Crítica: «Astro City nº 01/06», está usted entrando en Astro City

¿Qué decir a estas alturas de Astro City? Comenzó a publicarse por Image a mediados de los años ’90 y se convirtió desde sus inicios en serie de culto. Kurt Busiek, viejo conocedor de la industria del cómic superheróico quiso crear su propia versión del género y la editorial que le acogió le dio todas las ventajas y facilidades para ello. Conjuntó con un artista eficiente, rápido y solvente como es Brent Anderson y eso ayudó a conformar muy pronto el universo que querían crear. La tercera variable para que la ecuación fuera ganadora fue poder contar con el mejor portadista de cómics de la Historia (o uno de los mejores, si no queremos ponernos categóricos), nada menos que Alex Ross.

Tres autores que trabajando en sintonía y a lo largo de los años fueron capaces de crear esta maravilla atemporal que es Astro City. Se ha publicado en muchas y varias formas, por diferentes editoriales, y ahora llega con esa edición heredada de la americana que se llama Metrobook y que se trata, ni más ni menos, que de la edición definitiva (hasta que salga la siguiente, al menos).

Seis tomazos en edición de lujo que contienen todo el material existente de la serie y que Planeta Cómic comienza a publicarlo para nosotros cuidando todos los detalles y exigencias que pide una edición de lujo y que incluye la traducción impecable de Javier Olivares. Vamos, que no hay mejor ocasión para hacerse con esta mítica serie si es que aun no la tienes.

Astro City, la verdadera protagonista del cómic, es la ciudad (la gran ciudad) que aloja un «mar» de superhéroes. Por sus calles deambulan, saltan, vuelan o se balancean todos esos enmascarados obsesionados por hacer el bien y la justicia. Para los habitantes de Astro City convivir con ellos es algo tan natural como respirar. Un día una invasión alienígena, otro día el ataque de unos robots descontrolados y otro día la aparición de un ser elemental gigantesco. Lo normal y lo cotidiano en Astro City.

Kurt Busiek no solo quiso crear su propio universo superheróico sino que quiso, de paso, homenajear a los cómics que le alucinaron de niño y que le hicieron el escritor que es. Así que podemos ver versiones de Los 4 Fantásticos aquí llamados La Primera Familia (FF, First Family, coincidiendo las iniciales con el grupo de Marvel), la versión de Superman que aquí se llama El Samaritano o la versión de Batman y Robin en una extraña pareja que tiene tintes religiosos y que esconde una sorpresa interesante.

Pero Busiek, además, quiso contar estas historias de una manera diferente. Por eso todo lo que vemos en las páginas de Astro City está contado en primera persona y, casi siempre, narrado por terceros: a veces la batalla de los héroes y villanos nos la cuenta un periodista, otra nos la narra un vecino de la ciudad y otra se cuenta desde la versión del villano. Tampoco faltan las narradas por los mismos héroes, pero siempre guardando un plano intimista o personal que nos ayuda a meternos en la cabeza del protagonista y a humanizarlos de alguna manera.

En definitiva, las aventuras superheróicas en Astro City se cuentan y se leen de una manera más profunda e intensa que en cualquier otro cómic del género.

Busiek es un maestro en eso y en futuras reseñas de los siguientes tomos profundizaremos en ello. El dibujo de Anderson, quizá hoy un poco desfasado, sienta como un guante y aporta serenidad y eficiencia a tanta ciencia ficción y locura fantástica. Por supuesto se incluyen en el tomo todas las portadas de Alex Ross, obras de arte que a todo aficionado al cómic le suenan de haberlas visto y admirado desde hace años.

En este primer tomo encontramos los dos primeros arcos argumentales. El primero de ellos compuesto por historias individuales en las que se presentan, a su manera, tanto los personajes como la propia Astro City, la ciudad. El segundo de los arcos se centra en El Confesor y su sidekick, el Monaguillo. Esos trasuntos de Batman y Robin que antes mencionaba. Es una historia larga que rompe con lo anterior pero que se lee del tirón y aporta todo (y más) de lo que se pide a un cómic de este tipo. Por último, el tomo cierra con unas cuantas aventuras de varios personajes, uno de ellos un villano. Y siempre, siempre, contado con esa serenidad, contundencia y perfección que utiliza el Kurt Busiek más inspirado.

Impecable Astro City. Una serie de obligada lectura que nos llega ahora con su mejor edición. Seguiremos hablando de ella, porque este es solo el primer tomo y aun quedan cinco… y mucho por contar.