Crítica: «El Club de la Lucha 2», bienvenido, Mr. Palahniuk
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Psicotrópico.
Interesante cómic, de factura impecable y desarrollo delirante, un experimento para un primerizo autor.
En 1996 salió al mercado americano una novela rompedora llamada El Club de la Lucha que, como cuenta su editor en el prólogo de este cómic, Gerard Howard, tuvo una tibia acogida pero, aun así, consiguieron vender los derechos para editarla en tapa blanda y obtener beneficios… Beneficios que estallarían con la llegada de la novela al cine y, sobre todo, al formato doméstico, donde se convirtió en película de culto que relanzó las posteriores ediciones del libro y convirtió aquella primera edición en una sagrada reliquia moderna.
Que Chuck Palahniuk escribiese una segunda parte me parecía casi imposible, pero que esa improbable continuación diera el salto al medio del cómic… eso ya me sorprendió absolutamente, descolocándome y, al tiempo, ilusionándome sobremanera, dada la fascinación que el autor me provoca.
Dark Horse fue la elegida (bien elegida) para editarla, en 10 grapas que posteriormente se recopilan en tomo único y se le añade el extra aparecido en USA el Día del Cómic Gratis. Esa es la edición que Reservoir Books nos ofrece, elegante y contundente, envoltorio a la altura del contenido, pues en este aspecto no se puede poner ninguna objeción. Las portadas de David Mack remarcan esa sensación de acontecimiento editorial que envuelve este Club de la Lucha 2.
Antes de seguir, unos esbozos del argumento. Han pasado 10 años desde lo visto/leído en el Club de la Lucha. Tyler Durden es un recuerdo en la vida de Sebastian y su mujer Marla. Pero un recuerdo puede ser también una obsesión y, como vemos en algunas pintadas por las calles… «Tyler vive». La vida de los protagonistas no es precisamente ejemplar y la soledad compartida está pesando en ambos, casi empujándoles a revivir el alter ego de Sebastian. Una trágica muerte en el seno familiar disparará los acontecimientos y llevará a todos los implicados a enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Siento ser tan críptico, pero este cómic lo es por naturaleza y, ahondar más profundamente en detalles concretos puede arruinar la desconcertante experiencia de leerlo.
Nos zambullimos en el caos narrativo habitual de Palahniuk, ofreciéndonos escenas coherentes que destruye sin piedad ni orden ni sentido en cuanto nos descuidamos. El despiste es casi continuo y debemos esforzarnos por hilvanar algo de sentido en tamaño puzzle. No os asustéis, pues se comprende de manera sobrada y, aquello que parece no encajar, lo va haciendo poco a poco… si bien los excesos en el guión son constantes, así como los experimentos con el metalenguaje, llegando en ocasiones a traspasar la narrativa escrita y salpicar la narrativa gráfica. Lo entenderéis cuando esas pastillas, esos pétalos o esas manchas de sangre que salpican algunas páginas os impidan leer los bocadillos. Los juegos experimentales de Palahniuk le llevan a incluirse él mismo en el cómic, de una manera directa e influyente que maravillará a algunos y molestará a otros. A veces parece como si el autor se tomase la obra como una monumental broma, como el ataque directo y definitivo al lector desde la mente misma del ficticio Tyler, en uno de esos actos terroristas/sociales que gusta practicar al protagonista y sus acólitos.
No es un cómic que se deje leer cómodamente por todas estas cosas, que además le dan un ritmo zigzagueante y desigual. Hay que dejarse engañar por El Club de la Lucha 2 y caer en sus reglas que, como ya sabéis, la primera de todas es que «no hay reglas». Para equilibrar esto y que no resulte un galimatías tenemos el arte mayúsculo del dibujante, el grandísimo Cameron Stwart que, con su estilo claro y luminoso, con sus viñetas perfectamente secuenciadas, nos coge de la mano y nos acompaña en este delirante viaje iniciático que Palahniuk realiza en el mundo del cómic.
No es el mejor Palahniuk, seguramente el medio le ha pasado factura (un genio escritor de novelas no tiene por que rendir al mismo nivel en el cómic, son distintos lenguajes, hemos visto otros ejemplos similares) pero tiene lo suficiente de Palahniuk para gustar a sus seguidores que, apoyándose en el talento de Stwart, podrán regresar a la demente y reivindicativa filosofía del Club de la Lucha donde, ya lo sabéis… no hay reglas!
- El Club de la Lucha 2. Reservoir Books. (2016)
- Edición original. Fight Club 2. núms. 1-10. Fight Club 2 Free Comic Day. Dark Horse. (2015-2016)
- Cartoné. 288 pp. color. 21’90 €