Crítica: ¡Batman y Robin Deben Morir! Grant Morrison, Frazer Irving y otros autores
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“La guerra contra el crimen de Batman se vuelve global esta noche”
Punto y final a la fase 2 de Grant Morrison en Batman
El autor escocés decidió escoger una nueva serie batmaniana para finiquitar los cabos sueltos dejados en la serie tradicional del murciélago. Aprovechando la nueva situación del personaje tras la saga R.I.P. y el evento Crisis Final, el arreón final que necesitaba la macro historia que creó desde que se encargó del personaje se destinó en la nueva colección Batman y Robin. Interesante punto de partida habida cuenta que por fin pudo desarrollar a su creación más carismática, Damian Wayne. Compartiendo protagonismo en la serie y cabecera, Damian pasa de ser secundario a protagonista y eso en Detective Comics o en Batman hubiera sido más complicado. Para darle más empaque no se queda en un invitado de lujo en la residencia Wayne, sino que heredará el manto de Robin tras la decisión de Tim Drake de ir por su cuenta como un medio Nightwing manteniendo el legado robiniano. Del mismo modo, que mejor que colocar al “nuevo” Batman en el marco central del muro batmaniano de esta época, a través de esta serie, puesto que se seguirá en esta la historia río del guionista convirtiendo el resto de series del personaje casi como complementarias. Como tercera rueda en un mono plaza de tres, desde luego que sin las sagas anteriores, “Batman y Robin” y “Batman contra Robin”, no podría entenderse. Otra cosa es que sus puntos de interés son muy superiores para mi gusto que los dos volúmenes anteriores sin perjuicio del espectacular y brutal arranque de la serie con los Batman and Robin nums. 1-3 con Frank Quitely al dibujo. Entiendo que es así, y no solo porque resuelve en un dos por uno todo lo iniciado con el interesante (villano) Simon Hurt y lo sucedido con Bats en Crisis Final, sino porque arriesgándose a penetrar en el árbol genealógico de la familia Wayne, repescando ideas de toda la vía en este sentido, como viene haciendo desde el principio de su encargo editorial, ata todos los cabos lanzados sin pecar en excesos y no destroza la parcela familiar de la historia editorial del personaje en esa bomba de relojería que puede significar la retrocontinuidad. Partiendo del (no) sorprendente continuará del segundo tomo, en Batman contra Robin (B&R USA 7-12) por fin se colocarán las piezas finales en el enfrentamiento definitivo: Lo que guarda Simon Hurt, el plan definitivo del Joker y el clavo ardiendo donde se sujeta Batman para poner punto y final a sus fantasmas del pasado, se ponen en el tapete dando punto y final a la mortal partida. ¿De ajedrez o de dominó?, visto el resultado final casi que la segunda.
Y de eso va este final al intermedio en la epopeya batmaniana escocesa, de finiquitar los conceptos introducidos en Batman R.I.P de micro continuará con Thomas Wayne y Barbatos, así como la premisa argumental del primer arco de la serie (B&R USA 1-6) con las drogas de diseño y esa locura de personaje que es el Profesor Pyg y sus terroríficas muñecotrónicas. Y esto es así: aquí se reúne todo, el nuevo mito villano que es simon Hurt/Thomas Wayne, Barbatos y los orígenes del murciélago como tótem wayneniano desde el principio de los tiempos, el Profesor Pyg y sus criaturas, el Joker y sus reales motivaciones, y la evolución de Damian con sus superiores.
Tres serán los capítulos que preparan al terreno al gran desenlace. Estos, en lo gráfico, son particularmente interesantes encargándose todo un descubrimiento en los últimos años para el que suscribe: Frazer Irving (Inhumanos, Guerra Silenciosa; Siete Soldados, Klarion; Iron Man, Inevitable). Este autor que tiene un particular estilo a modo de fotorealismo grotesco y tenebroso como si retorciera modelos reales, transmite un tono y atmósfera muy asfixiante, lúgubre y opresivo que fascina. Ni siquiera los momentos de suspensión de la acción mediante diálogos abandona ese aspecto tan desquiciante, como si todo surgiera de un enfermizo universo onírico estremecedor. Claro que si en el enfrentamiento se encuentran tres auténticos retorcidos mentales como el Dr. Hurt, Pyg y Joker, un estilo clásico no hubiera trasmitido esa sensación de peligro mezclado con delirio, locura y maldad primaria. Como curiosidad cada capítulo tendrá el título de cuadros y grabados destacados históricamente como metáfora de la historia a contar, que como huevo de pascua es una idea fantástica para aprender y conocer obras históricas.
En “El jardín de la muerte”, obra de Hugo Simberg (1896) observaremos con asombro una de las páginas más impactantes de la trayectoria de Morrison en la saga completa con una especie de Otros Mundos retorcido y desmitificador desconociendo si es la fantasía de un obseso zumbado o un recuerdo real. Observaremos como el “nuevo” Batman prosigue con sus pesquisas a fin de encontrar una solución pare el “viejo” Batman, como el Joker empieza a responder sobre su entrada en el conflicto y como Damian no deja de ser un niño mortal pero manipulable como bebito que es todavía.
En “El triunfo de la Muerte”, cuadro de Pieter Brueghel (1592), nos adentraremos en una historia absoluta de terror y desquiciamiento mediante el usual plan maligno global de toda la vida, pero como si hubiera sido orquestado por un cruce entre Jason Voorhes y Norman Bates con máscara de cerdo. En mi opinión aquí Irving se sale dentro de su particular estilo con escenas absolutamente impactantes.
En “El caballero, la muerte y el Diablo”, grabado de Alberto Durero de 1513. Del caos pasamos al orden y el campo se despeja para la traca final. Con el Caballero de vuelta (visto en “El regreso de Bruce Wayne”) y con el Diablo dando su mejor cara, la muerte está garantizada, ¿para quién?… Destacar los comentarios del Joker como tercer ángulo en este triangulo Hurt-Batman-Joker donde aquí “el enemigo de mi enemigo no es mi amigo pero sí puede serlo”. ¿Héroe involuntario el payaso?, curioso pero al menos una novedad al respecto en la historia editorial del villano, y visualmente impactante.
El último capítulo, “Misa Negra” es el punto y final a la fase 2. El final de la película. Alternándose dos dibujantes que han participado en la juerga morrisoniana, el citado Irving y el del anterior tomo, Cameron Stewart se juntan con Chris Burnham en una historia con estilos gráficos tan distintos como cuasi esquizofrénica ha sido el recorrido de la saga del escocés. Siguiente parada: Batman Inc.
No podemos olvidar el último episodio. Antes de dar paso a la siguiente etapa bajo la denominación antes citada, para dar coherencia a la recopilación en tomos de la etapa por parte de ECC Ediciones, se publica el nº 700 USA de la colección Batman que quedaba colgado dada cuenta que Don Grant no se encargaba ya de esa serie. Que a su vez es previo a los traídos en el tomo Batman R.I.P. liquidando de esta forma estas puntuales intervenciones, pero insertándolas donde corresponden desde el punto de vista recopilador, ya que en grapa puede funcionar como epílogos autoconclusicos, pero en tomos para un público más esporádico y puntual, recopilar estos tres juntos de forma autónoma sería algo confuso. No he dicho el nombre del capítulo:, “El tiempo y el Hombre Murciélago” y es una curiosa historia de tres encarnaciones de Batman en tres momentos temporales concretos con los tres protagonistas lógicos del volumen, concepto parecido que tomaría Jason Aaron tiempo después en Thor, con un mismo elemento conceptual: los viajes en el tiempo. Pero si la serie B&R es la historia de Bruce, Dick y Damian, que mejor epílogo a su saga que este episodio autoconclusivo tan sentimental.
En definitiva, considero que esta obra resuelve de forma muy digna la ambiciosa saga de Grant Morrison en Batman, que será capital en la trayectoria editorial del personaje con lo que viene después, y que transcurridos casi 10 años desde su inicio, creo que el tiempo le está tratando muy bien. Y que esto último ocurra en este volumen es de destacar. Queda la fase 3, la societaria. Ya la traeremos y analizaremos como es debido en su momento.
Por último en cuanto a la edición de la obra, destacar que contiene numerosos extras, como el making off de las portadas creadas por Fran Quitely y Frazer Irving, así como las fichas de los personajes, como si del programa de una obra de teatro se tratara, que nos regala el articulista David Fernández, que cierra de una manera muy elegante la etapa de Grant Morrison en esta colección y que ha publicad ECC Ediciones a través de los tres tomos recopilatorios ya nombrados al principio de esta entrada, considerando que es de justicia mencionarlo.
¡Batman y Robin deben morir!. ECC Ediciones. Cartoné. Color. 168 pags. 1ª edición: Mayo 2013. 2ª edición: Marzo 2015.