Crítica de Creature in the well, para Nintendo Switch.

Tesura Games nos acerca un título que fue lanzado en 2019, ofreciéndonos el mismo en formato físico para PS4 y Nintendo Switch, en unas preciosas ediciones coleccionista y normales, ideales para todo amante del formato físico que se precie. También podemos contar con sus ediciones en formato digital para PC y Xbox One.

Un título diferente y atractivo.

El título en cuestión es Creature in the well, un juego desarrollado por Flight School Studio, con una propuesta bastante atractiva, al ofrecernos una mezcla juego de mazmorras con zonas que recuerdan a un pinball, pero con armas, puzles y misterios por descubrir.

Y es que la historia nos sumerge en el pueblo de Mirage, el cual se encuentra en medio de una tormenta que parece no tener fin. El hecho es que aparecemos de repente, tomando el papel de uno de los últimos robots que daban vida a una fábrica que suministraba energía al pueblo, pero que ahora se encuentra totalmente desmantelada y ocupada por una criatura que vive en el interior del pozo.

Así, comenzaremos nuestras andaduras, debiendo acceder a la fábrica y poniéndonos manos a la obra, con el fin de ir restaurando la energía en las diferentes salas, a modo de mazmorras, de las que se compone el juego. Pero no será tarea fácil, ya que para ir reactivando cada uno de los ocho niveles que componen el juego, tendremos que enfrentarnos a puzles basados en lanzar bolas contra diferentes tipos de resortes en un orden concreto, evitando los ataques que mientras tanto podamos recibir y consiguiendo abrir las puertas para seguir avanzando por las diferentes salas.

Restaurando la energía.

La mezcla de exploración, con momentos que recuerdan a un pinball por los rebotes en algunos tipos de estructuras y otros que pueden recordar al mítico Arkanoid, entre otros, hacen de este título un producto bello e interesante a partes iguales, al traer una propuesta bastante original, la cual nos hará disfrutar de unas 5-6 horas de contenido, lo cual no es demasiado, pero consigue dejar un buen sabor de boca a nivel general.

En nuestro camino iremos consiguiendo nuevas herramientas para cumplir con nuestro objetivo, las cuales van desde una simple tubería, a una sartén, pasando por espadas láser o un bate de beisbol entre otras. Con estas herramientas podremos golpear las bolas de cada estancia, pudiendo también cargar la fuerza de las mismas para duplicarlas y lanzar varias bolas a la vez con energía.

Habrá momentos en los cuales nos cruzaremos con diferentes personajes, los cuales nos irán contando cosas de la trama de la historia. También nos encontraremos en más de una ocasión con la criatura que habita en el pozo. Esta criatura será también la encargada de cogernos cuando caigamos en nuestra misión, lanzándonos de nuevo desde el pozo para seguir intentando nuestro objetivo final.

Golpeando las bolas.

Cuando nos enfrentamos al puzle de cada una de las salas, podremos encontrarnos con algunos que únicamente requieran activar algunos resortes con el golpeo de las bolas, otros que irán dándonos carga de energía para poder abrir otra puerta y algunos que englobarán todo lo descrito más algún resorte que nos lance ataques, con los cuales podemos perder la batalla si nuestro medidor de energía llega a cero.

Conforme avancemos, la cosa se irá complicando a nivel de los retos a superar, aparte de que deberemos saber elegir la herramienta que utilizaremos para golpear las bolas, pues cada una de las mismas consiguen un efecto diferente, dependiendo del resorte o mecanismo al cual nos enfrentemos.

Golpear las bolas con eficiencia y esquivar los ataques nos mantendrá vivos mientras avanzamos por cada uno de los niveles. Aparte, podremos encontrar zonas donde recuperar la energía, en forma de piscinas revitalizantes.

Todo está diseñado con un mimo por presentarnos algo sencillo a simple vista y bien trabajado desde su interior, con el fin de hacernos disfrutar de una experiencia con una esencia indie y un buen gusto a nivel general por traernos una experiencia muy disfrutable en todos los sentidos.

Gráficos.

A nivel gráfico, encontraremos unos diseños sencillos, con unas paletas de colores que destacan por dar mucha vida a cada una de las estancias por las que iremos pasando con nuestro protagonista.

Esa mezcla de colores que parecen pastel, con juegos de sombras y cambios de cámara, dan una sensación de juego atemporal.

Disfrutaremos de texturas que juegan con el 3D, pero dando sensaciones de pixel art, pese a no serlo. Es curioso todo este diseño y las sensaciones que produce en todo momento.

Las animaciones gozan de un buen acabado, lo cual se refleja en su jugabilidad, dándonos un buen rendimiento global que se disfruta a los mandos desde el primer momento que comenzamos a jugar.

Sonido.

A nivel sonoro, contaremos con una banda sonora que acompaña , sin ser espectacular pero regalándonos melodías melancólicas, con otras un poquito más animadas, pero sin llegar a ser memorable.

Los efectos sonoros gozan de buena calidad, con golpes, explosiones y diferentes efectos bien ejecutados a nivel global.

Conclusión.

Este tipo de juegos no suelen tener mucha repercusión en el panorama de los videojuegos actual, pero hay que reconocer que existen un montón de títulos que pueden llegar a sorprendernos si miramos mas allá de los triple A de turno.

Creature in the well es uno de estos juegos diferentes y preciosos que merecen una oportunidad. Es por ello que os recomendamos desde aquí que os hagáis con él, sobre todo si lo hacéis en sus versiones físicas, con su libro de arte y demás material bonito para que la experiencia os resulte más redonda si cabe.

¿Conseguiréis acabar con la tormenta? Grandes retos os esperan en el camino.