Crítica: “Batman: Yo Soy Gotham”. Aterriza como Puedas.

La etapa de Tom King a los mandos de Batman arranca con el one-shot “Renacimiento”. Al margen de introducir al Hombre Calendario como excusa villanesca de rigor para las correspondientes secuencias de acción, el episodio sirve para desarrollar el reseteo del universo Batman a partir de las ideas planteadas por Scott Snyder, haciendo hincapié en que lo contado en la anterior etapa fue real a efectos de continuidad. En una grapa donde nuestro compatriota Mikel Janin maravilla al personal con su impactante, fino y espectacular arte y narrativa, tanto Bruce Wayne como su alter ego se reparten el argumento al cincuenta por ciento. Siempre para ser mejor Batman que Bruce Wayne, por supuesto.

Metidos ya en “Yo soy Gotham”, la premisa escarba en los entresijos éticos, morales y sociológicos de una urbe maltratada por la codicia y el mal más absoluto. El instinto de supervivencia de Gotham se representa ahora a a través de dos trasuntos de Superman y Supergirl que se presentan como el nuevo sistema inmunológico de la ciudad. Batman como guía material y espiritual se verá reflejado en la intrahistoria de las dos novedades redundando en su trauma infantil, dando pie a una trama argumental más psicológica que abierta. Sin renunciar a las claves blockbuster de Snyder (vemos a Batman hacerse un superman controlando un avión a punto de estrellarse) es el suspense y el misterio trufado de numerosas escenas de pura acción superheroica el verdadero peso argumental del arco. Efectivamente, lo que verdaderamente subyace en lo que ocurre es una incertidumbre perenne que no será resuelta hasta la siguiente saga, lo que la convierte más en parte de una historia más larga que una historia autocontenida. Por cierto, la acción no es el único adorno de este thriller, lo que golpea intelectualmente fuerte al lector por encima de todas las cosas es la inteligencia de la escritura en el personaje de Alfred. Con unas réplicas sublimes y unos chascarrillos deliciosos, aparte que demuestra su conocimiento en este personaje, explica a la perfección lo que es Batman y Bruce Wayne para el escritor.

El dibujo de David Finch está en un nivel muy alto. Se toma en serio el encargo interpretando los guiones de King de una forma muy cinematográfica, alternando pequeñas viñetas para resaltar la trascendencia dialéctica, utilizando las splash pages como mecanismo de avance de la acción y para focalizar los momentos vivos más alucinantes y concatenando una serie de viñetas horizontales que dan esa sensación de animación móvil.

El volumen se cierra con un epílogo, donde se reflexiona sobre los acontecimientos previos. Gotham Girl protagoniza el episodio haciendo de tour operator improvisado de la ciudad. En otra nueva historia de calado psicoanalista, Batman renuncia a sus expeditivos métodos ampliando su vocación adoptiva el repetirse cíclicamente las tragedias juveniles de sus adoptados. El dibujo de Iván Reis, siempre estupendo y perfecto a todos los niveles, cierra un absoluto trío de ases en el apartado artístico que pocas veces se puede apreciar en un recopilatorio de episodios unidos editorialmente. Y es que gráficamente, la actual colección del Batman no tiene rival.

Batman: Rebirth, Batman (R) 1-6, DC Comics. Batman: Yo Soy Gotham, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 192 pags. Pvp: 19,50 €.