Crítica: “Batman: Condenado. Edición en blanco y negro”. Mystic Gotham.
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“Si esto es el infierno, es uno de mi elección”
Lector y protagonista a merced de Constantine y su panda
Azzarello se aleja de su zona de confort noir para retomar elementos sobrenaturales y oníricos de los cuentos de terror urbano que pudo entretejer en Hellblazer. Al utilizar al Batman urbanita, se permite colocar sus piezas de juego en el tablero perfecto para alguien como Lee Bermejo, moviendo al protagonista en un tour de force confuso y angustioso que pone en entredicho cimientos irrompibles del personaje: su código moral y la idealización paterna.
En el momento en que el narrador y tour operator es el bueno de John Constantine, con sus ambigüedades temáticas y sutileza a la hora de exponer sus metáforas y enigmáticos comentarios, es cuando llegamos a la verdad del asunto, que o te dejas llevar o estas perdido igual que el protagonista.
Infidelidad conyugal, complejo de culpa salvaje y el asesinato del payaso por su presunta mano, son las terribles fases de una narración del universo Batman a lo “Jo, que Noche”. Si cuentas con Constantine y los conceptos más carismáticos y granados de la escena sobrenatural deceíta: Deadman, Swap Thing, Zatanna, la Encantadora y el TrapDemon, cada uno embotando y trastocando el alucinante calvario de Wayne, la sobredosis por inducción loquera es una grave amenaza.
A pesar de que originalmente se publicara en tres álbumes, se nota que la concepción mental de la saga estaba concebida para una unidad editorial. Y desde luego la recopilación integral de la obra cobra el mejor sentido del mundo, porque considero que no es una obra que sobreviva a tres encuentros mensuales o bimestrales. Esto debe caer del tirón sí o sí. Y como exige relectura, yo creo que también, así que, que mejor que contar con la obra de una tacada.
Aunque sus picos de calidad los encuentro en el primer episodio, sí consigue respetar su esquema narrativo de principio a fin. En este caso, el asunto radica en una patente alternancia entre presentación de hechos a través del protagonista, la referencia onírica y fantástica de la familia Wayne (y sus novedosos defectillos) y los momentos Constantine Team Up, con los anteriormente citados.
La cuota Harley Quinn también se mantiene aquí, a pesar de que con Constatine y su tropa podría ser suficiente, pero al menos se le da un enfoque distinto. Sigue con sus locurones verbales pero al menos, habla poco. Además, a pesar de su corta aparición, es interesante el punto resabiado y dominador que presenta. Será que el corte de pelo le da un punto más maduro, si ese concepto encaja con un personaje como esté. Vamos, como si fuera una Harley + 15 años después.
Donde creo que Azzarello se pasa de frenada es con los textos de acompañamiento. Creo que la psique de Constantine debe ser más divertida que algunos tochos metafísicos que el bueno de Brian nos deja aquí. Hay imágenes que hablan por sí mismas y no necesitan ruido. Además, su conocimiento de lo divino y lo humano pueblan su recorrido editorial desde que Moore lo imaginara en su cabeza. Menos es más y aquí la obra pincha.
Sin duda, el dibujo es el motor de esta historia. Lo que hace más difícil de entender el porqué de la densidad del texto Azzarello. Los paisajes urbanos de Gotham son tan realistas que parece que juega al fotomontaje con imágenes reales. Gotham existe bajo el trazo de Bermejo. Además, como el formato es generoso para abordar este estilo, el agradecimiento entre formato y artista es mutuo. Máxime si lo presenta a doble página.
La presente edición en blanco y negro es un valor añadido a la de color, sobre todos para comparar la obra desde ambos niveles artísticos. Lo que no cabe duda es que alguien que maneja tan bien la iluminación, cuando a su vez es un maestro del detalle, tanto en lo material como en lo natural, el enfoque espeso y atmosférico de la propuesta de Azzarello se aprecia mucho mejor en la presente edición.
Batman: Damned 1-3, Black Label/DC Comics. Batman: Condenado (edición blanco y negro), ECC Ediciones. Cartoné. B&N. 160 pags. Pvp: 23 €.