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Crítica: «Atomic Heart», robótica ucronía soviética

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Recomendable

Una mezcla de géneros de estilo shooter con una ambientación excepcional.

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Con cada nuevo avance y video, Atomic Heart llamaba más la atención. Incluso yendo más allá del campo de los videojuegos y entrando incluso en terrenos políticos. La ambientación que recreaba una república soviética no era (ni es) demasiado popular debido a la Guerra en Ucrania, así que no faltaban voces detractoras que pedían el boicot.

Mundfish, el estudio chipriota que debuta con este título, no tiene culpa del conflicto y ni por asomo podían haber imaginado, hace 5 años, que la actualidad política les iba a afectar aunque fuera de refilón. Y contamos todo esto al principio, para no volver a mencionarlo. Porque Atomic Heart ni es propaganda ruso-comunista ni guarda ningún retorcido mensaje. Fue concebido para ser jugado y disfrutado y optaron por un marco original y rompedor. Y lo han coseguido con creces. Así pues, fuera polémicas.

Atomic Heart es una ucronía delirante, desenfrenada y divertida a la vez que soez y sangrienta. Un shooter en primera persona que derrocha talento y absorve conceptos de otros éxitos… pero al que se le ven no pocos fallos debidos, posiblemente, a la inexperiencia del estudio. Aun así, tiene suficientes elementos que lo hacen digno de ser jugado.

Os contamos nuestra experiencia con el juego, gracias a la copia de acceso anticipado facilitada por Plaion para disfrutarla en Xbox SerieS/X. Aunque el título está disponible, desde el 21 de febrero, también en PS5 y PC.

Ucronía retro-futurista

Creo que es poco discutible. El mayor encanto de Atomic Heart radica en el mundo que han recreado. Se trata de una ucronía (una reconstrucción histórica distinta a la que conocemos) que nos sitúa en URSS en los años ’50. Gracias al descubrimiento revolucionario de los polímeros y su efecto aplicado, el país dio un salto tecnológico increíble. Robots, naves, armamento… el país pasó casi de la noche a la mañana a convertirse en la primera potencia mundial. Eso les llevó a ganar la guerra contra Hitler sin despeinarse y, en el momento en el que comienza el juego, vamos a asistir al siguiente paso evolutivo que llevará al hombre a fusionarse con esos polímeros «todopoderosos»

Sin embargo, algo sucede. Todo se va al traste y la nación sufre un ataque desde dentro. Los robots, hasta entonces serviles, se han convertido en asesinos sanguinarios. Sin duda se trata de un sabotaje y nosotros, convertidos en el agente P-3, tendremos que solucionar la papeleta.

Engaña con su aspecto inofensivo

Así se inicia esta singular aventura. Nos toca recorrer todo tipo de lugares, desde bases militares a laboratorios, desde hangares a subterráneos, buscando respuestas que nos lleven hasta los responsables de todo este desastre. La narrativa del juego es muy intensa y demasiado rápida, ya que se compone de conversaciones entre los personajes (y con nuestro guante) y son tantas que a veces saturan. Menos mal que el juego está doblado al castellano, aunque con las últimas actualizaciones ese doblaje ha desaparecido y solo contamos con subtítulos en nuestro idioma (esperamos que el doblaje vuelva en algún momento)

Disparar, esquivar y golpear

En nuestro preregrinar por esta Rusia distópica nos enfrentaremos sobre todo a enemigos robóticos de aspecto curioso (estamos en los años ’60), además de algunos otros enemigos que no os desvelaremos y no faltarán, por supuesto, los jefes de final de fase. Como shooter, descarga mucha presión sobre el combate cuerpo a cuerpo y descuida las armas de fuego, ya que la munición es escasa y los enemigos numerosos. Por suerte, el arsenal es amplio y original y podremos completarlo conforme encontremos los diagramas que nos permitan fabricar cada arma. Una vez en nuestro poder, también las podremos mejorar.

En los combates podemos cambiar fácilmente de arma, así podremos conjugar disparos y golpes contundentes… además de esquivar ataques. Los enemigos son bastante peligrosos y, cuando van a dar un golpe fatal, un indicador nos avisa. Eso sí, si nos atrapan tendremos que ser rápidos pulsando botones… o será nuestro fin.

Además de las armas contamos con nuestro guante, al que le vamos a incorporar mejoras tales como ataques eléctricos, congelantes, telekinéticos, de fuego… dando mucha versatilidad a los enfrentamientos. Seguramente en este punto es donde más recuerda a Bioshock, aunque no llega a los niveles de aquel.

Pero no se ha puesto el 100% de su jugabilidad en los combates, y menos mal. Tendremos que abrirnos camino a base de pensar y de usar nuestros «poderes» de distintas maneras o a base de resolver infinidad de puzles. Aquí nos detenemos.

Estas habitaciones serán nuestro remanso de paz, donde guardaremos la partida y mejoraremos nuestros parámetros

Los puzles ideados por los desarrolladores de Mundfish nos han dejado con una muy grata sensación. Por su originalidad y variedad. Hacía tiempo que no encontrábamos sencillos minijuegos que no hubiéramos visto antes y que nos sorprendieran: cerraduras que se abren si coordinamos un ritmo musical, puzles de enlazar secuencias luminosas, etc. Se nota, esta vez para bien, que es un estudio nuevo y llega aportando ideas y mecánicas inéditas.

Esta Rusia no es perfecta

Pero el juego adolece de muchos inconvenientes. Dos parches ha necesitado para eliminar vasos flotantes y otros objetos de comportamiento inverosimil. La secuencia inicial, apabullante gráficamente, contrasta con el juego en sí que, manteniendo un rendimiento y unos gráficos de gran calidad, no llegan a estar a esa altura. Y aunque el combate es mejorable, lo que de verdad molesta es su inexsistente y frustrante sistema de sigilo. El juego te invita a usarlo, pero pronto te das cuenta de sus carencias y de que es mejor afrontarlo com un shooter «de toda la vida».

Que la historia esté contada de manera acelerada tampoco ayuda a centrarse. Nuestro guante, tan parlanchin y cargante, al menos se preocupará de tenernos siempre al corriente de lo que pasa y de lo que debemos hacer.

Volvamos a cosas que sí nos han gustado. Por ejemplo, el diseño de niveles. En algunas fases parece un mundo abierto, se agradece esa amplitud y la opción que ofrece de usar varios caminos… o los entramados de pasillos en los que se convierten los laboratorios y/o bases militares. Sumado el buen diseño de escenarios a la estética que ofrece, tenemos una propuesta muy atractiva y que «amenaza» con volver en algun otro juego en forma de secuela. Este mundo da para ser explotado.

También nos ha gustado mucho el tono socarrón del juego. Nuestro protagonista es mal hablado y de modales toscos y soeces, en sintonía con el resto de su mundo. Será fácil encontrar pnj que nos insulten, ninguneen o desprecien. El carácter sexual y las bromas subidas de tono también serán constantes. Por ejemplo, las salas de descanso donde podemos guardar el juego o evolucionar nuestros parámetros. Allí encontramos una especie de máquina espendedora para este fin, pero en vez de decir «su tabaco, gracias», estará constantemente lanzándonos frases provocadoras y seductoras de alto contenido sexual. Vamos, que la máquina se lo quiere montar con nosotros.

Este es el tipo de humor que encontramos por todas partes (una muestra, la captura de abajo)

Mezcla de géneros y de juegos

Atomic Heart es un juego muy recomendable. Es divertido y tiene una factura técnica sobresaliente, además de apostar por un mundo muy original y atrevido. Es mucho más de lo que ofecen otros. Peca en la ejecución final de muchas de sus mecánicas, que no terminan de estar pulidas o, al menos, tan pulidas como aquellos juegos en los que se inspira. La gestión de recursos para fabricar/mejorar armas no es tan fina como Resident Evil… El combate mezcla de poderes/armas no cuaja como en Bioshock… El sigilo es muy mejorable… Sin embargo, sobrepasa a todos esos títulos en cuanto a la realización de puzles y, en muchos casos, en originalidad y en humor. O en la música, de la que no hemos hablado. Temas de clara inspiración soviética, o adaptados, colocados en los lugares y en los momentos ideales consiguen ambientar y acrecetar la personalidad del juego.

Da la sensación de que aun queda mucho por pulir, pero este es sin duda el camino a seguir o, al menos, este primer trabajo de Mundfish nos hace preveer que tenemos una nueva IP en danza.

Estos robots, los polímeros y la madre Rusia ucrónica, no han dicho su última palabra.

Título: Atomic Heart
Formatos: PS4 / PS5 / Xbox Series
Desarrollador / Editor: Mundfish / Focus Home
Interactive
Género: acción
Idioma: totalmente en castellano
Lanzamiento: 21 de febrero de 2023
PEGI: +18
Web oficial: https://mundfish.com/es/

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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