Crítica: “Bron/Broen”: Temporada 2. Se afianza entre las mejores.

Si el pasado año se hablaba de Bron/Broen como el gran descubrimiento sueco – danés de la temporada, a pesar de haber sido estrenadas en el ya lejano 2011, este curso televisivo ha vuelto a nosotros consolidándose como una gran serie policíaca de suspense.

En esta ocasión, el caso que precipita los acontecimientos no sucede en el ya famoso por los seguidores de la serie, puente de Oresund, que separa los países de Suecia y Dinamarca, sino en las aguas que por él cruzan.

Esta excusa, sirve para volver a unir las vidas  de los policías Saga Norén y Martin Rohde, los dos personajes principales, las almas de la serie. Se nos cuenta cómo ha evolucionado su vida después de los trágicos momentos vividos al final de la primera temporada y nos van mostrando su evolución a medida que avanza el caso.

Idas y venidas entre las parejas de los protagonistas aparte, quizá la trama peor engrasada de la temporada sea todo lo referente a las visitas a la cárcel de Rohde.

Mención aparte el penúltimo capítulo de la tanda, en la que se observa el paralelismo entre la situación de los dos personajes principales, y deja las pistas para un colofón final, en el último capítulo de la temporada, que a pesar de la cierta premura en desarrollar los acontecimientos, nos deja con el que es, uno de los cliffhanger pendientes más potentes de la actualidad (la seria también usa habitualmente este recurso al final de cada capítulo).

La trama queda de algún modo abierta por lo que es probable que en la próxima temporada nos toqué revisitar a muchos personajes que han ido apareciendo a lo larga de la serie.

Los actores han estado notables (ej. Lotte Munk) y la definición de los personajes ha seguido siendo excelente. Los compañeros de trabajo han sido interesantes y han ayudado al avance de la historia de manera natural y creíble.

Otra razón más para ver la serie es la posibilidad que nos aporta de conocer un poquito mejor la sociedad del norte de Europa, su urbanismo y sus bellos paisajes.

Ahora que la versión norteamericana ya se dirige a su segunda temporada, sólo nos queda recomendar también la original, ya que es un producto cuidado, intrigante e inteligente.

Lo tenía difícil, pero Saga ya es parte de nuestra familia.