Crítica de Los virtuosos, de Yasmina Khadra.
Vive lo que te toque vivir y busca el amor hasta en el infortunio, pues lo que no es amor es diversión. Si consigues convertir tus pruebas en escalas de tu salvación, alcanzarás las cumbres. Y si quieres alcanzar la cumbre suprema, esa que te elevará por encima de todas las demás, estate en paz contigo mismo.
«Los virtuosos». Yasmina Khadra.
Un autor que consigue enganchar.
Conocí la escritura de Yasmina Khadra topándome por casualidad con una de sus obras: «Lo que el día debe a la noche». Había leído un artículo en una revista, en la cual se hablaba de la adaptación cinematográfica del libro. Me atrajo tanto la historia que quise hacerme con un ejemplar, antes de ver la película, lo cual agradeceré eternamente, pues se convirtió en uno de mis libros preferidos, por contar una historia de manera magistral, llevando de la mano al lector por una montaña rusa de emociones, conectadas de principio a fin con una delicadeza exquisita.
Cuando me enteré del lanzamiento de «Los virtuosos», quise adentrarme en sus páginas, ávido de sentir aquello que me transmitió la primera experiencia entre sus escritos. Pues bien, aquí os traigo mis impresiones, con la intención de que disfrutéis de esta nueva obra, sin desvelaros más de la cuenta.
Un argumento sorprendente.
Los virtuosos nos sumerge en Argelia, en el año 1914. Aquí se nos presenta una aldea que vive trabajando para el caíd, con la recompensa de poder comer y dormir en aquel lugar, sin aspirar a nada más.
Un buen día, un ayudante del caíd llega a la aldea buscando a Yacín, nuestro protagonista. Un niño que vive con sus padres y hermanos, temiendo por su vida, pues nunca son buenas noticias que a un aldeano se le requiera en presencia del caíd.
El caíd habla con Yacín, proponiéndole ir al a guerra para luchar contra los alemanes, en compañía de los franceses, sustituyendo a su hijo, el cual tiene una enfermedad del corazón que le impide ir. A cambio de este servicio, el caíd promete a Yacín prosperidad para él y su familia, a la cual no le faltará de nada…
A partir de aquí viviremos la crudeza de la guerra, con la mirada de Yacín, así como toda la lucha que le espera tras volver de aquel infierno, encontrando una nueva realidad a la que enfrentarse.
Dura y bella a partes iguales.
Yasmina Khadra nos presenta una novela formidable, la cual consigue absorbernos desde sus primeras páginas, con una magia narrativa abrumadora, la cual hace que queramos saber más y más cosas sobre Yacín, así como todas las aventuras que nuestro protagonista irá viviendo a lo largo de las páginas que conforman esta espectacular novela.
El retrato de las localizaciones, así como la explicación de la vida en cada época de la historia, consigue que el lector visualice cada escena como si se encontrara a un lado, caminando por cada lugar, respirando cada aroma y sintiendo cada emoción como própia, cada pérdida, cada reencuentro, y en definitiva, siendo participe de una historia que no nos dejara indiferentes en ningún momento.
Los personajes están muy trabajados, consiguiendo transmitir cada una de sus emociones e inquietudes, con conversaciones perfectamente estructuradas, haciendo que quedemos marcados por la esencia de todo el elenco que se nos irá presentando a lo largo de la historia que se nos cuenta.
La vida y sus momentos.
Personalmente he disfrutado de una experiencia lectora que hacía tiempo que no conseguía tenerme tan enganchado.
Viviremos las diferentes etapas de una vida, reflejando todo aquello que nos va motivando cuando somos jóvenes, anhelamos cuando somos adultos y asumiremos en la vejez, pues la vida, tal y como refleja la cita que me he permitido rescatar al principio de esta reseña, nos va a dar lo que nos toque en cada momento, y sólo nosotros, con el amor y la paz de nuestro corazón, alcanzaremos esa felicidad ansiada.
Choques culturales.
Es muy interesante encontrarnos mientras leemos con choques culturales, entre protagonistas mas conservadores, acorde a sus creencias religiosas y otros más rebeldes, permitiéndose blasfemar y realizar actos que pueden escandalizar a nuestro protagonista, por ejemplo, que siempre ha vivido fiel a su religión y sus costumbres.
La vida en aquella época y en aquella zona no debía ser fácil, por todo lo que se nos va explicando en las páginas de «Los virtuosos», lo cual me hace recordar por momentos a «Los santos inocentes», a la hora de encontrar alguna similitud esporádica.
Conclusión.
No me gusta desvelar mucho de los argumentos, pues la magia de la lectura se encuentra en dejarnos sorprender y viajar con nuestra imaginación por todo lo que el buen hacer de las letras consigue transmitirnos.
Os aconsejo encarecidamente que os hagáis con este pedazo de novela, pues vais a devorar sus 473 páginas de una forma que os sorprenderá, convirtiéndose por méritos propios en una de sus mejores novelas, si no la mejor, teniendo en cuenta que sigo teniendo debilidad por aquella novela que me hizo descubrir al autor.
Yasmina Khadra es un grande, y en Alianza Editorial son conscientes de ello, ofreciendo toda su obra si os quedáis con ganas de mas, cosa que estoy seguro de que os pasará tras leer «Los virtuosos».
Valoración
Una gran novela.
Un libro muy recomendable.
Las novelas de Yasmina Khadra tienen esa magia que consigue atraparnos desde que nos adentramos en sus páginas, con su buen hacer a la hora de contar historias llenas de sentimientos y emociones.