Crítica: «Colt & Pepper». Ucronía Fantástica 2. 

Lo han vuelto a hacer. Si «Nosotros lo Muertos» fue el sujétame el cubata de la fantasía y el terror del cómic histórico de los últimos años y «Marshall Bass» es el álbum europeo que hay que llevarse si se quema tu casa, la presente obra nos recuerda porqué esto es así. La pareja de moda retoma la ucronía histórica con componentes fantásticos. No tan sombría y oscura como el apocalipsis zombi pero sí igual de comercial, la fantasía épica de toda la vida. La de las hadas, los trolls, cíclopes, etc. (soy yo, ¿o algún gato del «Cats» de Hooper también hay por aquí?).

Sí es verdad que concurren elementos de terror, gracias a una magia nigromántica con guiño a un ente tipo «La Cosa» de Carpenter, pero lo grotesco va más por el contacto de la humanidad con algo que no comprende cuando es absorbido por hechizos y embrujos que los transforman en monstruosidades deformes y en razas inimaginables. Lo que ellos llaman la transición. Si el primer ejemplo estaba enfocado en la Edad Media, aquí nos encontramos en la Edad Moderna post Renacimiento, en un momento en que la joven generación que experimentó el contacto con lo increíble pero misterioso y peligroso está al final de sus días. Un contacto ya interiorizado pero que se ha inmiscuido en sus ámbitos sociales, económicos, geopolíticos y culturales.

El marco general de la obra no es el análisis de estos aspectos en la sociedad sino en el tour de force de sus dos protagonistas. Salomon Culpepper y su protegido y sobrino, Colt. Captado por Osus el Nigromante, debe ponerlo a cubierto por atentar contra el odioso duque Domociano, a quien su tío le debe lealtad como capitán de la guardia. Ese será el modo de conocer esta sociedad, a lo largo del viaje. Entre aliados y enemigos, entre amenazas espectrales y abstractas y peligros más terrenales y tangibles. La galería de conceptos, de criaturas, arquitecturas, ecosistemas, todos tan turbios como imaginativos crearán una panorámica general de maravillas visuales sin paragón.

El carisma de Pepper y el encanto de Colt, lideran un elenco de secundarios posteriores que encumbran un potencial interpretativo de primer nivel. Las réplicas inteligentes, las poses y los discursos tan contemporáneos con la naturaleza humana otorgan un valor extra a una obra que ya por su planteamiento y poder visual funcionaría por sí misma. Porque como pasa con los dos ejemplos expuestos al principio, el cinismo y su sentido del humor extraño y sutil que roza la parodia vuelve a aproximarse. Ese punto de denuncia social que no llega a tocarse pero se atisba, como si los autores realmente estuvieran haciendo una obra a prueba de idiotas, una obra denuncia contra todas las clases de poder, y no sólo las económicas.

El dibujo es un portento. Kordey es un coloso que todavía no está en llamas. Un titán del dibujo que ECC ha tenido a bien respetar en el mejor formato posible. Al igual que en Marshall Bass. Lo que pide a gritos la reedición de «Nosotros Los Muertos» en un formato similar y no en el recortado. Recopilados los dos álbumes en un estupendo integral, el detalle del arte del croata se aprecia en su máxima expresión en un formato grandioso. Como su esquema sigue el patrón de splash page como arranque de cada episodio y de vez en cuando nos obsequia con una doble, la baba se pone en modo Homer Simpson. La imagen general y la búsqueda de escenas fuera de plano convierte cada línea en una narración en sí misma y en una obra de arte propia.

Un álbum ideal para perderse en imaginación, talento artístico, literario y gráfico.

Colt & Pepper núm. 1: Pandemonium à Paragusa, Colt & Pepper núm. 2: Et In Arcadia Ego. Éditions Delcourt. Colt & Pepper, ECC Ediciones. Cartoné (240×320 mm.). 120 págs. Color. Pvp: 20 €.