Crítica: «Chorus». Una versión actualizada de los arcades clásicos.
Historia.
Jugabilidad.
Gráficos
Duración.
Un shooter espacial que brilla en sus combates.
El estudio alemán Fishlabs, responsable de la saga Galaxy on Fire que lanzó su primera entrega en 2009 para móviles y Nintendo Switch, ha vuelto a la carga con otro shooter. Chorus es un juego que esperábamos los enamorados de las batallas y la exploración espacial, que encontraremos disponible para PC, PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One y Google Stadia.
Una historia de redención.
Chorus está ambientado en un futuro lejano y nada prometedor en el que existe una religión interplanetaria llamada El Círculo, que está liderada por El Profeta. En sus orígenes, esta religión abogaba por el diálogo, la armonía y la paz, con el objetivo de terminar con la miseria de la galaxia, pero conforme El Culto fue sumando adeptos y ganando más poder cambió por completo su filosofía, convirtiéndose en una secta muy peligrosa que no tenía ningún escrúpulo a la hora de eliminar a cualquiera que se interpusiera en sus planes.
Nara pertenecía al Círculo, de hecho era una de sus brazos ejecutores y formaba parte del El Coro, un equipo de élite formado por los mejores pilotos de naves espaciales. Estos pilotos eran mejorados y así conseguían una habilidad que les permitía vincularse con la IA de sus naves, convirtiéndolos en los pilotos más letales de la galaxia. Un dia, El Profeta le encarga a Nara la misión de destruir un planeta entero y a todos sus habitantes porque no querían someterse a él. Tras ese acto tan horrible, Nara decide abandonar El Coro e huir con su nave, Forsaken, a la que deja oculta en un hangar mientras ella se esconde en los planetas exteriores. Durante siete años Nara vive en paz, aceptando trabajos menores para ganarse la vida, aunque el sentimiento de culpa tan inmenso que siente tras aquel acto atroz que cometió nunca la ha abandonado. Un día, El Culto descubre el paradero de Nara y acuden raudos a darle caza. Su primer impulso es ir a por Forsaken, su nave, que no está muy contenta ya que la abandonó y lleva siete años encerrada, pero deberán solventar sus diferencias y unirse para acabar con esta secta que está acabando con toda la galaxia, mientras lucha contra sus propios demonios interiores.
Un shooter espacial de mundo abierto.
El juego comienza con un tutorial en el que aprenderemos los movimientos básicos de la nave, ataques, evasiones y nos enfrentaremos a los primeros combates. Para atacar disponemos de tres armas: una ametralladora, un láser y un misil. Las ametralladoras son rápidas pero insuficientes ante enemigos con escudo o armadura, para acabar con ellos necesitaremos el láser, que si bien es más potente necesita un tiempo de carga entre disparos. Los misiles son estupendos ante enemigos blindados, pero no resultan efectivos frente a naves rápidas y ágiles. Cada una de estas armas funciona mejor ante un enemigo concreto, e iremos cambiando entre ellas según sea nuestro objetivo. Conforme avanzamos, las iremos mejorando, serán más potentes y mejorarán nuestras estadísticas.
Lo que distingue este juego de los demás shooters son los poderes especiales de Nara, llamados Ritos, que le permiten realizar maniobras tan increíbles como derrapar y dar un giro de 180 sin perder velocidad, o teletransportarte directamente detrás de un enemigo y dispararle por la espalda. Esto son solo unos ejemplos de todo lo que podremos llegar a realizar y marcarán un antes y un después en los combates. Usar los Ritos consume energía y conforme avanzamos podemos desbloquear mejoras que aumentan la barra de energía de esos Ritos, o podemos reducir el coste de su uso.
Explorando el mapa y las diferentes localizaciones encontraremos recuerdos, que al atravesarlos nos irán contando escenas del pasado de la protagonista e irán completando la historia. También encontraremos misiones secundarias, que salvo alguna más elaborada, suelen consistir en escanear una zona del mapa en busca de objetos y recuerdos, o tendremos que defender a nuestros amigos de los ataques. Al completarlas obtendremos una recompensa que puede ser dinero, mejoras para la nave, o la mejor recompensa de todas, la que permite que los Ritos sean más poderosos. El dinero que conseguimos podemos usarlo en las estaciones para comprar escudos o mejores armas para Forsaken.
Un apartado gráfico con altibajos.
El diseño artístico es muy bueno, tanto las localizaciones como las estaciones espaciales que hay dispersadas en el mapa. He jugado en PS4 y aunque los escenarios son llamativos, las texturas resultan algo flojas. El diseño de la protagonista en las breves ocasiones que sale de la nave no está muy conseguido y resulta torpe en algunos momentos, pero lo compensa con unos fondos impresionantes y un diseño de naves y enemigos muy trabajado y variado. También hay que destacar los recuerdos que encuentra Nara escondidos en los escenarios, que tienen un tono más oscuro y en cierto modo inquietante.
Pero donde este juego realmente destaca es en los combates, que son muy ágiles y dinámicos. Forsaken es una nave rápida y realmente sientes la velocidad cuando la controlas. Los Ritos que posee Nara lo convierten en algo más que disparar y esquivar, lo que le da mucha más versatilidad a la hora de enfrentarte a tus enemigos y lo convierten en un shooter muy disfrutable. Las batallas son llamativas gracias a que los efectos especiales y las explosiones están bien recreadas. El juego está en inglés con subtítulos en castellano. El doblaje es bueno y destacaría por encima de todos el de la nave Forsaken. Los efectos de sonido de disparos, láseres y explosiones también están bien conseguidos. La banda sonora del menú principal es una absoluta maravilla, que combina coros de corte más religioso con otros más épicos.
En resumen.
La trama de Chorus parte de una premisa realmente interesante, pero al estar contada mediante recuerdos que vamos encontrando, el resultado acaba siendo bastante confuso y no llegas a empatizar ni a conocer realmente bien a ningún personaje quitando a las protagonistas. Tampoco ayuda que las tramas de las misiones secundarias no vayan a la par que la historia principal, y podemos encontrarnos con encargos que hablan sobre personajes muertos como si estuvieran vivos o que discuten sobre hechos que no han ocurrido todavía. Las misiones secundarias no están muy elaboradas y el mundo abierto resulta algo soso y vacío, pero todo eso se perdona ya que en el momento que entras en combate, es cuando realmente disfrutas de este juego y de lo que de verdad es, un shooter. Ese es su punto fuerte, el poder disfrutar de batallas espaciales que transcurren a una velocidad endiablada, llena de disparos, giros increíbles y poderes, que son un plus respecto a este tipo de juegos y lo convierten en un producto muy entretenido.