Crítica: «Animosity 4. La Ciudad Amurallada», menos que humanos.

El viaje a través de un cambiado EE.UU. de Sandor, Jesse y el resto de compañeros se pone cada vez más interesante. Tras el Despertar (el momento en el que los animales tomaron conciencia y comenzaron un alzamiento contra los humanos) la sociedad ha cambiado de manera radical y los animales han tomado el control de diversos asentamientos. Aparte de estas nuevas ciudades hay también muchos grupos (de humanos, de animales o mixtos) que sobreviven como pueden en el caos que es el nuevo orden mundial.

A estas alturas de la serie hemos visto como nuestros protagonistas se enfrentaban a todo tipo de problemas, de amenazas y de peligros… ya sea por animales con un ansia desaforada de venganza o por humanos que intentan sobrevivir a toda costa. Para lo que no estaban preparados era para lo que sucede en este tomo, el cuarto ya, que tiene como título La Ciudad Amurallada.

Nos encontramos en un punto crítico del viaje. Kyle se ha llevado a Jesse, alejándola de Sandor y los demás. Lo que parece un acto suicida y egoísta encierra un motivo puramente altruista, pero los lazos de los amigos animales de Jesse son tan fuertes que van a emprender su búsqueda… y van a muerte a por Kyle.

En su huida, Kyle llega a una ciudad amurallada gobernada por humanos, lo que parece ser el destino ideal para una niña como Jesse. Sin embargo, pronto van a descubrir que no se trata precisamente del emplazamiento idílico que esperaban encontrar. El secreto que se guarda celosamente tras esos muros y la aventura que allí va a vivir Jesse lo dejamos sin contar para que disfrutéis de un nuevo tomo de esta colección que se ha convertido, por méritos propios, en (posiblemente) la mejor serie de Aftershock.

Marguerite Bennett sigue desarrollando a su aire una historia río que combina acción, sentimiento y crítica. Una distopía original y genial que guarda momentos de tensión y ternura en cada una de sus etapas. La relación padre-hija de Jesse y Sandor se torna dramática e intensa conforme avanza el argumento y el amplio elenco de secundarios evoluciona y cambia de manera sólida. Encontramos muertes y giros constantes, que ayudan a mantener el interés al tiempo que nos hacen disfrutar. En cierto sentido recuerda a la magnífica The Walking Dead (Los Muertos Vivientes también publicados por Planeta Cómic) por la intensidad e importancia de las relaciones entre personajes, teniendo como telón de fondo un mundo caótico y semi-destruido.

Si la escritora tiene cogido el pulso de la serie en el plano literario, no podemos decir menos de Rafael de Latorre en lo artístico. Continúa clavando con su arte una sociedad oscura y destrozada en la que los animales han sustituido a los humanos en la cima social y han terminado por adoptar sus vicios. Sigue llamando la atención el cuidado extremo que tiene el artista en recrear cada especie animal y, a estas alturas, modificarlos por su nueva vida… búfalos con cascos, animales con chaquetas, con implantes, con armas… consiguiendo superar el posible aspecto ridículo y convertirlo en amenazador, divertido y, sobre todo, convincente.

Una serie que llegado a su cuarto volumen se encuentra en un punto muy alto pese a todo lo que todavía falta por contar, que es mucho. Asistimos también al cambio natural en la protagonista que comenzó siendo una niña para ser ya una pre-adolescente. Todo en esta serie evoluciona, incluso la serie misma. Un inicio titubeante y poco convincente en su concepto que fue ganando solidez y fuerza gracias al gran hacer de su equipo creativo.

Tanto hay por contar que se encuentra en marcha una segunda serie (cuyo segundo volumen llegará a principios de 2021), Animosity: Evolution. Aquí también os trajimos la pertinente review y la seguimos recomendando encarecidamente. Animosity se ha convertido en un proyecto firme que aun tiene mucho por contar…

• Animosity 4. Planeta Cómic
• edición original. Animosity 14-18 USA. Aftershock.
• cartoné. 128 pp. color. 14,95 €