos, llamando bastante a repetir partidas en plan revancha, o bien montarnos partidas eliminatorias si somos más de dos en alguna quedada entre amigos o familiares.

Conclusión.

A nivel personal, me ha encantado cada detalle del juego, desde su producción, con una caja que no ocupa demasiado espacio, hasta el diseño de las piezas, con un acabado impecable, el cual invita a jugar, a tomar las fichas, a disfrutar de la experiencia de juego con todo su esplendor, mientras disfrutamos de unas ilustraciones geniales.

Sólo podemos concluir aconsejando MOB: La Gran Manzana, pues es un juego muy divertido, fácil de aprender en su mecánica, ágil y bien resuelto en todos los aspectos. Bumble3ee Interactive está consiguiendo posicionarse dentro del campo lúdico con dos tipos de propuesta, consiguiendo sorprendernos cada día más.

¿Queréis sentir la tensión de las guerras de mafias? Aquí podréis hacerlo.