Críticas de cómics

Crítica: «Croqueta y Empanadilla 2», 5ª edición rebozada de amor

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

Muy Recomendable

Humor y romanticismo se dan la mano en esta obra tan surrealista como maravillosa.

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Hay alimentos imperecederos y luego está la Croqueta y Empanadilla de Ana Oncina. Para que os hagáis una idea, la quinta edición de su segundo volumen acaba de ser publicada por La Cúpula Ediciones, cuatro años después de su primera tirada… y sigue tan apetitosa como siempre. Las aventuras cotidianas de estos dos encantadores personajes continúan igual de vigentes y resultan igual de divertidas. ¿Qué aun no los conocéis? Leed un poco más, seguro que se despierta vuestro apetito… como lectora.

Si bien es posible que mucha gente aun no haya leído directamente las historietas de Croqueta y Empanadilla, lo seguro es que todo el mundo las conoce. Solo con que hayas oído algún comentario o visto alguna ilustración de ellas se te queda en la memoria dado lo surrealista y absurdo de su concepto… y si decides adentrarte en sus románticas, divertidas y simpáticas aventuras, ya te vuelves seguidora fiel. Como será que sus viñetas se han colado en mercados tan exigentes como el francés o el norteamericano, este último a través de una editorial mítica, Andrews McMeel Publishing… ¿os suena Calvin & Hobbes?

Aun así, para las posibles desconocedoras de esta obra… Croqueta y Empanadilla son exactamente eso, dos piezas fritas rellenas de condimentos que casan muy bien como aperitivo. Sin embargo su autora desgarra todo concepto de surrealismo y las convierte en personajes con los que cualquiera se puede identificar. Empanadilla es pizpireta y alegre, presumida y enamorada felizmente de su chico, Croqueta. Esta pareja convive en una cotidianeidad con la que cualquier lector o lectora se puede identificar fácilmente, porque sus problemas son los tuyos y los míos.

Desde un día de playa que termina con quemaduras por una siesta a destiempo… Un paseo por Ikea que se convierte en una gincana esquivando ofertas y muebles de dudosa utilidad… Los problemas de convivencia que se plantean con dos mascotas mimadas (¡pero que bien que vienen cuando hay que acusarlas de un incómodo pedo!)… Las excusas absurdas que buscamos para retrasar la hora de levantarnos… El incómodo reparto de las tareas del hogar… Aspectos comunes a todo ser humano que filtrados por las páginas de esta obra adquieren una divertida apariencia y nos llevan a pensar que, en el fondo, todos somos iguales… incluso a una croqueta y una empanadilla.

No podemos olvidar el carácter autobiográfico que la autora, Ana Oncina, vuelca con discreta insistencia en su obra. Porque la pareja de aperitivos vivientes tiene un oficio concreto: autores de cómics. Les encanta dibujar y vamos a poder verlos sobre su mesa de trabajo e, incluso, atendiendo a los seguidores en sesiones de firmas (aunque alguno de ellos no se merezca la ansiada dedicatoria).

Con un estilo gráfico sencillo, conciso y elegante, Ana Oncina nos convierte en espectadores privilegiados de esta singular pareja que es tan peculiar en su aspecto y concepto como corriente en sus vivencias. Se maneja con gran habilidad en la narración de cortas escenas, concisas y directas, en las que aprovecha su nitidez gráfica y su naturalidad literaria para que cada una de las historias tenga su impacto concreto, su golpe de humor o su guantazo de realidad. Poco se puede reprochar a la incesante sucesión de episodios en las que se intercalan excursiones, escenas de alcoba, de trabajo, etc. Y siempre logrando sacarnos una sonrisa o una pequeño deja vu que nos hace sentirnos un poco Croqueta o un poco Empanadilla… y ahí está la magia increíble de este cómic.

La serie de Croqueta y Empanadilla se encuentra ya en su tercer volumen (el primero lleva, de momento 14 ediciones) amén de varios especiales… y su popularidad y su número de seguidores no hace más que crecer. Cuando un producto de este tipo no solo consigue perdurar en el tiempo, sino que crece exponencialmente, es sinónimo de calidad y maestría y es porque ofrece mucho más de lo que a simple vista parece. Eso hemos intentado transmitiros con los anteriores párrafos, porque cuando la sensibilidad y el humor se unen en una obra tan sobresaliente debemos cuidar que no pase desapercibida.

El monopolio de otorgar sentimientos a cosas inanimadas no está solo en posesión de Pixar. Autoras como Ana Oncina demuestran que con papel y tinta también se puede conseguir que unos alimentos te lleguen al corazón. Eso sí, se necesita mucho, mucho talento para conseguirlo. Por suerte, Ana lo tiene de sobra para seguir cocinando las aventuras cotidianas de esta insólita pero, asombrosamente, corriente pareja.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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