Crítica: «Conan, la Leyenda. Integral 2», Villanos en la Torre del Elefante.

Las aventuras de Conan en su periplo Dark Horse son, ya lo hemos comentado en otras reseñas, trabajos solventes y excelentes en la mayoría de ocasiones. Autores de primer nivel reviviendo las historias clásicas del personaje. El problema en este caso es doble, pues no solo tienen que medirse con su origen literario sino que lo harán con las versiones en cómic que Marvel publicó con tanto éxito a finales del pasado siglo, con un Roy Thomas pletórico.

Pero de entre todas las series hay una que destaca sobre las demás y esa es Conan la Leyenda. Planeta Cómic la está reeditando actualmente en su formato omnibus e integral, una edición de lujo con material extra impecable. Absolutamente recomendable para el seguidor del bárbaro personaje. En nuestra reseña del primer tomo ya nos deshicimos en elogios hacia la obra, pero este segundo volumen no hace sino mantener el altísimo nivel e incluso llegar a superarlo en no pocas ocasiones.

Conan la Leyenda, integral 2 recoge tres arcos argumentales que por la sola mención de su título ya hacen levantar la ceja del fiel lector: La Torre del Elefante, El Aposento de los Muertos y Villanos en la Casa. Es decir, algunos de los mejores relatos escritos por Robert E. Howard para su cimmerio.

La Torre del Elefante. La sola mención de este título evoca una de las mejores historias adaptadas al cómic. Barry Windsor-Smith y Roy Thomas crearon poesía con aquel número 4 de Conan el Bárbaro para Marvel, teniendo como base un relato cumbre de la cultura pulp. Para la ocasión, Kurt Busiek y Cary Nord demuestran estar a la altura del reto y resuelven la difícil adaptación con sobrado acierto. Para empezar, se trata de un primer arco argumental que nos narra las peripecias de Conan como ladrón en la Ciudad de los Ladrones. Su pericia y habilidad le ayudan a hacerse poco a poco un nombre dentro del gremio, superando retos y robos imposibles para cualquier otro menos habilidoso. Y así, una vez consumado como ladrón de trayectoria, se presenta el robo final. La Joya del Elefante, custodiada por un hechicero poderoso en una torre inexpugnable y protegida por innombrables seres.

Con la introducción de personajes como Taurus de Nemedia, Jiara o el propio Yag-Kosha… y los que llegarán en los sucesivos capítulos, el universo particular de Conan comienza a enriquecerse a todos los niveles.

El Aposento de los Muertos. Aquí encontramos a un Conan pletórico por sus éxitos como ladrón… pero con la plana mayor de la ciudad siguiéndole los pasos, sobre todo porque no se conforma con robar las joyas a los prohombres de la ciudad, sino de mancillar su honor acostándose con sus mujeres. Silias, el magistrado, traza un plan que llevará a Conan a huir de la ciudad y buscar nuevos retos. Junto a él, Nestor el gunderio, otro de esos secundarios de lujo, que hacen avanzar y evolucionar la trama junto con la relación de amistad/rivalidad que se forja entre ellos.

Villanos en la Casa es la historia que cierra el volumen. Es la aventura favorita del que esto escribe y afirmo tranquilo que la presente adaptación está a la altura. Conan regresa a la Ciudad de los Ladrones haciendo caso omiso de la amenaza que se cierne sobre él, borracho de su popularidad y jactándose de sus logros. Por supuesto, caerá capturado por la guardia local. Murilo, un noble, le ofrece la libertad a cambio de que ayude en el asesinato de Nabonidus el Sacerdote Rojo. Esto se convertirá en una aventura frenética, opresiva y turbadora con tintes de terror. Aquí, además, se cierran argumentos abiertos en las anteriores historias y sirve como broche perfecto al tomo.

Kurt Busiek sigue escribiendo con inspiración unos diálogos certeros y perfectos, con unos secundarios impecables y con un protagonista subido en su ego por su juventud e inexperiencia. A veces encontramos a Conan un tanto soberbio, endiosado y borracho de orgullo, cosa que desentona con el personaje que conocemos por otras obras pero que encaja en este periodo de crecimiento y formación del mismo. Se está fraguando su personalidad y su evolución debería ser así, no tan plana como en versiones anteriores. De todas formas llega a ser un poco cargante en ocasiones, de ahí que los secundarios sean tan importantes para equilibrar la historia.

Literariamente es una gran obra. Con constantes cuadros de texto de apoyo que no se limitan a trascribir lo que vemos, sino que enriquecen con su retórica aquello que estamos viendo a través de los dibujos de Cary Nord. Este, por su parte, enfatiza el carácter salvaje e indómito del protagonista y del entorno. Diseño de seres fiel a la mitología de Howard, muy parecida a la de Lovecraft, y recreación de ciudades absolutamente maravillosa. El cariño y la devoción hacia el personaje y la obra se nota en cada página de este cómic.

Y como broche de oro, los extras. Planeta Cómic ha incluido portadas e ilustraciones y, lo más importante, unos artículos absolutamente indispensables. Primero, una recreación cronológica de la vida de Conan, la más detallada y minuciosa que jamás se ha hecho y que es obra de John D. Clark, un doctor fan de Conan que se dedicó a transcribir cada paso del bárbaro de manera cronológica. Y lo hizo tan detallada y perfectamente que contó con el beneplácito del propio Robert E. Howard. El otro artículo también es oro: nada menos que la correspondecia que mantuvieron Howard y Lovecraft en la que encontramos reflexiones y pensamientos del autor.

Conan la Leyenda es una de las mejores publicaciones que existen sobre el personaje y, esta edición, es su forma ideal de leerlo. Indispensable.

• Conan, la Leyenda. Integral 2. Planeta Cómic.
• cartoné. 496 pp. color. 30 €