Crítica: «DC Icons. Flash: la muerte de Iris West», el final de un ciclo.

Ya os hemos contado muchas veces la importancia que Flash, como personaje, ha tenido en el conjunto del Universo DC. A través de él y de su serie se han producido los mayores cambios y casi siempre ha sido causa o desencadenante… La conocida Edad de Plata de los cómics se inició con su historia «El Flash de dos mundos», tuvo un peso definitivo en las Crisis, fue responsable directo de Flashpoint y el reinicio de todo su Universo… y un montón de ejemplos más.

Con este tomo, Flash: la muerte de Iris West, vamos a ser testigos de otro punto de inflexión primero en la vida del personaje, marcando su personalidad, y segundo en el tono que tomaron los cómics de super-héroes a raíz de esta historia. Es, por lo tanto, una saga esencial para entender el género y su evolución, que ECC Ediciones publica dentro de la serie DC Icons.

Contamos un poco de que va… En el título está el spoiler: La muerte de Iris West. Flash/Barry Allen e Iris están casados y felices. Bueno, tienen sus más y sus menos como pareja. De hecho, al inicio de esta saga somos testigos de la crisis de pareja que están atravesando. Pero lo primordial es que el amor existe entre los dos y tienen, eso creen, un gran futuro por delante.

Compaginar el trabajo como policía forense y como super-héroe con su vida en pareja es muy complicado y la paciente Iris se ve siempre relegada a un tercer plano. Además, Barry asiste como testigo a un cruel experimento científico donde se generará un psicópata asesino que será trascendental para esta historia: Yorkin. Consciente del deterioro de su relación, deciden recuperar tiempo perdido y acude la pareja a una fiesta de disfraces… pero allí les tenderán una trampa y la vida de Iris será el precio a pagar.

¿Quién la ha asesinado y por qué? Este será el eje argumental de la historia y, aunque al publicarse en los años ’70, tampoco tiene mucho misterio, vamos a respetar a los que todavía no sepan que hay detrás.

Cary Bates, como guionista de la serie en aquellos momentos, cumple su función manteniendo bien el suspense y sorprendiendo con el giro final, absolutamente cruel y desgarrador. El impacto que tuvo que llevarse el lector de la época debió ser monumental… y también excusa la reacción de Flash. Hasta ese momento los super-héroes en los cómics eran luminosos, bondadosos e inocentones. Pero el lastre del Comics Code, la autocensura que impedía a los creadores ofrecer «algo más» que historias blancas y de marcado carácter infantil, el lastre del Comics Code, digo, ya empezaba a quedar atrás. Era el momento de dar un paso hacia otro tono en las historias… y se dio en esta saga.

Los super-héroes no morían, ni tampoco sus esposas ni sus familiares… y menos aun lo hacían de manera tan cruel y despiadada. Esta Muerte de Iris West sirvió, por tanto, para marcar un tono algo más serio/trascendente/adulto/sombrío en el género. Eso, a nivel general. Pero a nivel individual, por supuesto, Barry Allen ya nunca sería el mismo y sus aventuras siempre se verían salpicadas por esta tragedia. El personaje, definitivamente, cambió… hasta su final en la resolución de las Crisis en Tierras Infinitas.

Es, por tanto, Historia del cómic. Sus líneas argumentales paralelas y sus ridículos villanos, así como el dibujo (obra de varios autores como Don Heck, Irv Novick…) son claramente de otra época y están desfasados con los cánones actuales, pero el decidido tono sombrío que impregna la obra consigue acercarla hasta el lector de hoy día sin demasiados problemas. También es curioso ver como resolvían ciertas situaciones los guionistas de la época, con explicaciones imposibles y situaciones harto ridículas para la visión de los lectores del siglo XXI. Pero como hemos dicho, es Historia del cómic y valorarlo según nuestros estándares sería una torpeza.

Como también lo sería dejar pasar la oportunidad de conseguir esta decisiva serie, siendo fan del personaje o enamorado del género. La edición que presenta ECC Ediciones es absolutamente impecable con unos acabados de lujo y un papel de alta calidad que respeta con absoluta devoción el material que recoge. Punto y aparte las espectaculares portadas originales, de Rick Giordano, que muchos aficionados reconocerán nada más verlas.

Una edición excelente para una historia definitiva y trascendente. Llena de tópicos de su época… hasta ese momento cumbre de la tragedia. Ahí todos lo tópicos se rompen y la Historia cambia para siempre.