Crítica: «Balas de Punta Hueca», acción infernal.

Preparaos para una historia de violencia extrema, personajes imposibles y acción a raudales. Un cómic que derrocha sin complejos escenas de trepidantes combates donde miembros mutilados caen por doquier y manchas de sangre impregnan cada viñeta. Donde guerreras letales se enfrentan a mercenarios y mafiosos, a hechiceros y demonios, en una orgía de espadas, encantamientos y fuego.

Me gusta empezar así la entrada porque refleja lo que es este cómic, Balas de punta hueca: un divertimento de casquería y acción que no da tregua hasta el final. Los responsables de este festival son tres consagrados autores: Uve, en el dibujo… Javier Marquina a los guiones… y Ruth O’Leary al color. Forman un equipo perfecto para llevarnos a este sucio y violento cómic y para atraparnos con él. Os vamos a contar de qué va…

Estamos en Nueva Vegas, ciudad dominada por clanes mafiosos que se encuentran en un equilibrio un tanto, quebradizo. Luigi, el hijo del capo Carmine Spadafaro, ha desparecido y, con él, un valioso artefacto. Para recuperar ambas cosas pone en acción a sus dos asesinas más letales y peligrosas: Kami y QC. Pero cuando se descubre donde está Luigi y cual es el objeto que le acompaña, el resto de clanes se pondrán en marcha para arrebatárselo… comenzando una auténtica guerra de bandas. Y contado así, aun sonando bien, nos dejamos el elemento diferenciador de la obra: la magia. Pero la magia negra, necromancia, maldiciones, conjuros, demonios, invocaciones… la magia en el sentido más negativo y violento que os imaginéis. En este turbio escenario que crean los autores la violencia que suelen desatar estos grupos de delincuencia organizada se ve potenciada por su capacidad de acceder a elementos sobrenaturales.

Así que no tenemos aquí a los habituales asesinos a sueldo, a los sicarios o a los yakuzas, que ya de por sí dan bastante respeto… sino que encontramos esos arquetipos de asesinos y gente violenta transformados por diversos «dones» o «poderes» sobrenaturales. Un luchador de wrestling acompañado de una horda de zombis, una yokai, asesinos pirománticos, guerreras que se transforman en avatares… Casi cualquier cosa puede pasar en las páginas de este cómic. Así que ya os podéis imaginar que la misión de Kami y QC de proteger y rescatar a Luigi va a ser de todo menos fácil.

Todos estos elementos sobrenaturales y argumentales están puestos al servicio de la diversión del lector. Los autores se preocupan para que, desde la primera página, el viaje que trazamos con las protagonistas sea un eléctrico y frenético calvario. Una aventura impregnada de sangre y de sorpresas que mezclan la violencia más extrema con el terror más gore.

Construir dos personajes como Kami y QC a través de tan frenético argumento es una tarea admirable, porque sin darnos cuenta y sin pararnos en tediosas e incomprensibles escenas de introspección se nos perfila como son cada una e incluso aspectos de su pasado y su personalidad. Están ahí para apreciarlos y descubrirlos… o para ignorarlos si lo que queremos es disfrutar de la aventura a saco.

Se nota que los autores lo han disfrutado dando rienda suelta a cualquier burrada que les apeteciera mostrar, bien en forma de personajes o en forma de situaciones. Y esa libertad creativa se traslada al que la lee, siempre que entre de lleno en la historia. Para los estómagos sensibles hay que decir que el dibujo de Uve se aleja del realismo, quitando visceralidad a las situaciones más violentas. Se ha optado por un aspecto más rudo y agresivo, de líneas gruesas y personajes maximizados… y con unas composiciones de páginas que siempre están al servicio de la historia. Parándote un poco a revisar el cómic (porque su frenética lectura no te permite hacerlo) te das cuenta de que no has perdido un detalle durante las constantes y rápidas peleas. Y eso solo es posible si el artista responsable ha planificado cada viñeta y cada página, cada escena, para eliminar la confusión que, muchas veces, vemos en ese tipo de escenas.

No sé si hay más magia que combates a puño y espada, más elementos sobrenaturales que argumentales. Lo que queda claro es que la lectura es divertida y sorprendente, que tantos y tan diversos elementos quedan bien mezclados y que, al llegar al final, ya estás atrapado en este mundo demoníaco de violencia y traiciones.

Una muesca más en los éxitos de Grafito Editorial que lanza este álbum a través de su web (si os dais prisa aun podéis acceder a la venta anticipada con todos los obsequios disponibles) y a través de librerías a partir de Mayo.

Nosotros nos quedamos con ganas de más Kami y QC, que aun quedan cabos sueltos. O de volver a esta Nueva Vegas. Y que sea a manos de Uve, Javier Marquina y Ruth O’Leary porque el buen rato que nos han hecho pasar, pese a tanta brutalidad y despiporre, tiene que repetirse.