Crítica de Imp of the Sun, para Nintendo Switch.

Hoy os traemos el primer trabajo de Sunwolf Entertainment, un joven estudio peruano que ha querido trasladar parte de la cultura Inca en un precioso videojuego de plataformas 2D, distribuido en España por bumble3ee interactive, estando disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox Series X y Series S, Xbox One, Microsoft Windows, PlayStation 5.

Un eclipse que oscurece el mundo…

El título comienza contándonos que un eclipse de Sol amenaza con sumergir en la oscuridad al mundo, debido a que los guardianes de la naturaleza se han unido en contra el astro rey. Pero el Sol ha lanzado su última esperanza en forma de chispa, creando un pequeño ser llamado Nin, y dándole la misión de acabar con los cuatro guardianes para restablecer la luz.

Con esta premisa apareceremos en el juego, encontrándonos con una niña llamada Subaya, la cual se comunicará con nosotros a lo largo de nuestro periplo, dándonos alguna que otra pista para avanzar, o bien desestimar una zona en un momento concreto si aún no estamos preparados para afrontarla (explicaremos esto más adelante).

Comenzando nuestra misión.

Comenzando a movernos, nos encontraremos también con Izhi, abuela de Subaya. Esta anciana nos explicará partes de la historia, siempre que encontremos fragmentos de la misma en nuestra exploración.

Y por último, nos acompañará a modo de punto de control, Qari, un explorador fallecido, cuya imagen recuerda a la muerte, y que nos irá apareciendo en distintos puntos del juego para hablarnos sobre la zona, o bien para ayudarnos a subir de nivel, a cambio de esferas de luz que iremos recolectando al derrotar enemigos o golpear algunos objetos.

Nuestra misión consistirá en desplazarnos libremente por 4 zonas diferenciadas: desierto, montaña, la selva y las profundidades. El hecho de poder acceder sin problema a cualquiera de estas zonas puede dejarnos descolocados al principio, ya que comenzamos con unas habilidades muy básicas, y en cada una de las zonas necesitaremos haber adquirido unas habilidades concretas, con el fin de poder adentrarnos en cada nivel. Esto nos lo recordará Subaya cuando realicemos algún intento infructuoso en alguna de las zonas.

Un plataformas puro y duro, muy duro…

A base de explorar y llegar a puntos en los cuales podemos quedar bloqueados, iremos conociendo cada zona y asimilando como llegar a puntos concretos de la misma, lo cual no es nada fácil en un principio, pudiendo llegar a desanimar. Pero con un poco de insistencia, recibiremos la satisfacción de seguir avanzando y consiguiendo nuevos logros.

Y es que estamos ante un juego de plataformas, donde nuestro personaje puede ir subiendo de nivel a base de recolectar esferas de luz, al tiempo que se le desbloquean nuevas habilidades, como rebotar en paredes, doble salto, deslizamiento, potencia de ataque, etc.

Si lo comparamos con otros títulos del estilo, podríamos decir que su belleza artística puede recordar un poco a Ori, su libertad a Holow Knight, y su forma de resucitar y mejorar habilidades a Death’s Gambit, por la inclusión de la figura cadavérica que nos hará reaparecer al morir.

Saltar, luchar, repetir…

Deberemos aprender bien los movimientos y la inercia de nuestro personaje, pues la mayoría de las veces se nos plantearán retos de plataformas, donde deberemos hacer uso de nuestra pericia para calcular saltos, sobre todo cuando la plataforma se deshace bajo nuestros pies, pudiendo dar al traste con nuestro ascenso en el último salto, y debiendo volver a intentarlo desde abajo.

A esto se le suman diversas palancas y cerraduras que activan puertas y otras plataformas temporales, debiendo alcanzar un punto a toda prisa antes de que lo que hemos accionado vuelva a su punto de origen, si no queremos tener que volver a buscar el accionamiento para volver a empezar.

Nuestro personaje puede saltar, correr, deslizarse, golpear con una especie de cetro, o bien lanzarlo a distancia. Aparte, como ya hemos comentado, podrá adquirir nuevas habilidades que harán más fácil nuestro avance por los diferentes niveles.

A priori, no es un juego sencillo, pese a tener una duración corta (entre 5 y 10 horas, dependiendo de nuestra pericia en este tipo de juegos). El hecho de contar con total libertad para explorar, hace que debamos desplazarnos de un nivel a otro, buscando la forma de llegar hasta cada uno de los 4 guardianes, eliminando diferentes enemigos y mini jefes, los cuales pueden aparecernos en lugares que, de repente, quedarán sellados hasta que acabemos nuestra contienda, o bien perdamos toda la energía.

Árbol de habilidades.

Dispondremos de varios puntos de energía, los cuales podremos recargar, siempre que nuestra barra de recarga se encuentre llena. Esta barra subirá más rápido cuando más cerca estemos de fuentes de luz. Si nos encontramos en una gruta oscura, será más difícil poder restaurar nuestra vitalidad.

Uno de los aspectos destacables del título es la posibilidad de viajar de no a otro punto del mapa, siempre que encontremos a Qari, lo cual se agradece bastante, al no tener que volver por donde hemos ido para llegar a otra zona, o bien si quedamos bloqueados en algún punto.

Por lo demás, tal y como podéis apreciar en las imágenes que acompañan este artículo, estamos ante un juego que entra por los ojos, divierte y nos reta a seguir avanzando en todo momento.

Gráficos.

A nivel de gráficos, el título cuenta con dibujos realizados a mano, lo cual hace del título una pequeña bella obra de arte en movimiento. Las animaciones gozan de muy buena calidad en su conjunto, así como el diseño de niveles y el trabajo técnico.

Toda la ambientación nos traslada a la esencia del arte precolombino, haciendo disfrutar al jugador de una experiencia repleta de matices muy interesantes en general, tanto a nivel de personajes y enemigos como en los escenarios y objetos coleccionables.

Contaremos con algunas cinemáticas a lo largo del juego, las cuales consiguen transmitir la esencia de todo lo que viviremos en esta genial aventura.

Sonido.

Pasando a la parte sonora, Imp of the sun cuenta con una fantástica banda sonora, grabada para la ocasión por una orquesta y utilizando instrumentos milenarios, con el fin de evocar melodías con toda la esencia del Perú que nos envuelve durante todo el juego.

Es una maravilla como se ajusta la música durante la partida, con piezas suaves en los lugares más tranquilos y explosiones de intensidad en los momentos álgidos del título. Una experiencia que merece la pena en todo momento.

Los efectos de sonido quedan también bien integrados en el juego, con golpes, saltos, rugidos y alguna explosión. En conjunto con la música, queda todo redondo.

Conclusión.

Estamos ante un título de un pequeño estudio. No es un juego largo, no se puede comparar a otros títulos famosos dentro de este tipo de juegos, pero apunta maneras y consigue ser un producto muy recomendable para los amantes del género; por un lado, por sus niveles desafiantes, por otro por su buen hacer a nivel de gráficos y jugabilidad, y por último, por su preciosa banda sonora.

Considero que no hay que perder de vista a Sunwolf Entertainment. Su primer juego denota un gran esfuerzo por traernos un juego muy interesante que os recomendamos. Esperaremos ansiosos nuevas noticias de este pequeño-gran estudio.

¿Acabaréis con el eclipse? No será tarea fácil…