Crítica: «Conan, el Bárbaro. Integral 1», inmortal e incombustible.

De la Literatura de género al cómic, de ahí al cine y a los videojuegos, a la TV… Conan lleva presente en el imaginario popular, ininterrumpidamente, desde que en 1932 apareciera su primera aventura. Para nosotros, desde luego, su llegada a través del mundo del cómic fue un fenómeno multitudinario que arrasó durante los ´70 gracias a los cómics de Vértice… y luego con los cómics Forum. 35 años hace ya de la llegada del bárbaro a Forum… y aquí seguimos, admirando y disfrutando sus aventuras.

Hacer un repaso histórico del personaje por el cómic es tarea pendiente que apuntamos en nuestro haber, pero vamos a centrarnos en un momento clave, importantísimo, como es la llegada del personaje a la Marvel Comics. Roy Thomas protagonizó la gestión de derechos y se echó sobre su espalda y su talento de escritor la difícil tarea de convertirlo en un producto Marvel, rentable y a la vez entretenido. Tampoco vamos a extendernos en este sentido (más adelante explicaremos por qué), pues de lo que se trata ahora es de hablar del primer tomo recopilatorio de las aventuras clásicas de Conan.

Planeta Cómic edita íntegramente todas las aventuras del título Conan el Bárbaro a lo largo de diversos volúmenes, recogiendo el primero, del que hablamos a continuación, los números 1 al 26 de la edición americana, además de los números 2 y 3 de Savage Tales… Casi 600 páginas de aventuras en la Era Hibórea rematadas por unos artículos que valen su peso en oro, pues se trata de aclaraciones y explicaciones de los entresijos que envolvieron la publicación de estos números, escritos de primera mano por quien vivió dichos momentos: Roy Thomas. Solamente comentar esos apéndices nos llevaría un artículo intenso e interesante, absoluta ambrosía para los aficionados a este cómic histórico. Detalles como la compra de los derechos de Conan, la ingeniosa manera de esquivar el Comic Code, la carambola que dio con Barry Windsor-Smith como dibujante regular… y mil anécdotas más. Solo por estos escritos ya vale la pena la compra del tomo.

Quizá resumir los argumentos de tantos números sea a estas alturas reiterativo, pero se me debe permitir rememorar algunos de los episodios que, vistos a día de hoy, más de cincuenta (50!!) años después de su publicación original, se siguen disfrutando con pasión. No recordaba el carácter de «historia continuada» en estos números y es interesante comprobar como Roy Thomas se cuidaba mucho en mantener una cohesión argumental, mientras jugaba con adaptaciones de relatos de Howard, otros de creación propia y otros escritos alargando simples borradores del autor original. De esta manera podemos encontrar en el volumen episodios ya clásicos del cómic como La Torre del Elefante o Villanos en la Casa (que adaptan relatos de Howard) o La llegada de Conan o La Canción de Red Sonja, que a partir de breves ideas del autor, Roy Thomas compone sus propias aventuras. También disfrutamos del crossover (cuando aun no se llamaba así) entre Conan y Elric de Melniboné, en un relato de dos capítulos que mezcla con tino ambos mundos literarios. En este caso, mención especial a las notas de Roy Thomas que nos hacen entender la gestación de esta aventura. Realmente interesante.

Roy Thomas es el cerebro detrás de las historias, pero no sería nada esta colección sin su ya mítica parte gráfica. Barry Windsor-Smith llegó por carambola a la serie y se ocupó de sus primeros números pasada de largo su docena. Gil kane y John Buscema le tomarían el relevo, así que se vuelve incontestable el argumento que afirma que este producto es Historia, con mayúscula, del cómic. Y bien es cierto que los inicios de la serie son titubeantes, encontramos a un dibujante poco habituado al género fantástico y que sufre con los retratos… pero también es cierto que su evolución se manifiesta patente con el paso de los números y su excelencia llega con la recreación de ciudades, ruinas, mazmorras, sótanos… dándole una solidez y realismo sin igual al mundo que Robert E. Howard creara en su cabeza cuarenta y tantos años antes.

Para el lector actual será una sorpresa la inmensa cantidad de texto en cada página, así como la prosa utilizada. Se trata de frases largas y palabras rimbombantes, adornadas de adjetivos y de extraña semántica que deja un regusto a «pasado»… y que bien le sienta!!!! A título personal, me chirrían esas series, películas, novelas o cómics que recrean un mundo medieval y descuidan el lenguaje, repitiendo frases y construcciones verbales actuales. No encajan. Sin embargo, eso no sucede con el Conan de Roy Thomas, pues los personajes declaman con sobre actuadas expresiones… y los cuadros de texto explican la escena con florituras verbales. Puede resultar extraño al lector actual, pero el truco está en dejarse llevar y entender que lo que se ve y lo que se lee… encaja. En forma y estilo.

En estas primeras aventuras encontramos a un joven e impulsivo Conan que comienza a recorrer el mundo. La magia y el horror aparecen en su vida una vez que abandona su norte natal, su Cimmeria, donde los enemigos eran de carne y hueso y aborrecían,como él, la magia y la nigromancia. Carece de experiencia y va a sufrir la traición y el dolor del duelo, va a saborear el primer amor y valorar el significado de la amistad… y que maravilloso es comprobar como efectivamente se trata de un personaje joven e idealista que poco a poco irá ganando experiencia y endureciéndose en su carácter, pero esta evolución la iremos comprobando en los tomos sucesivos.

¿A estas alturas se puede recomendar todavía el Conan clásico? Rotundamente sí. Es una lectura atemporal, paradigma del género de la fantasía heróica en el mundo del cómic y con un equipo creativo comprometido a todos los niveles. Incluso sesenta años después.

• Conan el Bárbaro. Integral 1. Planeta Cómic.
• edición original. Conan the Barbarian 1-15, 17-26. Savage Tales 2-3. Marvel Comics.
• cartoné. 600 pp. color. 35 €