Crítica: «Bermuda», aventuras pulp del Siglo XXI

John Layman es un guionista de cómics conocido por obras independientes de muy buena aceptación, como la fantástica Chew, publicada por IDW y por Planeta Cómic… tal como pasa con su nuevo trabajo, este Bermuda que se compone, de momento, de solo un arco argumental. El escritor quería romper con todo lo anterior y dejar volar la imaginación. Una historia donde cupieran piratas, monstruos, soldados, vaqueros, ciencia-ficción y cualquier cosa por el estilo en favor de la aventura y la diversión.

Confiesa que en su cabeza pasaba por ser una empresa imposible, pero eso fue solo hasta que conoció el trabajo de Nick Bradshaw: este ilustrador es capaz de dibujarlo todo y de dibujarlo bien. Se conjugaron los factores necesarios para sacar adelante esta nueva serie que, tras unos meses de su publicación en territorio USA, llega hasta nosotros recopilada en un elegante tomo en rústica, incluyendo además cantidad de bocetos e información de los autores así como portadas alternativas realizadas por diferentes dibujantes, desde Arthur Adams hasta José Luis García-López.

Pero ¿de qué va Bermuda?

El título tiene doble sentido, por un lado hace alusión a su protagonista y por otro nos aclara el marco geográfico donde tienen lugar los hechos. Un avión sobrevuela el famoso Triángulo de las Bermudas. En él, un millonario y sus hijos viajan tranquilos pese a la tormenta que están atravesando. Un relámpago fatal hace estrellarse al avión y los supervivientes van a parar a una isla paradisíaca, desconocida, de otro mundo. Efectivamente, han cambiado de realidad (o de dimensión, que ya no me aclaro) y ahora se encuentran en ese lugar, fuera del tiempo, habitado por todos aquellos que, a lo largo de la Historia, se perdieron en el Triángulo de las Bermudas.

Pero allí no solo viven humanos, también están los feroces Mer. Una especie de hombres-reptil que tienen un único objetivo: atravesar ellos la barrera dimensional e invadir nuestro mundo. Bobby, el joven llegado tras el accidente, tendrá la suerte de encontarse con una chica llamada Bermuda, que se conoce la isla al detalle y es una experta luchadora. Ella le ayudará a adaptarse y, si es posible, a regresar a su mundo siempre y cuando los Mer no lo destruyan.

Aventuras pulp del Siglo XXI. Literalmente. Bermuda recuerda una de esas apasionantes, románticas y frenéticas novelas protagonizadas por Tarzán, Flash Gordon… o uno de esos cómics de Kamandi. La diversión y ganas de entretener están siempre al frente de la lectura, lo que hace que sea una experiencia grata aunque algo intrascendente. El punto rompedor lo pone Nick Bradshaw, con sus páginas plagadas de detalles y donde la jungla, los monstruos y la velocidad se ven de manera nítida y clara, pese a mezclarse y amontonarse. Un estilo visual limpio y preciso acompañado por unos colores vivos y estridentes que potencian la contundencia de las imágenes. Todo es explosivo, vibrante y está vivo. Los personajes, la isla y su vegetación, trascienden de las páginas y saltan del papel.

Para rematar el volumen se incluyen unas historias cortas de tono humorístico con las que se confirma que los autores disfrutaron creando esta divertida locura.

No será la mejor ni más original historia, pero a veces también apetece disfrutar de pura adrenalina, como en esta historia que no para nunca y entra a fogonazos por los ojos. Ojalá continúe en un nuevo volumen (todavía sin confirmar pese a las ganas de los autores), porque queda muchísimo por contar de esta peculiar isla y sus habitantes.