Crítica: «Alba: Una aventura mediterránea». ¡Salvemos nuestra isla!.
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Un claro ejemplo de que un juego educativo puede ser divertido.
Para mi, hablar de Ustwo Games es sinónimo de hablar de juegos muy especiales, son aventuras que “sientes” más que juegas y los fantásticos Monument Valley 1 y 2 y Assemble With Care son un claro ejemplo de ello, así que era inevitable que me acercara a su último trabajo: Alba: Una aventura mediterránea, un juego que salió en diciembre del 2020 en PC a través de Steam y en iOS, incluido en Apple Arcade, y que el 9 de junio dió el salto a las consolas y ahora está disponible para PS5, Xbox Series X/S, PS4, Xbox One y Switch.
Alba: Una aventura mediterránea es un juego que nos devuelve directamente a nuestra infancia, a esas vacaciones de verano en los pueblos costeros del mediterráneo donde todo era diversión, playa, chiringuitos y jugar con los amigos en la calle. Pero esta vez nuestras vacaciones van a ser diferentes, ya que nuestra pequeña protagonista emprenderá una hazaña muy importante que definirá el futuro de Pinar del Mar y todos sus habitantes.
Argumento, Historia, Personajes…
La protagonista de la historia es Alba, una niña amante de la naturaleza que va todos los años a una pequeña isla llamada Pinar del Mar a pasar el verano con sus abuelos. Conforme llegamos a la isla nos damos cuenta de que algo ha cambiado, la isla está sucia, llena de basura que los turistas arrojan sin remordimientos al suelo en la reserva natural, cosa que está afectando gravemente a los animales y están abandonando sus hogares. Todo está en muy mal estado, hay accesos rotos, carteles que antes informaban sobre las aves que se podían observar, están estropeados con las fotos rotas y descoloridas.
Para colmo de males, el alcalde quiere construir un mega hotel de lujo, prometiendo que los turistas volverán y traerán dinero y trabajo a la isla. A priori parece una buena idea, pero quiere hacerlo en medio de la reserva natural, con lo que significa que acabará con la flora y la fauna del lugar. Alba no está dispuesta a tolerar esa situación, así que decide ponerse manos a la obra y junto a su amiga Inés crean una organización, la LRFAI, cuyo fin principal es evitar que se construya el hotel. Para hacerlo deberán recoger 50 firmas de los habitantes y presentarlas antes de la fecha límite.
Estilo de juego, Jugabilidad…
Es un juego para toda la familia así que es bastante sencillo en cuanto a mecánicas se refiere. Tenemos libertad completa para movernos por la isla a nuestro antojo, y para no perdernos contaremos con un mapa que podemos consultar en cualquier momento, aunque el mapeado no es grande y es bastante sencillo recorrerlo.
Para conseguir las firmas necesarias para detener la construcción del hotel debemos ayudar a los habitantes de Pinar del Mar, que nos darán misiones secundarias que nos obligarán a visitar las diferentes localizaciones, la playa, el castillo, el pueblo, los naranjos… cada escenario tiene una fauna propia, y por supuesto queremos saber qué animal estamos viendo y para eso disponemos de un teléfono móvil, que incluye una app que nos permite escanearlos, hacerles una foto e identificarlos. Cada vez que descubrimos uno nuevo aparece en nuestra Guía de Campo de la Fauna, donde veremos además de su foto, datos sobre él, su hábitat, e incluso podremos escuchar el sonido que hacen la vida real.
Hay más de cincuenta animales diseminados por toda la isla esperando a ser descubiertos. Alguno puede resultar un poco más complicado de encontrar, pero este juego se presta a tener paciencia, a disfrutar del entorno, del canto de las aves, de tomarnos las cosas con calma y al final lo lograremos. Es un juego que invita a eso, incluso hay repartidos varios bancos o rocas donde podemos sentarnos simplemente a mirar el paisaje.
Mientras deambulamos por la isla recogiendo firmas, iremos ayudando con lo que tenemos a mano, podemos recoger la basura, con nuestras habilidades en carpintería podemos reparar carteles estropeados y comederos de pájaros que se encuentran en bastante mal estado, y con el botiquín que nos da el veterinario curaremos animales heridos. Enseguida nos daremos cuenta de que conforme mejoramos el entorno, los animales vuelven a sus hogares e incluso regresan a la isla algunos que se daban por perdidos.
Gráficos y banda Sonora…
Si vives o conoces el litoral mediterráneo es imposible que los escenarios no te resulten familiares. Pinar del Mar es una isla ficticia creada con una mezcla de diferentes elementos de los típicos pueblos españoles. Es inevitable que no te emociones al recorrer sus calles y el culpable de eso es el español David Fernández Huerta, el Director Creativo del juego que conoce a la perfección estos entornos, su cultura, los localismos de “la terreta”, y los ha recreado con mucho cariño y pasión, y el resultado salta a la vista. Visualmente es una delicia, tiene un estilo muy cartoon, con una paleta de colores suave y natural que consigue una ambientación muy lograda. Los escenarios son variados y típicos de cualquier pueblo costero: el castillo, las huertas de naranjos, los arrozales, en incluso la verbena al anochecer en la plaza del pueblo con la orquesta amenizando la velada, es simplemente maravilloso. Pero no solo es digno de alabar en cuanto a escenarios, incluso teniendo ese aire cartoon los animales están muy conseguidos y es fácil de distinguir unos de otros. Son realistas en cuanto a la forma de moverse, sus colores e incluso sus sonidos.
Otra cosa a alabar en este juego es su parte sonora. La propia naturaleza y sobre todo el canto de los pájaros son la perfecta banda sonora, lo que es excelente ya que son muy realistas, nos ayudan a la hora de localizarlos y nos enseña a distinguirlos unos de otros. En determinadas ocasiones, por ejemplo cuando Alba sale de casa por la mañana al despedirse de sus abuelos, suena una música muy alegre que la acompaña al salir. Además, por el juego hay repartidas varias radios que podemos sintonizar y poner música, o escuchar entrevistas a personas hablando a favor o en contra de la construcción del hotel. Llegando al final del juego hay una preciosa canción compuesta e interpretada por Lorena Álvarez que es una maravilla.
Impresiones finales.
Estamos ante un juego sencillo que contiene un claro mensaje ecologista al que debería acercarse todo el mundo. Si que reconozco que es muy corto, en apenas 4 horas lo habremos completado y te deja con ganas de más. De más localizaciones, alguna tarea diferente para darle algo de variedad, me encantaría poder escanear plantas además de animales, pero aun así lo recomiendo mucho. Es un juego educativo que no es aburrido, y eso es todo un logro. Es diferente, divertido y muy disfrutable, y mientras los más pequeños de la casa estarán encantados escaneando animales con su móvil, curando con su botiquín a pajaritos que se quedan atrapados en la basura, y aprendiendo a respetar el medio ambiente, los adultos veremos una crítica para nada escondida sobre la masificación del turismo, sobre los incendios provocados, el urbanismo descontrolado o la corrupción política. Acciones y hechos que han ido afectando gravemente a muchos de estos pequeños pueblos y los han ido degenerando a lo largo de los años. Por si todo esto fuera poco, solo cuesta 19,99 euros y por cada juego que se compre se plantará un árbol en colaboración con Ecologi y se puede seguir su progreso desde aquí.
Lo Mejor
- Me parece una herramienta educativa y de concienciación formidable.
- La ambientación, su diseño, el sonido…
- El mensaje claro y rotundo que transmite.
Lo peor
- Su corta duración.
- Misiones algo repetitivas.