Crítica de Ghost of Tsushima en PC, el mejor samurai
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Desde que el 17 de julio de 2020 se lanzara la primera versión de Ghost of Tsushima, este se convitió en un juego de referencia. Uno de esos exclusivos de Sony que ofrecen una historia madura, una jugabilidad trabajada y un aspecto visual imbatible. Repito: la primera versión.
Desde entonces la gente de Sucker Punch Productions no ha estado ociosa y hemos disfrutado de DLCs, Director’s Cut, su escalada a PS5 y, hace muy poco, su llegada a PC. Y desde que Sony abrió la mano con sus exclusivos, dejándolos llegar a ordenadores, se cuida muy mucho de que lo hagan de una manera especial, explotando al máximo todas sus cualidades, algo que permite solo el poder ejecutarlos en los PC más potentes.
De hecho, las caracterísiticas mínimas para poder jugarlo son estas:
Características recomendadas:
-SO: Windows 10 64-bit.
-Procesador: Intel Core i5-8600 or AMD Ryzen 5 3600.
-Memoria: 16 GB de RAM.
-Gráficos: NVIDIA GeForce RTX 2060 or AMD Radeon RX 5600 XT.
-Almacenamiento: 75 GB de espacio disponible (SSD).
Aunque nosotros hemos podido disfrutarlo con las siguientes y, en referencia a ese rendimiento, hacemos la revisión del juego:
-Intel Core i7-8700K
-16GB de memoria RAM
-Gráfica NVIDIA GeForce RTX 2070
Además de estar instalado en un SSD como es recomendable
Recordando la historia
Kublai Kan, nieto de Gengis Kan, está dispuesto a seguir con la conquista global que iniciara su predecesor. Corre el año 1274 y este histórico líder mongol dirige sus ejércitos hasta la entonces inexpugnable Japón. Una nación compuesta por un conglomerado de gigantescas islas que nadie ha podido doblegar. Por dos veces lo intentaron y ambas fracasaron.
El juego recrea uno de estos intentos, adaptando y ficcionando sucesos reales para que se adapten al carácter lúdico de un videojuego. Por ello, se toma las normales licencias, como por ejemplo cambiar el nombre del general mongol que pasa de llamarse Kublai Kan a Khotun Kan.
Bien, para tomar una base incial desde la que organizar la invasión, el ejército mongol decide hacerse con una isla, Tsushima, sin tener en cuenta que allí está nuestro protagonista, Jin Sakai, un samurai invencible que defenderá su país a toda costa.
Para otros detalles, y para no repetir, os instamos a leer nuestra review del juego cuando se lanzó por primera vez.
De consola a PC
El salto de rendimiento del juego es exponencial al aumento de la potencia en la máquina usada. Por ejemplo, si en su versión primera (PS4) no pasaba de los 30 fps, aquí tenemos 60fps estables además de poder desbloquear este límite. El apartado gráfico presenta una nitidez y detalle realmete destacable que sorprende cuando mantiene siempre una constante fluidez en el movimiento de pantalla, en el combate, etc. Además, esta filigrana técnica se acompaña de tiempos de carga prácticamente inexistente que no pasan de los 3 segundos.
La potencia de esta versión se puede aprovechar también con la incorporada compatibilidad con Ultrawide (21:9), Super Ultrawide (32:9) e incluso Triple Monitor 48:9.
Permite usar el Dualsense de PS5 (debe estar conectado por cable), lo que es realmente aconsejable para aprovechar esos detalles en el control que tiene el mando háptico de Sony, como por ejemplo la resistencia que ofrecen los gatillos cuando se tensa el arco.
Otras mejoras añadidas observadas son la implantación del rendimiento con tecnologías de escalado y generación de fotogramas como NVIDIA DLSS 3, AMD FSR 3 e Intel XeSS. Compatibilidad con NVIDIA Reflex y NVIDIA DLAA para mejorar la calidad de imagen.
Por último, se incluye la sincronización labial japonesa gracias a las cinemáticas renderizadas en tiempo real por el PC.
Mejorado con los años
A día de hoy sigue siendo un gran título. Es un juego que se ha hecho con mucho mimo y cariño, con una especial obsesión puesta en los detalles y se puede apreciar perdiéndote en medio del campo mientras disfrutas de la BSO con tintes tanto japoneses como mongoles, con canciones donde se escucha el inconfundible cántico mongol (khoomei).
Habiéndolo rejugado una segunda vez me he dado cuenta de que el mundo, a pesar de ser increiblemente bonito, está bastante «muerto». Los eventos aleatorios son los mismos siempre: Una pequeña caravana mongola, un pobre japonés atado de manos esperando que lo salves, y una patrulla.
Después tienes los descubrimientos para progresar como los haikus, puestos de bambú, termas donde descansar y reflexionar, y las madrigueras de zorros, que no tienen mucho misterio.
Quitando eso, es un juego con una historia muy madura, con escenas crudas, unas misiones secundarias muy atractivas, y con personajes con mucha personalidad.
La versión completa
La edición lanzada en PC es, evidentemente, la Director´s Cut, que cuenta con el juego completo y todos los añadidos: el DLC Isla de Iki, además del modo Ghost of Tsushima: Legends, la cual es una experiencia multijugador basada más en leyendas y mitología japonesas.
Respecto al online, cuenta con mucha personalización y las partidas se hacen divertidas debido al combate tan disfrutable que tiene el juego. Para echar un rato está bien, lo malo es que los modos son un poco repetitivos.
Para seguir avanzando tienes que conseguir equipo de mayor calidad que recibirás tras completar las misiones. A mayor dificultad, mayor es la calidad del equipo. Se puede elegir entre 4 personajes con distintos roles (curar, sigilo, ataque cuerpo a cuerpo, ataque a distancia) y cada uno tiene unas habilidades específicas de su rol.
-Modo historia: misiones «cortas»para 2 jugadores. Cuanta mayor dificultad, habrá más enemigos, con más dureza y con habilidades que van a complicar las misiones bastante.
-Supervivencia: modo oleadas y defensa de zonas. Además de poder invocar espíritus de animales para que te ayuden en la defensa.
-Incursión: misiones para 4 jugadores, que se desbloquean cuando tienes nivel de equipo 100.
-Rivales: 2 equipos de 2 personas, luchando contra oleadas para obtener magatama y poder dañar al equipo contrario.
Conclusiones
Ghost of Tsushima es uno de esos juegos que te dejan huella. Pasa el tiempo y recuerdas escenas, su imponente «puesta en escena» o sus personajes. Tiene un sistema de combate asequible y a la vez vistoso que combina con misiones, búsquedas y con esa libertad que da tener una isla entera para explorar.
Es absolutamente rejugable si, encima, llega con esta versión «mejorada» que explota todo su potencial gracias. Pero si esto no es suficiente excusa para rejugarlo, tienes el modo Kurosawa, que imita el blanco y negro de las películas del maestro.
Es solo otro detalle de este juego que se ha convertido en un indispensable.